Por estos días y producto del alto número de contagios por Covid-19, ha sido un tema recurrente el cómo están siendo hospitalizados los pacientes y principalmente cómo están funcionando las Unidades de Cuidados Intensivos, pero poco se ha tratado cómo funcionan otras áreas importantísimas, como la Unidad de Paciente Crítico, UPC.
En la zona, uno de los centros asistenciales más importantes es el Hospital San Pablo de Coquimbo, donde un número importante de funcionarios laboran en esta área la que está compuesta por la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, y la Unidad de Tratamientos Intermedios, UTI, que contribuyen a aumentar la probabilidad de supervivencia y recuperabilidad de los pacientes graves.
Si bien, durante las últimas semanas el trabajo ha sido más intenso debido al aumento de casos graves por contagio de coronavirus, el doctor Héctor Ugarte, jefe médico intensivista de la UPC del hospital de Coquimbo señala que para ellos el escenario no es tan distinto. “Es el mismo paciente grave producto de una neumonía por neumococo o virus influenza (contagiosa). En qué cambia, en que es más contagioso, pero las medidas de protección personal son las mismas que tomamos para otros pacientes, la atención es similar a la que brindamos. Sí, podría señalar, que el manejo médico tiene matices distintos”, precisó el profesional.
Explica, por ejemplo, que a la UCI ingresan todos aquellos pacientes que requieran de una vigilancia intensiva, un monitoreo riguroso que no se puede dar en otra estructura o unidad del hospital, lo que está dado por la gravedad que puede comprometer uno o varios sistemas del cuerpo (circulatorio, respiratorio, renal, etc.).
Agrega que deben cumplir con dos condiciones: Que la enfermedad sea reversible o recuperable y que necesite un apoyo invasivo como es el ventilador mecánico con un monitoreo circulatorio invasivo. En la UTI son los mismo criterios de ingresos sólo que aquí no se requiere de monitoreo tan invasivos.
“Por tratarse de pacientes que están en estado crítico, se necesita de profesionales con gran nivel de conocimientos y capacitados en tratamientos y monitoreo invasivos”. Héctor Ugarte, jefe médico intensivista de la UPC del hospital de Coquimbo.
Equipo multidisciplinario
Por tratarse de pacientes que están en estado crítico, debido a que tienen patologías graves, de alta complejidad y que ponen en riesgo su vida, se necesita de profesionales con un gran nivel de conocimientos y capacitados en tratamientos y monitoreo invasivos.
Héctor Ugarte explica que “ésta debe ser dirigida por médicos con la especialidad de medicina intensiva. La formación es bastante prolongada y existen muy pocos intensivistas reconocidos en el país. También es recomendable que sean médicos de medicina interna, especialistas en enfermedades del adulto, pero con capacitación en cuidados intensivos”.
En el Hospital San Pablo, la UCI está compuesta por un equipo humano de 132 personas entre enfermeras capacitadas exclusivamente para el cuidado de pacientes críticos, técnicos en enfermería, kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, nutricionistas, psicólogos, químico farmacéuticos, auxiliares de servicios y secretaria. Para asegurar el funcionamiento durante las 24 horas del día, se cuenta con dos o tres médicos, de jornada.
A diferencia de otras unidades clínicas, en la UCI una enfermera debiera ver de dos a tres pacientes. Mientras que el médico puede llegar a ver hasta seis. En la UTI la situación es un poco distinta, ya que los médicos pueden llegar a ver hasta 12 pacientes al día.
Dependiendo de la gravedad de la persona, el equipo de profesionales se toma mínimo una hora en evaluar cada caso, para poder otorgarle una correcta y oportuna atención a las personas.
“En estos momentos, debido a la pandemia y al aumento de camas, cada turno está compuesto por siete enfermeras y siete paramédicos, más 3 auxiliares de servicios. Estos últimos, cumplen un rol muy importante dentro del equipo, porque apoyan cuando tenemos que llevar a pacientes a pabellón o imagenologia”, indicó Alejandra Gaete, enfermera jefe de la UCI.
Los requisitos
Uno de los principales requisitos para el funcionamiento de la UCI y habilitación de nuevas camas es que cada una de ellas debe poseer un monitor, que es un dispositivo que está en la cabecera del paciente en la cual están todos sus signos vitales, que son el trazado electrocardiográfico, la saturación (oxigenación) y la presión arterial.
Además, estas unidades deben tener una central de monitoreo en la estación de enfermería, donde en una pantalla se pueden vigilar los signos vitales de todos los pacientes. También debe haber ventiladores mecánicos invasivo y no invasivos, igualmente debe haber bombas de infusión.