El domingo 7 de abril Claudio Agurto, un sociólogo de 51 años de edad sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras participaba en la Maratón de Santiago. En la actividad no había a disposición un Desfibrilador Externo Automático (DEA) que permitiera practicarle a tiempo maniobras de reanimación para eventualmente salvar su vida, y tampoco en la ambulancia que lo trasladó a una clínica de la capital. El hombre finalmente murió.
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Por esta razón, el Municipio de Coquimbo defiende el programa pionero que se desarrolla en la comuna desde hace año y medio, cuando comenzó la entrega de estos implementos en distintos centros de salud y ciertos espacios concurridos, pero que a partir de este viernes se extiende formalmente a sitios con alta afluencia de público como recintos deportivos, plazas y playas de la localidad.
“Este es un programa innovador, único a nivel nacional, y ya tenemos un año y medio trabajando, así que solo esperamos la pronta promulgación de la ley para hacer convenios con diferentes instituciones”, Marcelo Pereira, alcalde de Coquimbo
Desde el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, donde se dejó un desfibrilador portátil para prestar ayuda en caso de cualquier emergencia, el alcalde Marcelo Pereira ofreció detalles sobre el programa llamado Coquimbo Cardioprotegido.
“(…) Nosotros estamos empoderando a la comunidad, les estamos entregando capacitación y las herramientas necesarias. Así como hoy quedó instalado un DEA en el estadio, queremos en los próximos meses dejar uno en la Plaza de Armas, en el Puerto de Coquimbo, el Estadio de La Pampilla, en las caletas y en otros lugares donde se puedan ocupar. Esta tecnología puede ser la única posibilidad para que una persona pueda sobrevivir frente a una muerte súbita”, acotó.
Aparato fácil de usar
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Chile. En palabras del alcalde Pereira, la idea es contribuir con el resguardo de la salud y contar con el equipamiento necesario para que cualquier persona pueda reaccionar ante una emergencia.
“Existen antecedentes en países desarrollados en Estados Unidos o Europeos donde niños de cinco años ocuparon un desfibrilador y salvaron la vida de un adulto. Es un instrumento fácil de utilizar, porque va guiando en voz alta todos los pasos que se tienen que seguir y es importante que la gente rompa el miedo a ocupar este tipo de dispositivos”, apuntó.
Gran interés por tener acceso a estos aparatos
El vocero comentó que el financiamiento para adquirir los desfibriladores portátiles es netamente del municipio, a través de un proyecto que partió en el año 2017 y fue ejecutado en 2018.
Actualmente, son 28 los dispositivos que funcionan en distintos lugares de la comuna y ya tienen 11 más para ponerlos a disposición de la comunidad.
“Este es un programa innovador, único a nivel nacional, y ya tenemos un año y medio trabajando, así que solo esperamos la pronta promulgación de la ley para hacer convenios con diferentes instituciones”, agregó.
28 desfibriladores externos automáticos están funcionando en la comuna puerto
Por su parte el deportista Miguel Rojas García, quien tiene discapacidad motora, manifestó que es una excelente iniciativa contar con un desfibrilador en el estadio, pues es un espacio donde muchas personas van a entrenar y así se puede atender más rápido cualquier emergencia por si una persona se desploma o sufre un paro cardíaco.
“No lo sé utilizar aún, pero según las instrucciones que dio el alcalde no es difícil hacerlo. Además, al encenderlo va dando indicaciones de cómo utilizarlo, así que es una gran ayuda”, resaltó. 6101i
Senado aprueba Ley del Desfibrilador
El jueves 11 de abril, el Senado aprobó la ley que obliga a centros comerciales, colegios, estadios, casinos de juegos, hoteles, terminales, estaciones de buses o de metro a contar con desfibriladores externos. Su ubicación debe estar debidamente señalizada para que cuando sea requerido, pueda ser utilizado sin inconvenientes.
La presencia de este dispositivo hace posible recuperar a una persona que sufre un infarto cardíaco el 70% de las veces.
Los espacios masivos tendrán seis meses para cumplir con la ley e instalar el desfibrilador para disposición de los usuarios.