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El Día
La autoridad visitó el colegio Isabel Riquelme de Las Compañías para lanzar el programa Crecer en Movimiento, dirigido a estudiantes de prekínder y kínder. La iniciativa se implementará de manera progresiva en 40 establecimientos educacionales de la zona.

El buen nivel de actividad física que se registra en la región no es suficiente para eliminar las preocupaciones por los altos índices de obesidad y sobrepeso existentes entre la población infanto-juvenil, -especialmente en los estudiantes de quinto básico-, y ante el bajo consumo de frutas, verduras, pescados y mariscos que se evidencian en la zona, pese a ser productores de dichos alimentos. 

Una diagnóstico preliminar entregado a El Día Radio por la Secretaria Ejecutiva del sistema Elige Vivir Sano, Daniela Godoy, quien lideró varias actividades durante su  visita este lunes para evaluar el panorama regional y reforzar una serie de medidas que buscan generar un cambio de hábitos en la ciudadanía, porque si bien la desnutrición en Chile es de 0,3%, -muy por debajo del 9,6% que se presenta en América Latina y el  Caribe-, la tasa de obesidad es de 25,1%, mucho mayor que la de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 19,5%.

En este contexto, una alimentación saludable, la actividad física, el disfrute al aire libre y la vida en familia, son los cuatro pilares fundamentales del programa, pues a través de ellos “se podría evitar la obesidad”.

Godoy estuvo en la escuela Isabel Riquelme de Las Compañías para dar el vamos al programa Crecer en Movimiento, que busca fomentar el ejercicio en pequeños de prekínder y kínder, y que se implementará progresivamente en 40 establecimientos educativos de la región, lo que beneficiará a cerca de mil niños.

Este circuito deportivo  implementado por el Instituto Nacional del Deporte, incluye diferentes estaciones de trabajo en equipo y ejercicio entretenido, para motivar a los niños de entre 4 y 6 años a mantenerse activos. La primera actividad de este tipo en la región se realizó en el Colegio Sagrados Corazones de La Serena.

En una primera mirada a la situación regional ¿con qué se ha encontrado?

“Nosotros trabajamos con los observatorios regionales, porque la realidad de cada localidad es muy distinta. En algunas tenemos alto consumo de frutas y verduras pero en otras no. En ciertas regiones hay problemas para incentivar la actividad física, pero en otras es mucho más complicado el tema de la obesidad. También buscamos implementar el sistema intersectorial, que se está trabajando desde hace tiempo con la Seremi de Desarrollo Social. Y por último queremos priorizar nuestras medidas de acuerdo a la realidad regional.

Lo que hemos estudiado es que si bien Coquimbo  es una de las regiones que más actividad física practica y que hay una oportunidad muy importante de poder fortalecer esto con la familia, algunos temas que nos preocupan, como que hay un alto índice de obesidad y sobrepeso en escolares, con énfasis en los de quinto básico (…) y lo otro que también hemos detectado es que se consume un bajo nivel de frutas y verduras, así como de pescados y mariscos. Entonces, podemos hacer harta actividad física, pero también es importante mantener una alimentación saludable”.

¿Por qué cree que hay obesidad en niños y jóvenes, fundamentalmente en alumnos de quinto básico? ¿Cuáles son los motivos?

“En general, a nivel nacional se produce este fenómeno que los niños comienzan a subir de peso alrededor de los 7 u 8 años, porque cuando pasan a primero básico tienen más opciones de comer alimentos no tan saludables. Esto también pasa por la necesidad de concientizar y promover un mayor consumo de frutas y verduras, además de implementar políticas públicas con los distintos sectores y servicios”.

Pero también se trata de un asunto familiar, o es porque los niños tienen fácil acceso a la comida chatarra…

“La obesidad, la alimentación y la actividad física dependen de muchos factores. Es imprescindible el rol de las familias, pero también hay otros puntos a tomar en cuenta y como Estado debemos potenciar que haya más oportunidades para tener a disposición alimentos más sanos y hacer más actividad física, en eso tenemos que focalizarnos”.

¿Cuál es la fórmula que tienen ustedes para que desde los mismos establecimientos educacionales se vaya fomentando la actividad física?

“En materia escolar nosotros tenemos dos grandes aliados. El primero es la Junaeb, porque desde allí se entregan los almuerzos escolares, que tienen que ser más saludables pero a la vez muy ricos. Es muy importante que les gusten a los niños y por eso estamos trabajando con el laboratorio gastronómico,  para poder mejorar el sabor de los almuerzos y colaciones, así como la presentación de las preparaciones.

Otros aliados son el Ministerio y el Instituto Nacional del Deporte, que manejan la parte de actividad física para potenciarla en los colegios, especialmente en los primeros años. El programa que iniciamos hoy en la escuela de Las Compañías está focalizado en prekinder y kínder, así que vamos a estimular el hábito a través del juego activo, una estrategia que también se puede complementar con la familia, cuando llevan a los menores a parques y plazas, a los espacios costeros para hacer caminatas, jugar o trotar después del horario de clases”.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan?, porque muchas personas percibe que la comida sana es costosa

“Tenemos muchos desafíos porque la obesidad viene en aumento en nuestro país. Si bien en el pasado tuvimos problemas de desnutrición ahora lo que hay es malnutrición por exceso. Entonces en el fondo es un problema que se debe abordar con políticas públicas de largo plazo y eso ya es un desafío enorme”.

Lo que sí, es que en materia de alimentación y actividad física hemos visto algunos cambios. En el 2010, durante el primer Gobierno del presidente Sebastián Piñera se creó el programa Elige Vivir Sano y desde ahí se viene impulsando otro tipo de políticas como la Ley de Etiquetado y Alimentos. La buena noticia es que hay mayor actividad física, no tanta como nos gustaría, y en cuanto a la alimentación, hace poco un estudio reveló que las personas están haciendo más preparaciones en sus casas, así que también estamos a favor de la cocina en familia, porque se pueden buscar recetas económicas, saludables para crear hábitos desde el inicio”.

Queda entonces una deuda pendiente con la educación hacia las familias para que sean el soporte de niños más sanos…

“El rol de la familia es vital, ya que la obesidad es un tema muy difícil de superar si es que no tenemos el apoyo de los seres queridos, así que esto es compartido. En las actividades a las que asisto las personas me preguntan cómo pueden cambiar sus hábitos, ya que les cuesta mucho y siempre les recomiendo que  partan por algo en concreto, cosas simples como sacar el salero de la mesa, no echarle sal a las comidas antes de probarlas, utilizar menos azúcar, cocinar en la casa y comprar en las feries libres. Además, los fines de semana salir en familia a la plaza, estar activos, no quedarse viendo televisión o haciendo otras cosas más sedentarias”.

 

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