Desde mediados de agosto, la Cámara Chilena de la Construcción, sede La Serena, tiene un nuevo rostro que la dirige.
Se trata de Sergio Quilodrán Muñoz, constructor civil de profesión y que hace un par de semanas, reemplazó en el cargo de presidente de la CChC local al arquitecto Eduardo Soto.
La llegada del ahora presidente, implicó una reestructuración interna del gremio regional, constituyéndose así una nueva Mesa Directiva Regional, con carácter de transición y la que será presidida por el empresario y hasta ahora past presidente, junto al vicepresidente Gremial, Juan Pablo Tristain; al vicepresidente de Gestión, Felipe Páez Schmidt; y al past presidente, Martín Bruna Valiente.
La asunción de Quilodrán al mando del gremio llega cuando se cumplen seis meses desde el inicio de la crisis sanitaria generada por el coronavirus, y cuando la economía nacional y regional viene mostrando las consecuencias del fuerte golpe que ésta ha recibido producto de la pandemia y, frente a lo cual, la industria de la Construcción ha sido de uno de los rubros productivos perjudicados.
Es así como, en entrevista con Diario El Día, el nuevo presidente del que es uno de los gremios más influyentes del país, dio a conocer las bases de la hoja de ruta que guiará la evolución del sector Construcción a nivel regional: compromiso Sanitario, compromiso Social y el Plan de Recuperación de Empleo y de la Economía, serán los ejes de ese trabajo.
¿Y de qué manera se hará? Sergio Quilodrán sostiene que se apostará por un trabajo conjunto y de manera colaborativa, junto a otros gremios, autoridades y la comunidad en general, buscando demostrar además, que el sector está preparado para poder funcionar durante la cuarentena, ayudando a mitigar de paso, la alta cesantía generada por la crisis.
-Tras llegar a la presidencia de la CChC La Serena, ¿cómo proyecta su gestión? ¿Qué temas esenciales pretende levantar durante ésta?
“Queremos poner en primer plano la salud de nuestros trabajadores, de sus familias y de las comunidades, además de ser el motor de la reactivación económica que requerimos. También los promotores de un crecimiento sostenible, y los impulsores del crecimiento de nuestra industria, que va a permitir también el bienestar de nuestros colaboradores.
Existen tres focos hoy en día: el compromiso sanitario, el compromiso social que tiene que tener toda actividad económica hoy en día, y un plan de empleo y reactivación económica. Yo creo que eso como gremio es lo que tenemos claro y son los tres pilares que funda nuestra actividad.
Queremos estar trabajando en forma permanente con las autoridades regionales, sectoriales y comunales, bajo una visión de gobernar. Estamos recién asumiendo pero estamos con todas las ganas y la energía que amerita la situación actual”.
-Teniendo en cuenta la situación que está viviendo la región y el país producto de la pandemia, ¿en qué situación se encuentra hoy la construcción en la región [cifras, obras paralizadas]? Y ¿cómo proyecta en lo inmediato la actividad para los próximos meses?
“Nuestra actividad ha tenido un fuerte impacto debido a la pandemia, y en segundo término por la cuarentena que hoy día afecta a la conurbación y a la ciudad de Ovalle.
Hasta hoy existen 56 obras privadas, de vivienda e infraestructura industrial, paralizadas que implican una perdida notable de empleos, de alrededor de 5 mil puestos de trabajo directos e indirectos, y que en definitiva, también aportan al crecimiento de nuestra región. Dentro de estos 5 mil empleos, alrededor de 3.700 están suspendidos, y 1.300 empleos se han perdido.
Cabe destacar en todo caso, que estas cifras, nuestra Unidad de Estudios las está actualizando a través de una encuesta, ya que fueron preliminares y medidas al inicio de la cuarentena.
Por eso, para el gremio es esencial la reactivación económica, está dentro de nuestra hoja de ruta, donde uno de los objetivos es promover alianzas público-privadas para poder, en forma conjunta y solidaria, reactivar el empleo, pues éste demora más en recuperarse que la inversión.
