A raíz del último caso de violencia que terminó con la vida de Antonia Garros, quien presionada por los episodios de violencia que sufría por parte de su pareja, Andrés Larraín, se lanzó del edificio de su pareja en la ciudad de Concepción. Pese al hecho, Larraín quedó en libertad y no está en calidad ni de sospechoso ni de imputado, quedando sin sanción alguna, ya que la ley de Violencia Intrafamiliar no considera el pololeo.
Ante este hecho la ONG “Parejas Sin Violencia” hizo un llamado a la autoridad a fin de agilizar el proyecto de ley que sanciona la violencia en el pololeo y que, además, hace más de un año y medio, descansa en el Congreso.
Mariana Madariaga, Directora de la ONG “Parejas Sin Violencia”, aseguró que sigue existiendo personas que mantienen el miedo a denunciar por el temor a las recriminaciones.
“Es momento, como siempre lo hemos sostenido, de legislar en la materia y reconsiderar de una vez por todas el proyecto de ley que hace más de un año y medio está olvidado en el congreso. A nosotros nos parece súper bien que se levanten estos proyectos, pero el problema es que seguimos discutiendo, ya llevamos 3 años, vamos para el cuarto hablando que se debe incluir en la legislación la violencia en el pololeo pero no se están tomando las medidas concretas, creemos que esto requiere suma urgencia, no es un tema de seguir discutiendo”, afirmó.
Antes de la promulgación de la ley de Femicidio, la ONG pudo constatar que el 10% de la mujeres que ha muerto en manos de parejas, fue en contexto de relaciones de pololeo (noviazgo) y ex pololos. “Sin embargo, estos femicidios, no son considerados como tales por la ley actual, que está centrada en las parejas en contexto de Violencia Intrafamiliar. Vale decir, en parejas establecidas, que conviven o tienen un hijo en común. Ello, trae consigo penas bajísimas, incluso sólo multas, lo que genera una inseguridad en las mujeres agredidas, incluso en desistir a hacer la denuncia, el agresor queda libre y no es sometido a ningún tratamiento sicológico”, aseguró Madariaga.
En la actualidad, cada vez son más las personas que son testigos de hechos de violencia, grabando a los involucrados. Ante esta situación la experta afirma que el llamado es que, mientras no peligre tu vida, es tratar de intervenir y llamar a Carabineros, “independiente de lo que pase, ahí hay una agresión física que están penalizadas, es un delito golpear a una persona”, dijo.
Pese a que las cifras no son claras la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG), Marcela Carreño, asegura que constantemente están trabajando y haciendo el llamado para que las mujeres denuncien.
“Lo que nosotros hacemos es reforzar y fortalecer el llamado en cada instancia de que las mujeres que estén recibiendo violencia psicológica, física, económica, sexual puedan acercarse al Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, pero también a otras instituciones con las cuales puedan tener más cercanía”, indicó.
Carreño además recalcó que siempre han señalado que la violencia física es una expresión más dentro de todas las violencias existentes y que siguen insistiendo en la urgencia de legislar.
Programas del SernamEG
El Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género cuenta con programas que incluyen la orientación psicosocial, jurídica e intervenciones.
“Nosotros hacemos el diagnósticos cuando cada mujer acude a los centros, dirección regional o a través del fono ayuda, ahí nosotros evaluamos la situación de riesgo para descartar si se requiere una intervención más urgente, como él resguardo de la vida. Cuando hacemos esta evaluación de riesgo vamos despejando el nivel y ahí vamos orientando nuestra ayuda si va a casa de acogida o centro de atención nuestro”, sostuvo la directora de SernamEG. 5701i
Señales en las que hay que poner atención
La directora de la ONG “Parejas Sin Violencia” sostiene que lo más importantes es entender que la violencia no es sólo la violencia física. Algo que muchos de los jóvenes confunden y creen que la violencia es solamente cuando se llega al golpe.
“Entonces tienen que entender que hay otro tipo de violencia que es mucho más amplia y es que generalmente está centrado no solamente en agredir a alguien verbalmente, sino que en señales de control y poder, por ejemplo, cuando controla el teléfono, le pide la calve de las redes sociales, controla la manera en que se viste, con quien se junta, le hace escandalo porque se junta con una persona que a él no le agrada o no lo deja juntarse con los amigos o las amigas”, explica la experta.
Agrega que muchas veces estas jóvenes que están en situación de violencia “prefieren no juntarse más con las amigas porque le va a generar problemas con el pololo, entonces se alejan, por eso hay que estar atentos eso no es normal, eso es violencia”.
La directora del SernamEG también concuerda con las señales que reflejan una futura relación violenta como actitudes cotidianas que están normalizadas pero que al final terminan siendo signos claros de violencia.
“Si me revisa el celular, si me pide las claves, si se enoja o crítica por cada cosa que se hace, si busca excusa para ir a buscarme a cualquier lugar en el que me encuentre, eso no es normal”, afirmó.