• Crédito: Nicole Muñoz
  • Desde el 2011 al 2015 la fundación aumento su nivel de dependencia del 64% al 96% esto hace que se necesite mayor dotación de cuidadoras para una cantidad más baja de abuelitos. Foto: Nicole Muñoz.
  • El hogar La Visitación de María, ubicado en avenida Cuatro Esquinas 523, El Milagro, La Serena recibe a los abuelitos más desvalidos de la zona sobre todo de sectores rurales de la capital regional, Canela, La Higuera y el interior de Ovalle. Foto: Nicole Muñoz.
  • La organización funciona principalmente gracias a la caridad, mantener a un adulto mayor cuesta casi 600 mil pesos. Foto: El Día.
Noventa y siete son los residentes que permanecen en la organización que se encarga de acoger y cuidar a los abuelitos más pobres y desvalidos del país. El objetivo de la fundación es entregar apoyo personal con espíritu de hogar y fraternidad, pero por sobre todo hacer que los adultos mayores se sientan parte de la sociedad.

"Todos seremos adultos mayores algún día, estar aquí es ver al prójimo como a un hermano que en estos momentos necesita de uno, así como nosotros en algún momento llegaremos a necesitar de los demás”, así resume su experiencia y trabajo en la fundación Las Rosas de la Región de Coquimbo su director, Leonardo González, quien asume que la sociedad tiene una deuda con los adultos mayores, los que a su juicio están muy olvidados. 

La semana pasada, la muerte de tres abuelitos de la Fundación Las Rosas, producto del contagio de la Influenza AH3 enfermedad respiratoria contagiosa causada por el virus del mismo nombre,  abrió el debate de cómo funciona la institución que se encarga de acoger a los adultos mayores más desvalidos del país. 

Y es que la enfermedad afectó a 37 abuelitos de la fundación quienes tuvieron que ser atendidos y hospitalizados en el Hospital de La Serena producto de la gravedad de la enfermedad. 

Esta situación dejó entrever ciertas falencias al interior del recinto según confirmó, el seremi de Salud, Rosendo Yáñez, quien señaló que el protocolo de aseo y la cantidad de cuidadores que deben estar a cargo de los abuelitos no se cumple al interior de la Fundación Las Rosas. 

Sin embargo, el director de la fundación, Leonardo González explicó que la dotación de cuidadores se maneja según el índice de Katz, el que corresponde al nivel de dependencia de actividades en la vida diaria, por ejemplo, si come solo, si es continente o necesita pañal, si camina solo o es necesario que una persona lo traslade, si tiene demencia y deambula, ahí se necesita de alguien que lo vaya a buscar y lo lleve al comedor, etc.

González explica que la organización realiza dos evaluaciones Katz al año, el último se hizo en el mes de octubre de 2016 el que reflejó un aumento en el índice de dependencia, es decir, se necesita una cuidadora cada menos adultos mayores. 

“Nosotros cumplimos la norma pero esta evaluación había sido reciente y nosotros programamos el año desde marzo en adelante, nos queda esta brecha de meses que en el fondo no estábamos cumpliendo porque el índice de Katz nos aumentó, pero justamente nos aumenta porque la población se nos ha ido envejeciendo mucho porque hay poca rotación de residentes”, explicó.  

Pese a que al interior de la fundación hacen todos los esfuerzos para mantener sanos, activos y contentos a los abuelitos, estos no están libres de enfermedades que pueden ser mortales como la que los afectó a comienzos de año. Según relata el director la alta afluencia de gente que visitó a los abuelitos en las fiestas de fin de año puede haber sido la causa del brote de la enfermedad.

Funcionamiento 

Para que un abuelito ingrese a la Fundación debe tener un informe social donde detalle si tiene familiares o no, si cuenta con su red de apoyo, si tiene casa, etc. 

Se necesita también un informe médico que detalle las patologías que tiene, los medicamentos que toma, a qué hora los toma, para continuar con el tratamiento. Es necesaria también la ficha social a nombre de la persona para verificar que realmente se está aceptando a una persona que está dentro de los márgenes de quienes más lo necesita.

Se requiere la última colilla de la pensión, que no sea superior a los 150 mil pesos, puede superar un poco el límite, eso se puede evaluar. Con todos los documentos, el adulto mayor entra a la lista de espera a nivel nacional donde existen más de mil personas. En la Región de Coquimbo la lista de espera bordea las 100 personas. 

“Los cupos se abren en la medida que fallezca una persona porque en el fondo aquí recibimos un adulto mayor y lo cuidamos hasta el último día de vida”, relata el director de la fundación.

