Han sido días noticiosos en cuanto a la posibilidad de adquirir prontamente una vacuna efectiva para combatir el SARS-CoV-2.
Se trata de una carrera entre las farmacéuticas por encontrar la cura a la pandemia más grande de los últimos 100 años y donde están compitiendo más de 200 vacunas experimentales, con diversas tecnologías en todo el mundo, pasando algunas de ellas a la fase 3.
Las más avanzadas y prometedoras son en base al ARN mensajero, donde están Pfizer y Moderna.
La de BioNTech-Pfizer anunció esta semana que busca la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para adelantar su distribución este año, ya que los resultados provisionales de la fase 3 demostraron un 95% de eficacia.
Mientras que Moderna, con un 94,5% pretende desarrollar 20 millones de dosis antes de final de año.
Respecto a las vacunas de vectores virales, AstraZeneca anunció esta semana que su vacuna causa pocos efectos secundarios e induce respuestas inmunitarias en todos los grupos etarios del ensayo, incluyendo adultos mayores.
También están aquellas en base a adenovirus, que están en distintas fases de pruebas, como Johnson & Johnson, la china CanSino Biological y la rusa Sputnik V.
Por otra parte las de Sinovac, Sinopharm y la india Bharat Biotech son las que apuestan por tecnología del virus inactivado, es decir, la forma más tradicional de vacunación.
Finalmente está la Novavax, vacuna de proteína recombinante que inicia sus ensayos durante este mes de noviembre y espera resultado para el primer semestre del 2021.
Pese a estos avances la Sociedad Chilena de Infectología llamó a la cautela y a mantener las medidas preventivas, puesto que la pandemia no se ha acabado y podría generarse una falsa sensación de seguridad en la población.