• “Muchas veces los notarios nos resguardamos, hay una norma y establece ciertas composturas y formas de vivir que debemos tener”, afirma Rubén Reinoso.
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El Día
El delegado de la Región de Coquimbo de la Asociación de Notarios desestimó el planteamiento del abogado Miguel Bauzá, de convertir a estos profesionales en funcionarios públicos. De la misma forma, el personero desmitificó la idea de que en sectores como Las Compañías urge una notaría.

El planteamiento del ex notario Miguel Bauzá respecto de que estimaba que estos profesionales, además de los conservadores, debieran ser funcionarios públicos, no fue bien recibido al interior del gremio. En todo caso, el propio abogado Bauzá lo tenía claro. De hecho, durante la entrevista advirtió que estaba consciente de que no caería bien. Incluso fue más allá. Puntualizó que el Gobierno y el Parlamento deberían ‘tener pantalones’ para sacar adelante una iniciativa de estas características.

El notario en ejercicio Rubén Reinoso fue uno de los profesionales en salir a enfrentar el tema y clarificar algunas definiciones y lo hizo desde la tribuna de delegado de la Región de Coquimbo de la Asociación de Notarios.

"Hay notarías y notarías. Hay algunas de primera categoría, que tienen un alto volumen de trabajo y por el esfuerzo que hace el notario y por la cantidad de horas de trabajo que le dedica a la  notaría puede que genere más, igual que un industrial, que si es exitoso, trabaja, tiene buena implementación, ganará más  que quien no haga lo mismo”

Concede la entrevista en su propia notaría, ubicada en calle Cordovez, en pleno centro de La Serena. Antes de comenzar a responder las interrogantes, el entrar y salir de sus funcionarios fue incesante. Cuando las firmas habían pasado largamente las 20, capta que nos llama la atención lo rápido del trámite, quedando la sensación que no se detenía a verificar lo que se le pasaba y nos advierte que él sabe claramente de qué se trata cada documento que pasa por sus manos. Además, nos aclara que otra cosa son las escrituras públicas, las cuales sí analiza meticulosamente antes de emitir su firma.

Sobre la propuesta del abogado Bauzá, asegura que le llama la atención, “en el sentido de que lo encuentro poco práctico y tendríamos que depender del erario nacional. Es decir, le significaríamos más gastos al Estado chileno y los costos los tendrían que pagar los usuarios de las notarías. También considero poco aconsejable entregarle las funciones al Estado, porque podríamos tener huelgas, paralizaciones y el servicio se vería completamente paralizado y ahí la certeza del notario se vería complicada”.

-¿Esta opción se ha conversado al interior de la asociación de notarios?

“En términos generales, no, pero si no fuéramos privados, el Fisco debería pagarnos el sueldo y también los funcionarios y en general todo el aparataje que requiere una notaría. En estos momentos, por la situación económica y lo que se pretende es menos Estado y más privado, por lo tanto es contradictorio en ese sentido lo planteado por el colega”.

-¿Lo plantea por el momento en que lo expresó, porque una cosa sería decirlo como notario que fuera del cargo?

“No quisiera opinar respecto a eso porque podría estar (cuando parece tener la respuesta, se detiene y evita pronunciarse)... la verdad es que prefiero no opinar respecto a eso”.

-¿Por qué estima que se instala con tanta fuerza la crítica hacia los notarios y se les hace aparecer como personajes ‘oscuros’ o que ganan excesivo dinero?

“La verdad es que es extraña la situación, pero es fundamentalmente por una falta de conocimiento y saber cuál es la función notarial y para qué estamos los notarios y qué función cumplimos”.

-Usted ha destacado que una de las ventajas de los notarios y conservadores es la importancia de la certeza jurídica que entregan...

“Si las personas entendieran que los notarios estamos para dar certeza jurídica a los hechos, a los contratos y a todas las intervenciones notariales, se quedarían más tranquilas y habría menos críticas al sistema”.

-El abogado Bauzá admite los altos sueldos que ganan los notarios y conservadores y critica este hecho…

“A ver, hay que saber, la gente ve la cantidad de personas que ingresa o la cantidad de trámites que uno hace, pero no conocen los gastos que genera una notaría. Hay que arrendar locales, pagar los sueldos de los funcionarios, pagamos altos impuestos y en general somos abogados que hemos ejercido la profesión durante muchos años y si uno ve, lo que gana un notario con un abogado de ejercicio libre es muy similar. No es un monto tan elevado como se plantea”.

-¿Pero es bueno que sea más que el Presidente de la República y el presidente de la Corte Suprema?

