• Muchos políticos recurren a las artes adivinatorias, sobre todo para reducir su desconfianza en su entorno, incluso en sus más cercanos. Además, una gran mayoría confía decisiones en lo que las fuerzas sobrenaturales le puedan orientar.
  • “Estar en una red de relaciones políticas produce paranoia. No sabes bien lo que el otro piensa, te genera inestabilidad y recurres a otro tipo de cosas”. Jorge Baradit Morales, escritor e investigador.
  • “No creo en fuerzas sobrenaturales. Creo en que uno las cosas se las gana con esfuerzo”. Daniel Núñez Arancibia, diputado PC.
  • “El Tarot es interesante como herramienta de conocimiento, pero uno debe confiar en sí mismo y en su capacidad de trabajo”. Adriana Muñoz D’Albora, senadora PPD.
  • “No soy asidua a esas prácticas, pero cada quien está en su derecho a hacerlo si le parece”. Jocelyn Lizana Muñoz, precandidata a alcaldesa por La Serena.
  • “Estudio sobre esos temas, lo encuentro muy interesante, pero no lo ocupo para predecir mi futuro o tomar decisiones”. Francisco Eguiguren Correa, diputado RN.
  • “No voy a estar viéndome la suerte para saber si hago o no hago algo”. Juan Manuel Fuenzalida Cobo, diputado UDI.
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
Aunque pocos lo reconocen públicamente, muchas personas que ocupan cargos de representación popular, tanto en nuestra región como en el país, recurren al tarot o a predicciones de todo tipo para guiar sus acciones. La desconfianza propia del político, sobre todo respecto de su entorno, es un factor clave en la utilización de estos métodos para apoyar su gestión.

La demanda presentada por la tarotista y terapeuta alternativa Aurora Silva en contra del alcalde de Coquimbo Marcelo Pereira Peralta, para que éste reconozca una deuda de $37.000.000 por “servicios esotéricos” a los que habría recurrido en el contexto de su campaña municipal de 2016, con la finalidad de ser electo y que luego no pagó, trajeron nuevamente a la luz un tema del que se ha hablado, publicado y conversado mucho en la historia de nuestro país: la íntima relación entre políticos y esoterismo.

El propio alcalde porteño, en entrevista con Diario El Día del viernes 29 de junio, negó haber recurrido a los servicios por los que se le demandó, razón por la que no tendría ninguna deuda que pagar. Además, aseguró que esta demanda busca afectar su imagen y de hecho, anunció que en caso que estén las condiciones, demandará por injurias y calumnias a Aurora Silva y su abogada, Claudia Abufom.

Junto con ello, precisó que no cree en el esoterismo y que “sólo se saca la suerte con Dios”.

Más allá de la aclaración del edil, este caso vuelve a poner sobre la mesa un tema del que se ha escrito mucho y se ha hablado aún más: las artes adivinatorias y las decisiones políticas han ido de la mano durante toda nuestra vida republicana.

El escritor e investigador Jorge Baradit, autor de la exitosa trilogía de libros “Historia Secreta de Chile”, en entrevista con Diario El Día, explica que “la rama de las Fuerzas Armadas, en especial la Marina fue muy proclive a las prácticas espiritistas. La masonería también ha tenido una relación estrecha con el espiritismo, pero en regla general, eran cuestiones muy extendidas, no casos particulares, en los que una persona con propiedad ejercía artes ocultas, salvo el caso de Pinochet”.

Este es un caso que Baradit recalca, pues el dictador contaba con asesoras astrólogas y tarotistas, e incluso, una de ellas, Eugenia Pirzio-Biroli, fue luego instalada como alcaldesa en la comuna de Puerto Cisnes. Esta mujer, de acuerdo al escritor e investigador, solía enviarle a Pinochet cartas astrales y lecturas, para que él tomara decisiones políticas.

EL CASO MÁS EMBLEMÁTICO

“Pinochet era muy supersticioso. Según Federico Willoughby, un colaborador muy cercano a él desde el 11 de septiembre de 1973, no un enemigo ni mucho menos, Pinochet fue muy creyente en seres telúricos, duendes y creía en utilizar gestos con sus manos para hacer contras a situaciones”, explica Baradit.

Asimismo, el escritor asegura que de acuerdo a Willoughby, Pinochet era muy atento a “pequeñas señales”. Ejemplo de ello es que, en una ocasión, un ascensor que debía tomar para llegar a una actividad no funcionó cuando lo llamaron y después del tercer intento, Pinochet desistió de ir a la reunión, aduciendo que “había algo que no quería que asistiera”.

Baradit también recuerda el episodio en el que el dictador, luego del ataque fallido por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez el 7 de septiembre de 1986, declara haber visto la imagen de la Virgen del Carmen reflejada en los vidrios astillados del automóvil en que se desplazaba cuando fue emboscado en el Cajón del Maipo.

Asimismo, el ex gobernante tenía mucho temor a los fenómenos paranormales y en su familia circulaba el relato de que la imagen del ex general Carlos Prats se aparecía frente a su cama, luego que éste ordenara su asesinato en Buenos Aires en septiembre de 1974. De hecho, fue motivado por dicho episodio que Pinochet habría mandado a realizar modificaciones en la casa de los comandantes en jefe del Ejército, con la finalidad de “esquivar” dichas presencias.

“Todos los presidentes tienen ciertas inclinaciones esotéricas, la masonería tiene todo un lado espiritista y varios presidentes fueron masones, pero sin duda el caso particular, más cercano a fenómenos paranormales, astrología, lectura de tarot y toma de decisiones, fue Pinochet”, asegura Baradit.

¿DESCONFIANZA EN SUS CAPACIDADES O COMPLEMENTO A SUS DECISIONES?