Desde que un abuelito ingresa a la Fundación Las Rosas pasa a ser un residente, no un paciente, esto porque deja de ser pobre, tiene techo, calefacción, comida, buena atención, un ambiente limpio y digno para vivir. 

La organización funciona principalmente por la caridad y atiende a un total de 2.200 residentes en 30 hogares ubicados entre la Región de Coquimbo y Los Ríos. Para mantener a un adulto mayor se necesita cerca de 600 mil pesos por adulto, quien al momento de ingresar debe deja su pensión en manos de la organización,  la mayoría está cerca de los 90 mil pesos y un máximo de 150 mil pesos.

El Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) tiene un proyecto que subvenciona por dos años a una cierta cantidad de residentes por un monto cercano a los 50 mil pesos por residente, el resto se financia a través de los socios, amigos, colectas de la fundación y la venta de tarjetas.

En hogar La Visitación de María (Nº14), ubicado en avenida Cuatro Esquinas 523, El Milagro, La Serena residen abuelitos de Canela, La Serena, La Higuera y el interior de Ovalle, muchas de las personas son de zonas rurales. 

El Día a Día 

Los residentes comienzan su jornada diaria es eso de las 6:30 de la mañana, toman su desayuno todos juntos en el comedor, la organización trata que no permanezcan todo el día en cama para no deteriorar su estado anímico y motivarlos a estar con los demás residentes. 

De lunes a viernes cuentan con kinesiólogo durante la mañana donde se les hacen actividades grupales o individuales dependiendo la situación de cada uno.

A media mañana tienen una colación, después el almuerzo, a media tarde otra colación, la once a las 17 horas, y al final del día, cuando ya los están acostando, disfrutan de su cena.

Dentro de los profesionales están los terapeutas ocupacionales que se encargan de los residentes los días martes, miércoles y jueves, un kinesiólogo que les hace terapia a los 97 abuelitos del hogar de La Serena. Además, realizan diversas actividades como talleres de telares, mosaicos, que después venden en ferias navideñas o en la verbena de La Serena, así es como la fundación consigue dinero para mantener los talleres.

En los días especiales como Navidad, Año Nuevo y cumpleaños la fundación se encarga de desarrollar diversas actividades, en el caso de los cumpleaños se realiza una programación y se celebran a los festejados del mes en una fiesta especial. 
Cuando los residentes tienen familiares, estos vienen a visitarlos les traen torta y regalos, además aprovechan de compartir con los demás adultos mayores. 

Situación Actual 

Hasta esta semana sólo uno de los 37 que resultaron afectados por la influenza AH3, se mantenía con resfrío, todos los demás residentes están de alta y sin riesgo de resfrío.

En cuanto a las visitas se permitía sólo el ingreso de una persona por residente entre las 15:00 a 16:00 horas. 

¿Cómo Ayudar? 

En el caso de querer visitar y ayudar a la fundación es necesario coordinar la visita para no toparse con otra actividad, esto porque diversas instituciones como colegios, empresas, universidades, entre otras van al lugar para acompañar a los senescentes.

“La idea siempre es que nuestros residentes no estén aislados de la sociedad, si bien muchos de ellos tienen patologías cognitivas como la demencia o el alzhéimer tratamos que sigan estando inmersos en la sociedad porque no es justo que por padecer una enfermedad queden aislados y encerrados”, indicó el director.

La fundación no se trata de que los abuelitos queden aislados  y encerrados para nunca más salir, al contrario la idea es que el adulto mayor se sienta parte de la sociedad que hoy parece  tenerlos muy olvidados. 

“Aquí cuidamos con amor, con respeto, con dignidad al adulto mayor, desde que ingresa hasta el último día de su vida acompañándolo en el camino del encuentro con Dios, eso es de manera digna”, dice Leonardo González.

Lo que más recalca el director es que la gente no los olvide, luego que  son parte de la sociedad que avanza muy rápido, con mucha tecnología, ciudades poco amigables, calles no aptas para que el adulto mayor se desplace cómodamente. 

“Mi llamado es para que la gente se acerque a ser parte de la Fundación Las Rosas, nuestra tarea es querer al adulto mayor como si fuéramos nosotros mismos, porque en el fondo en unos años más seremos nosotros mismos”, recalcó. 

Para ser parte de la fundación, ser amigo, voluntario o donar dinero se debe ingresar a la página web de www.fundacionlasrosas.cl y llenar el formulario, también existe la posibilidad de visitar el hogar y hacer entrega de implementos necesarios para el adulto mayor. 

 

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