Por ende ahí está el compromiso del gremio de poder sumar a otros gremios en esta sinergia que queremos lograr para poder mantener este equilibrio entre la reactivación y la reactivación del empleo propiamente tal”.
-En ese sentido, ¿podría afectar –o no- el factor político derivado del proceso constituyente de octubre a la industria, y a nivel general, a la actividad económica privada?
“Nosotros celebramos la oportunidad de participar en la construcción de un mejor país, y de una mejor región. Veíamos como hace años la sociedad, y en especial los jóvenes eran mudos espectadores ante los distintos acontecimientos. Hoy son los jóvenes los que buscan ser partícipes del país y en ese sentido, cualquier decisión que se tome permitirá crecer en conjunto con la participación ciudadana.
Y como gremio apostamos por el desarrollo de nuestro sector, pero para ello, debemos tener reglas claras, debemos tener certeza jurídica porque consideramos que es esencial para las inversiones que se hagan en el ámbito de la construcción.
Sin ese marco y sin una institucionalidad que la respalde no solo la construcción se va a haber afectada sino el resto de las actividades productivas también”.
Actividad esencial
-Uno de los puntos que hoy impulsa la CChC es que declare a la construcción como una actividad esencial. ¿Cuáles son los argumentos que sostienen esa solicitud?
“Entre los argumentos para definir a la construcción como una actividad esencial, lo primero y más importante, es que contamos con un protocolo sanitario a través de la firma de un compromiso que es validado por nuestras mutualidades y que ha demostrado ser eficiente y profesional, y en el que confían nuestros trabajadores. Esto nos permite salvaguardar, proteger y dar las garantías suficientes para que el trabajador se sienta seguro.
La construcción hoy día aporta con el 10% del PIB y representa también el 10% de la mano de obra de la región. O sea hablamos de unas 30 mil familias.
Ahora, una de las cosas importantes que hay que destacar, es que tenemos obras de construcción y viviendas privadas y sociales, actualmente en ejecución. Esto bajo el alero de los decretos DS19 y 2039, que en total suman en la conurbación unas 12 obras que sumadas a la infraestructura pública, alcanzan alrededor de unas 20 o 25 obras.
Pero también tenemos 56 obras que se pudieran trabajar bajo las mismas condiciones, y es ahí donde queremos poner nosotros el énfasis a nuestras autoridades, porque reactivar la construcción hoy día implica impulsar el empleo.
En el fondo lo que queremos transmitir a la autoridad es que debemos desde ya, prepararnos pata una post pandemia”.
-Pero ¿existe voluntad de parte de las autoridades para materializar esta iniciativa?
“Sí. Se han gestionado ya acercamientos con autoridades regionales y comunales de tal manera de poder concientizar la importancia que tienen las obras privadas de construcción en cuanto a que se reanuden prontamente.
Hemos querido ser muy honestos y transparentes en que durante esos 6 meses de pandemia, es posible seguir operando con altos estándares.
Hoy en Santiago vemos que se permite la reapertura de obras de construcción en ciudades que han salido de la cuarentena, pero con trabajadores que aún están en cuarentena. Y esos protocolos que se están implementando en la Región Metropolitana es el que las empresas de la cámara regional estamos utilizando acá.
Esa es la oportunidad que hoy día estamos solicitando a la autoridad para poder demostrar que en la conurbación podemos brindar calidad de vida y salud a nuestros trabajadores y a la vez, crear la sinergia con otros gremios que también van a necesitar estar preparados para la vuelta hacia sus trabajos. No es solo nuestra actividad”.
La industria hacia el futuro
-Precisamente ¿cómo evalúa hasta ahora el protocolo sanitario que el sector ha elaborado y ha venido aplicando en las faenas?
“Hoy, el 99,9% de nuestros socios están adheridos a nuestro compromiso sanitario. Ello, porque nuestra misión es proteger, salvaguardar y garantizar la salud de nuestros colaboradores, y para ello contamos con un reconocido protocolo sanitario que es validado por nuestros trabajadores.