Incluso, han circulado versiones que señalan que Pinochet, de acuerdo a las asesorías de su astróloga y numeróloga personal, sabía que su número era el 5 y que, considerando aquello, eligió el día 5 de octubre como la fecha del Plebiscito de 1988, en el que, contrario a lo que esperaba, resultó ganadora la opción NO.

Es por este tipo de hechos, que surge la interrogante de cuál es la razón real que lleva a los políticos a acudir a este tipo de fuerzas sobrenaturales para consultar sus decisiones, si es una desconfianza en sus propias capacidades o poderes de mando o bien, si lo hacen como una manera de confirmar –o desmentir- si sus acciones son las correctas.

Jorge Baradit concluye que "no conozco a ningún político que confíe en alguien. Mientras duran los acuerdos, duran las confianzas, cuando se terminan los acuerdos, terminan los apoyos. Estar en una red de relaciones políticas produce paranoia. No sabes bien lo que el otro piensa, te genera inestabilidad y recurres a otro tipo de cosas”. 

"Para que un político llegue a uno de nosotros, debe haber una confianza, una lealtad o un dato y llegan solos". Cecilia Cárcamo Kovačić​, tarotista y vidente.

En una dirección similar se manifiesta Cecilia Cárcamo Kovačić, tarotista y vidente que asesora a numerosos políticos de la Región de Coquimbo, el país e incluso, el extranjero, quien explica que “el político o la persona que tiene jerarquía, recurre a uno porque puede tener una idea fabulosa, pero siempre necesitará tener un plan B o un plan C, en cualquier caso, para que si algo no sale como quiere, el porrazo no sea tan grande y pueda avanzar en una solución”.

En nuestra región, de acuerdo a la entrevistada, varios parlamentarios y sobre todo, muchos concejales recurrirían a este tipo de prácticas. Sin embargo, en otros lugares, como las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío, es muy poco frecuente encontrar a una persona que ocupe un cargo de representación popular que no recurra a las artes adivinatorias.  

Asimismo, expresa que suelen recurrir con la finalidad que sus familiares, sobre todo sus hijos, no se vean colateralmente afectados por ataques u opiniones de terceros o bien, por las ausencias en casa producto del trabajo en terreno.

La necesidad de los políticos de acceder a estos servicios viene dada, sobre todo, por una razón esencial que menciona Cecilia. 

Cecilia expresa que quienes ejercen cargos de representación popular suelen asesorarse o acompañarse de personas que intentan protegerles, creando una especie de “coraza”, que termina por restarles autonomía al momento de tomar sus decisiones.

De acuerdo a sus palabras, “hay que sacarse la venda de que hay mucha maldad y veleidad. Hay una envidia a manos llenas, gigantesca. Si ven a una persona que no tiene mucho dinero, pero sí cabeza y corazón, que es un buen prospecto y puede avanzar, son capaces de hacerle las mil y una. Con tal que esa persona no avance, pueden regalarle muñecos vudú, hasta tirarles tierra de cementerio”.

"La mayoría de los políticos sí tiene buenos amigos, pero cuando tú estás en algo así, lamentablemente debes desconfiar de todo”. Cecilia Cárcamo Kovačić​, tarotista y vidente.

POLÍTICOS REGIONALES NO CONFÍAN EN LA ADIVINACIÓN

Consultados por el tema, políticos de nuestra región, como la senadora Adriana Muñoz (PPD) y los diputados Juan Manuel Fuenzalida (UDI) y Francisco Eguiguren (RN), no esconden su interés por el tarot, aunque aseguran que no han recurrido a él ni en casos personales ni para tomar decisiones propias de su trabajo legislativo.

Fuenzalida asegura que “el tema esotérico me gusta, me apasiona, dentro de mi religiosidad, pero lo hago en mi actuar privado, como una salida del alma. Trabajo más mi yo interno, que me permite estar equilibrado para hacer mi trabajo. Cada uno se forja y se construye su futuro”.

Aunque manifiesta que ha estudiado sobre estos temas, el diputado Eguiguren aclara que sólo lo ha hecho por curiosidad. El parlamentario afirma que jamás utiliza las artes adivinatorias para predecir su futuro o tomar decisiones, aun así “respeta mucho” a quienes lo hacen y cree que es decisión de cada uno el utilizar el esoterismo como una forma de ver y proyectar su vida.

Si bien expresa que gusta del Tarot, sobre todo como herramienta de crecimiento personal, la senadora Adriana Muñoz comenta que “uno tiene que confiar en uno mismo, en lo que hace, en la capacidad de trabajo y sobre todo, en la seriedad”. Pero es clara en afirmar que nunca ha recurrido a las artes esotéricas para tomar decisiones.

Sólo la curiosidad ha llevado a la concejala Jocelyn Lizana (Evópoli) a leerse las cartas, “en alguna actividad de manera gratuita cuando me lo han ofrecido”. Lizana, más que creer en las artes esotéricas siente que la única fuerza sobrenatural en la que confía para tomar sus decisiones y enfocar su trabajo es Dios, además de la fuerza que encuentra en su interior. También es vital para la concejala escuchar a los que la rodean, porque “la familia, los amigos y los que te quieren son los que te dan los verdaderos consejos”.

Tampoco se manifiesta asiduo a estas prácticas el diputado comunista Daniel Núñez, quien asegura que “jamás he recurrido a servicios de tipo esotérico.  Alguna vez, una amiga me vio el tarot, pero eso en forma voluntaria y sin cobrarme, pero fue más que nada para ver cómo funcionaba”. Núñez precisa que no cree en fuerzas sobrenaturales ni tampoco en el azar, sino que “en que uno las cosas se las gana con esfuerzo y no por la suerte, actos mágicos ni divinos”.6501Ri

 

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