“Es que depende, mire, hay notarías y notarías. Hay algunas de primera categoría que tienen un alto volumen de trabajo y por el esfuerzo que hace el notario y por la cantidad de horas de trabajo que le dedica a la notaría puede que genere más, igual que un industrial que si es exitoso, trabaja, tiene buena implementación, ganará más que quien no haga lo mismo. Por eso es que es relativo, he conocido notarios de San Miguel que apenas ganan para los gastos”.

-¿Pero en qué momento la comunidad se queda con la imagen de que los sueldos de los notarios son altos, le ha faltado mayor comunicación y evitar el ostracismo como en su momento se advertía a las logias, la iglesia y la justicia?

“Ahí paso, porque soy un notario que atiendo público y estoy en contacto con la gente, me conoce y sabe. No soy una persona que estoy encerrada en mi oficina, nosotros dependemos del Poder Judicial. Muchas veces nosotros asumimos la misma actitud que asume un juez”.

-Ellos planteaban que hablaban a través de sus fallos…

“Pero los jueces no son personas que andan saliendo en los diarios ni hacen vida social, ni cosas por el estilo. Muchas veces los notarios hacemos lo mismo, nos resguardamos, hay una norma y establece ciertas composturas y formas de vivir que debemos tener. Sí es necesario dar a conocer a la comunidad en general la función y decir para qué sirven los notarios, ahí sí estamos en una falencia, nos falta”.

-En algunos casos hay quienes reclaman que al notario no se le ve nunca y sólo firma…

“En algunas escrituras públicas tomo la firma o me acerco a las personas y les pregunto lo que están celebrando. En un documento privado constantemente estoy viendo lo que está sucediendo y cuando hay dudas, mis puertas siempre están abiertas”.

 

CARENCIA DE CONOCIMIENTO

-¿La mayor complicación por las críticas al sistema estaría en el mecanismo como se eligen los notarios?

“Sí, pero eso también es por falta de conocimiento, porque nosotros somos nombrados de la misma forma que lo son los jueces. Durante mucho tiempo fui abogado de un obispado y en un momento pregunto cómo se nombra a un obispo y me responden que la Conferencia Episcopal hace una quina que va al Nuncio Apostólico quien la envía al Vaticano y si allí llega un miembro de una congregación religiosa, presiona, no al Papa, pero a la institución, para que nombre a uno de los suyos, se da cuenta que es el mismo sistema. Que como seres humanos no hemos creado otro mejor”.

-O también peor, por el tema de las presiones...

“Pero somos seres humanos y no ángeles”.

-¿En su caso fue meritoria o debió hacer lobby?

“Leía la entrevista del señor Bauzá (Miguel)  y  se dieron las mismas condiciones. De casualidad supe de este concurso en La Serena. Un notario amigo de San Felipe me invitó a su casa y cuando me fue a despedir a la puerta me dijo: ‘supiste que se abrió un concurso en La Serena’, esto fue un día domingo y el concurso se cerraba el día lunes. Llamé al secretario de la Corte y le pregunté si se podía postular, aunque fuera en forma electrónica y me dijo que sí. Mandé mi postulación vía electrónica y por Chilexpress todo el resto del papeleo. No hice ni siquiera lobby con los ministros, no hablé con ninguno para que votaran por mí. Sino que dados los antecedentes que existían, la Corte no me puso en terna”.

-En el caso de Miguel Bauzá, que fue ex seremi de Justicia, presidente de un partido político y esposo de una senadora de la República, ¿estima que la opinión le cree que no habría existido apoyo?

“Por favor, no me haga decir cosas que yo…  le reitero, no soy de La Serena y no sabía quién era el señor Bauzá. A la señora Pérez (Lily) la ubico por su connotación de ex senadora, pero yo lo pongo en duda”.

NORMA ESTIPULADA

-En medio del debate por la cantidad de notarías, ¿cree que son suficientes en la Región de Coquimbo?

“Hay una norma que establece que por una cierta cantidad de habitantes se tiene que crear una notaría. Cuando el ex ministro Campos (Jaime) solicitó a las cortes información respecto de la creación de nuevas notarías, conversé coloquialmente con un ministro y le señalé que a lo mejor sería necesario un notario en La Higuera y el ministro me dijo: ‘pero, bueno, ¿cuántos habitantes hay en La Higuera, se justifica o va a sobrevivir un notario en La Higuera, podrá pagar arriendo y a los funcionarios?”.

-¿Cómo reacciona cuando se plantea que en Las Compañías, por la cantidad de habitantes, debería haber una notaría, sobre todo cuando en Tierras Blancas ya hay una?

“Pero en Tierras Blancas no hay notaría, lo que hay es un notario de Coquimbo, que el colega quiso ir a instalarse a Tierras Blancas, es un tema voluntario de su parte. Porque el nuevo notario puede pescar todos sus papeles e ir a instalarse al centro y deja de estar en ese lugar. Los notarios somos comunales, no de barrios. Una de las críticas que se le hizo al ministro Campos es que nombró a un notario de Reñaca y este sector no es comuna, sino que un barrio de Viña del Mar”.

