Mientras en Tierras Blancas en la feria libre del día miércoles se apreció una gran conglomeración de personas y no había control de quienes llegaron al lugar, en la feria del sector de la Avenida Costanera de Coquimbo, donde se controlaba la temperatura y autorizaciones para desplazarse, la poca gente que iba ingresando podía mantener la distancia y no hubo tumultos, como ocurría en época de normalidad.
En el caso de Coquimbo, el director de la Feria Frutos del Norte, Herman Garviso, que funciona bajo techo, valoró las fiscalizaciones que realizan funcionarios de las Fuerzas Armadas, ya que les ha permitido poder funcionar en orden y minimizar los riesgos.
Ellos mismos han dispuesto de una persona que controla la temperatura a los clientes que llegan y les rocía las manos con alcohol gel.
Asimismo, quienes llegan a comprar van entrando en la medida que otros van saliendo del recinto.
“Con este control y como funcionamos no tenemos miedo a contagiarnos ahora, el descontrol estaba en la feria de las pulgas, pero ya no están”, Luis Tapia, feriante de la feria frutos del norte de Coquimbo.
“En esta feria venimos tomando la temperatura desde hace un mes en el acceso principal. Cuando todavía no comenzaba la cuarentena teníamos dos accesos abiertos, ambos con toma de temperatura, con alfombra de piso con amonio cuaternario para los pies, pero cuando empezó la cuarentena solamente nos permitieron una entrada. Además, personal militar ha venido desde el domingo todos los días que nos instalamos, también la PDI y gente de salud”, menciona Herman Garviso, quien reconoce que en algún momento les cerraron el recinto hasta cumplir a cabalidad con todas las normas, aunque aclara que las aglomeraciones se producían por la feria de las pulgas que se instalaba en los alrededores y que ahora tiene prohibición de instalarse, con lo que mejoró todo.
No obstante, los comerciantes del recinto indican que las ventas le han bajado por lo menos en un 50%. Así lo confirma Luis Tapia, feriante hace más de 30 años. “Las ventas nos han bajado a todos como en un 50%” dice.
Referente a los controles establecidos considera que está bien, ya que hay que prevenir al máximo los contagios. “Con este control y como funcionamos no tenemos miedo a contagiarnos ahora, el descontrol estaba en la feria de las pulgas, pero ya no están”, afirma.
Una situación distinta se ha dado en la feria de Tierras Blancas, donde con un solo día de diferencia, las aglomeraciones eran evidentes, no había control de distancia, tampoco toma de temperatura. El presidente de la Junta de Vecinos, Jorge Naveas, dice que han solicitado fiscalizaciones en la delegación municipal, porque entienden que es un punto de alto riesgo de contagio.
“Nosotros nos entendemos con el delegado municipal, porque con el alcalde no nos reunimos y a él le hemos transmitido las preocupaciones que tenemos por la pandemia. Reuniones no hemos tenido, pero se ha hecho en forma individual, porque como dirigentes nos preocupa, más aún cuando Tierras Blancas es el mayor foco de contagio en Coquimbo. Por eso, para nosotros es indispensable que haya más control, especialmente en la feria donde se junta mayor cantidad de gente”.
En tanto, Clara Arias, residente del sector dijo que “en la feria no se ha notado que estamos en cuarentena, no hay ninguna diferencia, se llena y nadie controla nada”.