En ese sentido, son ellos los que ven los resultados en sus actividades. Prueba de ello, es la baja positividad que tenemos de contagio laboral. El mayor contagio se produce en espacios que son comunes o en el hogar, y a la fecha tenemos un caso de Covid positivo de contagio laboral confirmado por cada 9 mil trabajadores más o menos.
Yo creo que hoy día, se está comprobando que podemos trabajar en forma segura en nuestras obras, siempre teniendo las precauciones debidas, y obviamente estar atentos a que puede llegar un trabajador contagiado, pero vamos a proteger y aislar siempre al trabajador. Eso ha ocurrido de muy buena manera en conjunto con nuestra mutualidad”.
-¿Y qué acciones ha llevado a cabo la CChC La Serena para mitigar el golpe de la crisis sanitaria en sus trabajadores?
“El foco del áreas social está puesta en las necesidades más urgentes de los trabajadores producto de esta crisis.
Puedo comentar que en materia de salud por ejemplo, se realizan exámenes preventivos gratuitos Covid. Es por eso que hoy día también, apelamos a la autoridad, pues tenemos muchos programas que podríamos realizar, pero ahora se encuentren cerrados. En ese sentido la cámara aporta y le da seguridad no solo al trabajador en materia de salud, sino también a su familia
En lo que respecta al desempleo, estamos llevando a cabo programas de apoyo tanto a trabajadores activos y cesantes como suspendidos. Hay un programa de atención al trabajador cesante en el cual se le presta apoyo psicológico y de dinero, el cual ha sido muy bienvenido por los trabajadores, pues la actual situación económica, no ha sido solamente producto de la pandemia, sino que viene desde el estallido social de octubre del año pasado.
En la región solamente, ya se ha dispuesto este beneficio a más de 2.500 trabajadores.
En forma paralela queremos generar una planificación de corto y mediano plazo para promover el desarrollo de las distintas obras de construcción de la región. Vamos a generar convenios de programación con el gobierno que establezcan prioridades, plazos y el tipo de financiamiento”.
-Mirando hacia adelante ¿qué cambios prevé que sufra la industria de la construcción una vez que pase la pandemia? ¿Qué lecciones puede sacar el sector privado de esta experiencia?
“Tras la pandemia yo creo que muy pocas actividades productivas seguirán siendo como antes.
Este escenario complejo nos ha dejado enseñanzas, especialmente en materia sanitaria.
La pandemia hará de nuestra industria, la construcción, uno de los sectores más seguros para trabajar. No hay que olvidar que nosotros siempre tenemos campañas de seguridad laboral a las que hoy día se suman estas campañas de seguridad sanitaria, y para ello seguiremos depurando este protocolo que va en su versión 4.0. Implementaremos además, nuevas estrategias junto a las mutualidades y por supuesto, seguiremos capacitando a nuestros colaboradores. No debemos obviar que ellos son nuestro principal atributo y capital.
Debemos entender además, que estamos en un mundo cambiante, donde debemos superarnos día a día, el ser competitivos no es un opción sino más bien una obligación. Por eso no se puede dejar de hablar de la digitalización de los procesos, la industrialización de nuestras faenas y la incorporación de tecnología, en donde destaca el sistema BIM, que es un sistema que nos permite crear, diseñar y gestionar las obras de construcción.
Para eso estamos trabajando con la unidad tecnológica de la cámara para impulsar a nivel local este sistema para nuestros socios.
Finalmente, tenemos que tener un enfoque sostenible, crear espacios de gobernanza, participación e involucramiento en los territorios. Hay que tener una mirada proactiva con el medio ambiente, y potenciar a los emprendedores.
Además se debe revisar y evaluar aquellos perfiles que requieren hoy día las empresas luego de esta pandemia. Y para ello va a ser fundamental la capacitación de competencias laborales y por supuesto el reconocimiento siempre del capital humano”.