-¿Nadie asegura que si se abre una nueva plaza para notaría en La Serena se instalará en Las Compañías?

“No, reitero, nosotros somos notarios de comuna y no de barrios”.

-¿ Advierte que se actuó popularmente al hablar de notarías para Tierras Blancas y Las Compañías?

“Sí, es un afán político, ganar popularidad en las zonas populares. Nosotros regulamos fundamentalmente la actividad económica, comercial y los arriendos. También tenemos un montón de documentos que se les exige a las personas, pero son las menos en comparación con el resto de la actividad que realiza un notario”.

-Si se suma la población de Coquimbo, ¿hacen falta más notarias en la zona?

“Hace falta que los colegas se modernicen y desarrollen la actividad con toda la tecnología que hoy día existe”.

-Si no se está en la notaría, ¿igual el usuario puede realizar trámites?

“En nuestra página web se pueden hacer documentos, la tengo hace cinco años, pero una sola vez concurrió una persona con un documento que lo había llenado en su casa. La gente no utiliza la tecnología. Tenemos un sistema QR para que desde el celular se elija el número que sea atendido y el programa le va avisando, pero lo han usado dos personas. Tenemos la tecnología, pero la gente tampoco la utiliza y eso tiene un costo”.

-¿Cree que la falta de modernización de sus colegas es porque advierten que sería onerosas las inversiones tecnológicas ?

“No, la tecnología viene con la gente joven, mis hijos me presionan un poco para usar el tema tecnológico y me ayudan a meterme en el tema tecnológico”.

-Cómo integrante del gremio, ¿cuáles son las críticas que más le duelen, que son lentos, parte de una actividad marcada por el oscurantismo o que ganan demasiado dinero?

“La verdad es que siendo muy franco, me resbalan un poco esas críticas. Lo que me genera más molestia y me duele un poco es cuando hay un notario poco creíble, es poco claro o poco transparente o cosas dudosas. Cuando la gente pone en duda algunas cosas del notario, dentro de su función notarial, no me interesa su vida privada. Eso me provoca dolor, porque está vulnerando la función notarial”.

-Tras el estudio respecto a la cantidad de notarías, ¿que concluyó en la Región de Coquimbo?

“La Corte planteó que era necesario abrir una notaría en La Serena, que además tiene La Higuera”.

(Reinoso accedió a la notaría con la actual normativa, por lo que deberá abandonar el cargo a los 75 años, “y hay que prepararse mental y sicológicamente para aquello”).

-¿No era una ‘pifia’ del antiguo sistema que los notarios estaban hasta que fallecían prácticamente?

“A ver, pues, señor, perdóneme (eleva la voz para hacer sentir su molestia ante la interrogante), era lo que pensaba la Humanidad en ese momento. No hay que olvidar que antes los papas tenían 90 años y seguían siendo pontífices. Los ministros de la Corte Suprema que llegaban a los 90 años y más y seguían siendo jueces. La Humanidad ha ido cambiando y ahora determinó que la edad máxima para estos cargos es de  75 años”.

-¿No es como lo interpretaban algunas personas respecto a que se querían ‘apernar’ en los cargos?

“No, tengo un amigo médico y sus padres cumplieron 75 años, pero a los 70 los echaron de la clínica, a pesar que apeló”.

-Se plantea la existencia de clanes y que se repiten los apellidos…

“A ver, si se es general de Ejército y uno de sus hijos quiere seguir la carrera militar y hace la carrera, qué culpa tiene el padre. Debería sentirse halagado. Lo mismo sucede en esta carrera. Tengo dos hijos y quise que uno de ellos fuese abogado, porque les decía que alguien debería heredar toda mi biblioteca, mi clientela, pero ninguno quiso estudiar Derecho. Pero eso es normal en la sociedad. Igual que en la política. Qué culpa tiene Eduardo Frei Montalva que su hijo Eduardo Frei Ruiz-Tagle haya querido ser Presidente de la República”.

-Después que abandone la notaría, ¿no le gustaría incursionar en la política?

“No, no es mi ámbito. Cuando era joven, cuando tenía 30 años, tuve la oportunidad de hacerlo, pero me desilusioné de la política en una disputa interna dentro del partido en el cual militaba. Me dije, si esta cosa es así no es para mí, por lo que ejercí mi profesión como abogado y me fue bastante bien”.

-¿Se confundió el tema de los notarios con la política y los candidatos debían llevar firmas notariales y en algunos casos se descubrió que ni siquiera las estampaban?

