Investigador peruano creó dieta vegetariana para tratar graves enfermedades

Nimer Simeón es un investigador peruano en Genética Humana reconocido ampliamente en su país. Ha dedicado su vida al estudio del ADN y la forma de cómo debe alimentarse el ser humano de acuerdo a principios bíblicos. 

Estuvo de visita en la región de Coquimbo para entregar diversas charlas sobre su propuesta alimenticia, la cual le sirvió para sanar a su padre hace más de 20 años de un cáncer al colon en estado terminal.

Explicó  al equipo de El Día que para él siempre ha sido importante mantener una buena calidad de vida, por eso desde muy pequeño leía libros de medicina; sin embargo, el impulso que lo llevó a involucrarse por completo con el mundo de los estudios científicos en pos del bienestar humano, fue el anuncio de la enfermedad de su padre. 

“Esto comenzó producto de una experiencia que tuve (1995), pues en aquel tiempo le detectaron a mi padre de 85 años un cáncer terminal al colon. En primera instancia buscamos apoyo en el sistema de salud de Perú, pero como ya estaba muy avanzada la enfermedad no pudieron ayudarnos”, relató Simeón. 

Desde allí comenzó con un proceso de observación de la enfermedad, la cual trató con una dieta equilibrada basada en plantas y frutos naturales. “Está inspirada en un escrito de Exequiel en el 4/9 dice que <toma tu trigo, avena, cebada y mijo más lenteja y habas>.Encontré un equilibro, entonces dije que si sigo esto voy a descubrir un pH correcto”, añadió.

ALIMENTACIÓN SANA

Pasado 6 meses de tratamiento, su padre comenzó a mostrarse con más energía y ánimo para realizar actividades. Todo gracias a una alimentación a base del 50% de verduras, 30 de cereales y tubérculos y sólo un 20% de proteínas. Con el tiempo su progenitor se  recuperó y la terapia denominada “Fibro-Dietética” quedó a su disposición para aplicarla en quienes la necesiten. 

Hasta ahora, ha recorrido diversas partes de Europa, África y Latinoamérica dando a conocer su propuesta para cambiar la estructura alimenticia basada en la información del ADN.

A Chile, llegó por primera vez a la ciudad de Coquimbo en 1998 y por la que guarda un especial cariño, ya que según cuenta, fue desde allí donde saltó al mundo y se hizo reconocido mundialmente. 

A su vez, la gente comenzó a solicitar su atención, a raíz de haber curado a su padre. “Las personas llegaban con diagnósticos fatales, entre ellas personas con cáncer e incluso VIH, y pues yo les decía que lo primero que íbamos hacer era cambiar la dieta alimenticia, les hacía un seguimiento, asistía sus casas, las educaba en la forma de comer”, narró Nimer Simeón.