Bancos de Sangre en la región esperan más donadores voluntarios para salvar vidas

Con ejemplos que ilustraban la cantidad de sangre que requiere una persona en caso de verse involucrada en situaciones que comprometan su vida como partos complejos, accidentes de tránsito, y diagnóstico de enfermedades oncológicas o hematológicas, personal médico del Hospital de La Serena hizo un llamado a la población de la región para que de manera voluntaria se acerquen al Banco de Sangre a donar.

Esta acción puede salvar hasta tres vidas, según explicó Edgardo González, director del recinto de salud, quien estuvo presente en la intervención urbana organizada en el bandejón central del Museo al Aire Libre, en conmemoración del Día Mundial del Donante de Sangre, celebrado el 14 de junio.  

“La idea de motivar a la sociedad en la donación voluntaria, porque lo que se busca a nivel país es llegar a una tasa de 20 donantes por cada mil habitantes, pero aún estamos lejos de eso, alcanzamos entre los 13 o 15 donantes”, apuntó.

González explicó que la mayor cantidad de donaciones son por reposición, es decir, por un familiar o un conocido de un paciente que requiere sangre para su recuperación.  

“Allí hay un fuerte componente afectivo, solidario, pero lo que la gente muchas veces no sabe es que con su donación puede salvar hasta tres vidas y por eso hay una fuerte campaña con la juventud, con algunas agrupaciones educativas y estamos convencido que podemos ser parte de una sociedad más solidaria”, señaló.

En tanto Daniela Zavala, tecnólogo médico encargada del Banco de Sangre del Hospital de La Serena, destacó que en promedio, una de cada siete personas que ingresa a un centro de salud por las razones que sea necesita sangre.

“(…) En el año 2018 los donantes voluntarios llegaron al 12% en el hospital, todo el resto fueron de reposición. Sin embargo, la sangre de los primeros es la más segura para nuestros pacientes porque son personas educadas en el tema y tienen menor prevalencia de microorganismos patógenos, así que nuestros esfuerzos se enfocan en poder captar más”, acotó.

Un acto que marca vidas

Juan fuentes tiene de 33 años de edad y relató a El Día que su primer contacto con un Banco de Sangre fue cuando acudió porque un amigo que estaba internado en el Hospital de la Universidad de Chile en Santiago requería de su ayuda.

“Cuando supe que podía ser donante habitual no dudé en hacerlo porque esta sangre también le sirve a pacientes de otras ciudades. Ser donante significa tener el acto de voluntad y segundo ponerme en el lugar de la persona que está necesitando de mí”, expresó.  

En la misma línea se manifestó Fabián Arancibia de 32 años y quien en un período de 2 años recibió transfusiones de sangre constantes, producto de una enfermedad llamada aplasia medular, que le diagnosticaron a sus 19 y que genera un tipo de anemia muy severa.

“En un principio el tema de la donación es algo que uno ve muy lejano hasta que algún familiar o uno mismo requiere sangre por accidentes de tránsito, alguna enfermedad u operación. Esa es una forma de crear conciencia, pero cuando un paciente es crónico y necesita constantemente donadores es muy difícil mantenerlo en el tiempo. Uno puede pensar que todo se puede comprar, pero al final la sangre es vida y ésta no se puede comprar”, sostiene. 6101i