“Pero a veces ni siquiera es culpa del notario. Nosotros tenemos que tener mucho cuidado con nuestros funcionarios, porque a veces puede ser presionado indebidamente para que haga algo. Por ejemplo, conocí el caso del señor Mosquera, fue un funcionario que le hizo una mala jugada (al notario). Tenía tantos papeles que firmar que a lo mejor se le pasó dentro de las cosas, pero fueron casos muy puntuales. En la historia del notariado chileno son dos casos en 200 años”.

-Más allá de la propuesta de transformarse en funcionarios públicos del exnotario Bauzá, ¿qué cambio propondría al gremio?

“Lo que uno puede pedirle a los colegas es que cumplan los horarios que están establecidos y con las normas mínimas de buen servicio. Uno tiene que ir avanzando, de acuerdo a como avance la sociedad. Qué saco con tener firma electrónica avanzada si varias instituciones del Estado no la tienen, pero eso no depende del notariado, sino que de los organismos estatales, que también se modernicen, como lo hizo el Servicio de Impuestos Internos”.

-En la práctica, ¿es adecuada la cantidad de notarías en la zona?

“Creo que sí”.

-¿Cuándo se coloca la discusión advierte que el tema se ha politizado?

“Yo creo que es así, se utiliza políticamente el tema, no sé por qué, hay algo bien extraño. Cuando hay una sequía informativa, aparecen los notarios”.

-Llamó la atención que el abogado Miguel Bauzá destacara la gratuidad de su notaría en un buen porcentaje de trámite, ¿ se utilizan estrategias en el rubro?

“Me parece populismo, que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda. A mí me da vergüenza decirlo, pero también hago muchas cosas gratis, pero lo guardo en silencio. Le puedo dar un listado de instituciones a las cuales no les cobro, si quieren hablar ellas, que lo digan, pero no lo diré yo”.

-¿Al final qué hace la diferencia entre una notaría y otra?

“Creo que el buen servicio. Puede haber dos restaurantes al lado, uno que hace la comida rica y otro más mala y el primero se llena. Lo mismo pasa acá y no significa ni siquiera el precio. Cuando se atiende bien, vuelve al mismo lugar”.

-Para contrarrestar los cuestionamientos, ¿cree que hacen falta más seminarios y congresos para debatir las salidas?

“Nosotros tenemos anualmente un congreso de conservadores y notarios, los conservadores se reúnen solos a veces en el mes de mayo y todos juntos una vez al año durante tres días. Lo que pasa es que hay libertad de asociación, no hay una obligación de asociarse. Hay muchos notarios que no están en la asociación, como es el caso del señor Bauzá (Miguel), no estaba asociado a los notarios y conservadores, a lo mejor estaba poco informado de muchas cosas. Como asociación tenemos una página web que nos alimenta todos los días de información. Lamentablemente, nos meten todos al mismo saco”.

-¿Los que no están asociados no confían en la organización?

“Es un problema de carácter personal”.

 

Cuestionamientos

-¿En los últimos meses  han tenido que reprimirse para no salir  a responder los cuestionamientos hacia los notarios?

“Sí, me encantaría salir a contestarles, se entrega información equivocada, pero prefiero (no responder), porque la verdad siempre triunfa.  Lo mismo que el tema del cobro, tenemos un arancel que no ha sido modificado durante 15 años y los gobiernos no se atreven, porque tendrían que reajustarlo a los valores actuales…”.

Cuando había pasado más de media hora de entrevista, el notario Reinoso nos pide interrumpirla por algunos momentos.  A través de un monitor que tiene en su oficina visualizó que en el exterior se habían acumulado los clientes  y que requerían su firma, luego que  había solicitado a sus funcionarios no interrumpirlo. Cuando se termina el  ritual, accede  a seguir contestando preguntas.

-¿Piensan cambiar la estrategia con la comunidad y exponer más sus puntos de vista?

“Es que nosotros salimos, también vamos a la cárcel a atender a la gente. No falta el tipo que habla en contra de los notarios, pero es porque se dejan llevar por la información periodística, el fuerte de la gente conoce la función notarial”.

-¿Los conservadores están sometidos a la misma crítica?

“El conservador es otra institución totalmente distinta, porque él no requiere salir de su oficina, porque todo lo que guarda y mantiene está en un solo lugar. Es muy interesante esa función”.

-Pero al igual que los notarios, también han estado en el centro de la controversia…

“Lo que pasa es que ahí hay una intencionalidad de terminar con los conservadores y colocar las compañías de seguros, eso es lo que quiere el Banco Mundial y otras instituciones, terminar con los conservadores de bienes raíces, para que cada vez que tenga una propiedad pague un seguro, para que le asegure el dominio de sus bienes. Hace  tiempo vino una delegación china a estudiar el conservatorio chileno porque los encontró uno de los mejores del mundo. La certeza jurídica que le genera el sistema del conservador es importante”.

 

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