• Foto Referencial. Créditos: Nicole Muñoz.
Los integrantes del concejo revocaron su anterior decisión y otorgó el permiso a dos locales, Arcangel y El Fogón. No obtuvieron el permiso una botillería y el local Premium.

El Concejo Municipal decidió este martes en sesión extraordinaria analizar la apelación de cuatro locales los que no obtuvieron patentes de alcoholes. Tras un intenso intercambio de opiniones, se decidió revocar dos permisos caducos.

Entre los principales motivos que llevar al rechazo de los permisos municipales de estos locales fue la producción de ruidos molestos, colocar sillas en vía pública y la edificación en suelos destinados para otro uso.

Terminada la sesión, el alcalde Roberto Jacob indicó que respeta la votación de los concejales y todo el proceso se realizó ajustado a las exigencias de la ley: “las decisiones del Concejo son soberanas ya que cada uno votó a conciencia lo que creía mejor para La Serena. Yo solamente les presento los antecedentes y ellos deben decidir, independiente de lo que yo piense. El Concejo revisó caso a caso”. El edil enfatizó, además, que rechazar patentes de este tipo no ahuyentará de la ciudad a futuros emprendedores, argumentando que si cumplen con lo que se debe, no tendrán ningún problema para funcionar en la comuna: “esto no es nada nuevo. Cada seis meses se revisan los permisos. Todo se ve y se escuchan todas las opiniones, no solamente de los locatarios, sino que también de las juntas de vecinos, de Carabineros”

Caso Polémico

El caso expuesto en el Concejo que generó más discusión fue la instalación de una distribuidora de licores, ubicada en Cuatro Esquinas 1573, sector El Milagro de La Serena. La situación despertó las más diversas opiniones: el concejal Lombardo Toledo señaló en la sesión que revocar permisos después de haberlos concedido es una mala señal para el comercio, ya que se “ahuyenta a los emprendedores”, mientras que Lucía Pinto intervino diciendo que lamentaba que este expendio de bebidas alcohólicas “fuera aprobado en un lugar residencial”.

Finalmente, Robinson Hernández manifestó que ambas partes del litigio tenían argumentos de peso para defender sus posturas, razón por la cual apoyaba la idea de tomar una decisión que dejara a todos felices: “queremos que los vecinos vivan en paz y que las empresas pueden emprender negocios para generar empleo y mejorar la economía”.

Sobre la resolución del Concejo, Jacob indicó que, al revocar esta patente, a pesar de haber sido aprobada en conocimiento de las falencias del local, no se está incurriendo en falta en contra de ninguna de las partes, puesto que “la idea no es aprobar un local comercial a una persona y después decirle que no. Sabemos del esfuerzo que hacen para tener su emprendimiento, pero este caso fu distinto. El Concejo tomó una decisión de acuerdo al proceso de apelación que se hizo en contra de la caducidad de la patente, el cual fue rechazado”.

 

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