Pymes de La Serena marchan por demandas sociales y condenan hechos de violencia

Vestidos de blanco y con un potente llamado a la paz marcharon ayer alrededor de 60 locatarios, comerciantes y pymes del centro de La Serena. La intervención fue impulsada por los vecinos del casco histórico quienes, cansados de los constantes desmanes, decidieron levantar la voz y defender sus fuentes de trabajo.

No han sido días fáciles. Desde que estalló la crisis, la Avenida Francisco de Aguirre, calle Balmaceda, Cienfuegos y Eduardo de la Barra han sido escenario de multitudinarias e históricas marchas, pero también testigos de violentas jornadas.

Uno de los propietarios de la empresa Torrico, Carlos Orrego Torrico, comentó que un gran número de actividades se han visto complicadas ya que el centro alberga a oficinas de servicios públicos y privados.

“Con esto nosotros queremos demostrar que estamos unidos, más unidos que nunca, queremos decir que las demandas visibilizadas también son nuestras demandas, pero no permitiremos que esta situación de incertidumbre e inseguridad sea parte de nuestra rutina”, dijo.  

El microempresario hizo un llamado a los líderes que convocan a marchar a cambiar el horario ya que, a su juicio, la tarde genera la instancia ideal para que grupos de delincuentes realicen desmanes.

“Hay un grupo vandálico que interrumpe el libre desplazamientos de los peatones y de automóviles. Nosotros lo único que queremos es un poco de tranquilidad, necesitamos respirar”, agregó.

“DOLOR SERENENSE”

Orrego expresó un profundo dolor por el estado de la capital regional indicando que con la organización de los locatarios están proyectando el sentimiento de cientos de serenenses que residen en otras ciudades del país.

“Yo soy nacido y criado en La Serena y veo que la gente se queja con dolor de las cosas que están pasando. Hay personas que están invadiendo la ciudad”, concluyó.

PACIFICAR EL MOVIMIENTO

La “marcha por la paz” se realizó en la mañana y a las 16 horas, oportunidad donde los locatarios recorrieron la ciudad con banderas y globos blancos para dejar claro que rechazan todo tipo de violencia y que están unidos como una “gran familia”.

“Nosotros no estamos armados y no conocemos ninguna técnica de defensa personal, nosotros sólo hacemos presencia, porque nos hemos levantado por el constante llamado de dolor de los vecinos”, indicó Marko Beovic, propietario del Hostal Croata.

El microempresario también descartó que detrás de los actos vandálicos haya partidos políticos sino que se trata de un “grupo minoritario de pelafustanes que quiere sembrar temor”.

“Queremos embanderar el centro de la ciudad de blanco y esto para nada significa que es una señal de rendición sino de pacificación. Si no hay paz no hay convivencia, si no hay paz no hay familiaridad. Nosotros no queremos militares en las calles, ni que carabineros se sacrifique así como lo hacen, lo que hacemos es un llamado al corazón de la gente, creo que es momento que nos detengamos y reflexionemos qué estamos haciendo”, agregó.

AMPLIO RECHAZO A LA VIOLENCIA

El martes es considerada una de las jornadas más violentas. Por la tarde un grupo de encapuchados saquearon e incendiaron el Hotel Costa Real, emplazado en la Avenida Francisco de Aguirre.

El hecho generó reacciones y no sólo de los locatarios del centro, quienes demostraron empatía por los sucedido sino también por distintas organizaciones, en entre ellas la Central Unitaria de Trabajadores y la Mesa de Unidad Social.

“Rechazamos categóricamente los actos delictuales y criminales que se han ido instalando después de las manifestaciones sociales (…) En nada nos ayudan, todo lo contrario, solo generan más desencanto en nuestros asociados y bajan la presión social”, consignaron desde la CUT provincial Elqui.

Bajo este mismo contexto la multigremial expresó que “repudia los actos de violencia  y vandalismo que han ocurrido durante las últimas semanas en nuestra ciudad” y  llaman a investigar el contexto en que sucedieron los hechos.