A sus 31 años, Scarlet Valenzuela tiene todo su futuro por delante. Sin embargo, desde joven, debió enfrentar la preocupación de padecer una condición que afectaba su calidad de vida y que hoy, después de un largo tiempo, ha podido dejar en el pasado.
“Esto empezó hace 5 años, llevaba una semana con dolor en la costilla derecha, pensando que era algo muscular. Voy al consultorio, el doctor me examina y me dice que piensa que son cálculos a la vesícula, me hicieron una eco y ese fue el diagnóstico. Al principio, habían 2 o 3 alimentos que no podía comer, pero después todo me caía mal, empezaron a aumentar las crisis, eran dolores muy fuertes, si no llegaba al hospital a inyectarme, no se calmaban. Muchas veces llegué con mis 3 hijos porque mi esposo trabaja en faena por sistema de turno y era muy complicado”, relató.
Scarlet jamás imaginó que podría resolver su problema de salud en medio de la mayor crisis sanitaria del último siglo. Y es que después de años, finalmente vio una luz de esperanza, al ser operada en el Hospital de La Serena mediante una colecistectomía, una intervención que permite extraer la vesícula biliar y sus cálculos, lo que tiene grandes beneficios para los pacientes, al prevenir dolores, derrames biliares, inflamaciones del páncreas e incluso, cáncer. Alrededor del 37% de las chilenas mayores de 20 años presentan litiasis vesicular o Colelitiasis.
Hospitalizada en el dispositivo modular del establecimiento serenense, Scarlet agradeció esta nueva oportunidad para vivir mejor y llamó a que otros pacientes pierdan el medio de atenderse o asistir a sus cirugías durante esta nueva fase de la emergencia sanitaria. “Yo creo que para cualquier persona es primordial poder comer y que los alimentos no te caigan mal, yo ahora voy a poder alimentarme de muchas más cosas sin sentir esa molestia o temor de comer algo que me pudiera producir dolores. La verdad, es muy lindo el lugar, me han tratado súper bien, me tomaron el examen del COVID y es todo bien seguro, el personal es muy simpático y no se corre ningún riesgo. Nunca me imaginé que me iba a operar en este momento y menos que iba a ser tan rápido el proceso”, afirmó.
Proceso paulatino
Desde el mes de noviembre, el Hospital de La Serena comenzó un proceso paulatino y progresivo de reactivación de aquellas cirugías programadas que debieron ser postergadas por motivos sanitarios de seguridad durante la crisis. Para ello, ha sido fundamental el arduo trabajo de la Unidad Pre-Quirúrgica del recinto, un equipo que nació en 2019 para optimizar las camas y pabellones del añoso nosocomio y que este año, ha debido reinventarse para enfrentar los desafíos de la pandemia.
En la actual fase epidemiológica regional, han comenzado la intensa labor de contactar pacientes, coordinar la toma de exámenes y gestionar la realización de sus esperadas operaciones. Una importante labor si pensamos que en La Serena, se encuentra el hospital que resuelve el 70% de las patologías GES (Garantías Explícitas en Salud, ex AUGE) de toda la región, tratando 67 de las 85 que incluye este sistema garantizado por ley.
“Nosotros manejamos la lista de espera quirúrgica y vemos la coordinación de todos los pacientes programados, quienes se preparan con todos sus exámenes preoperatorios, se les toma PCR y tienen que estar listos para que una vez que estén en tabla, no sean rechazados ni suspendidos por ningún motivo y puedan resolver sus patologías”, comentó Constanza Beltrán, enfermera de la Unidad Pre-Quirúrgica de La Serena.
Desde el inicio de la emergencia, este equipo lleva más de 1.300 pacientes contactados, a los que se les ha aplicado una encuesta para revisar si tienen algún síntoma respiratorio que pudiese asociarse a COVID-19, quienes no los hayan presentado, pasan a la segunda etapa y se les toma el examen de Coronavirus en el mismo recinto asistencial u otros centros de salud a lo largo de la región.
Cirugías de emergencia, una labor que no ha cesado
Resulta importante señalar que si bien las cirugías programadas debieron ser postergadas por la pandemia en el Hospital de La Serena como en la mayoría de los recintos asistenciales del país, las intervenciones quirúrgicas de urgencia y oncológicas siguieron realizándose en el establecimiento serenense durante todo el 2020.
“Nunca se dejó de operar en nuestro establecimiento, siempre se dio prioridad a los pacientes con cáncer y a las urgencias. Al avanzar en el Plan Paso a Paso, retomamos aquellos con patologías de lista de espera y GES, tales como cataratas, amígdalas y colecistectomías que estuvieron suspendidas. Se han generado planes especiales fuera de horario institucional, sábados y domingos también, para poder cubrir la demanda de intervenciones”, declaró la enfermera.
La nueva misión del hospital modular:
En agosto de este año, el Hospital Modular abrió sus puertas para descongestionar el recinto asistencial de La Serena y habilitar nuevas camas críticas en la fase más compleja de la emergencia a nivel regional. Hoy, su misión ha cambiado y ha pasado de ser un dispositivo de contingencia, a un recinto que tiene la gran tarea de aportar en la recuperación de la salud de la comunidad, mediante la reactivación de sus intervenciones quirúrgicas.
“A medida que bajó la circulación viral, los casos activos y los pacientes críticos, empezó a bajar nuestra demanda, para a mediados de octubre, tener un respiro. En el paso 2, planeamos lo que se nos venía, que implicaba que una vez que iniciara el desconfinamiento, se empezara a operar y resolver las listas de espera que se habían acumulado. Comenzamos a tener una participación intensa en dicha resolución y ahora en noviembre, en la preparación de pacientes que deben operarse”, explicó el doctor Rodrigo Barrera, médico encargado del Hospital Modular.
Por su parte, Beltrán indicó que desde hace algunas semanas, se implementó un nuevo equipo pre-quirúrgico en dicho recinto, “donde se están programando pacientes progresivamente, lo que nos ha ayudado mucho a descongestionar nuestra lista de espera como Hospital de La Serena, que se ha visto suspendida desde inicios de la pandemia”.
Según el doctor Barrera, existen muchos pacientes que por el paso del tiempo, cuentan con exámenes que ya se encuentran obsoletos o cuyas enfermedades han ido cambiando. “Estamos reconvirtiendo funciones del personal y espacios para prepararlos, actualizar sus exámenes, tomar PCR y revisar sus fichas, aprovechando esta ventana que nos da la pandemia para sacar la mayor cantidad de personas que están en lista de espera”, señaló.
Actualmente, el dispositivo modular tiene una ocupación casi del 100% y un 83% de los pacientes que ingresan, lo hacen para realizarse una cirugía. Unos 15 son dados de alta diariamente, en un espacio completamente seguro. “Los protocolos son bien rigurosos, siempre hemos sido un Hospital Modular libre de COVID-19, con aislamientos para pacientes con sospecha y circuitos de tránsito independientes. Así que es muy seguro y la infraestructura tiene estándares que permiten ofrecer condiciones seguras, al igual que en cualquier hospital de fierro y cemento”, finalizó el médico.