Madre Gregoria fue despedida por cientos de personas en la Catedral de La Serena

Un centenar de asistentes se congregaron esta mañana en la Catedral de La Serena para despedir a la madre Gregoria Cicarelli. El jueves pasado se dio a conocer la muerte de la fundadora del Hogar Redes, noticia que caló hondo en la Región de Coquimbo y en el país.

La santa misa fue presidida por monseñor René Rebolledo quien destacó la labor de la religiosa y entregó palabras de aliento e instó a continuar con la destacable labor de Cicarelli.

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En medio de la tristeza por la sensible pérdida, el sacerdote Ángel Leita dijo que la madre Gregoria sirvió a la iglesia y a la sociedad en tiempos difíciles.

“Dios suscita a ciertas personas y hace un llamado para un determinado apostolado, todos debemos buscar nuestro camino y ella lo buscó. Fue a la parte alta de Coquimbo, donde están los más débiles y marginados y comenzó su labor involucrando a religiosos y laicos”, precisó Leita.

“Su vida de extraordinaria fuerza seguirá guiándonos, iluminándonos y fortaleciendo nuestro caminar”, Verónica Collao, hermana mayor general de las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús

La hermana mayor general de las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús, Verónica Collao, se sumó a las palabras del padre Ángel y dio las gracias por haber sido testigo de la bondad de la madre Gregoria.

“Ella estaba convencida que la voluntad de Dios, por dolorosos que fueran algunos momentos, era el camino seguro hacia la santidad”, dijo Collao.

“Hoy conservamos en nuestra retina y en nuestro corazón su alma contemplativa en la acción, orante y atenta a la voz de Dios, una persona valiente y libre para amar como Jesús nos dice que debemos hacerlo”, agregó la hermana mayor.

Con profundo pesar, Collao declaró que “con mucha tristeza hoy nos corresponde, como sus hijas espirituales, llevar a cabo esta noble misión”.

El trabajo que Gregoria Cicarelli realizó por los niños más necesitados es un legado tangible en materia social que se expandió al resto del país y que terminó en la creación del Hogar Redes.

El 2015 en una entrevista que dio a El Día, la madre Gregoria admitió estar “contenta del quehacer y contenta de estar aquí (en Coquimbo)”.

En su discurso, la hermana Verónica Collao también reconoció la labor de la madre Gregoria, “su vida de extraordinaria fuerza seguirá guiándonos, iluminándonos y fortaleciendo nuestro caminar”.

“El legado más grande es su propio testimonio de vida, la capacidad y generosidad y de dejarlo todo sin reservarse nada para sí. De eso damos fe plenamente. Gracias por realizar una profunda experiencia junto a ella, una gran experiencia espiritual”, aseveró la hermana.

En la oportunidad, la hermana mayor confesó que la madre Gregoria solía decir “si no amanezco es porque mi esposo me vino a buscar. Y así fue como su amado Jesús la vino a buscar”.

“Gracias madre Gregoria, te llevaremos por siempre en nuestros corazones”, dijo.  

Una vez terminada la misa, el cuerpo de la madre Gregoria fue trasladado al Cementerio Católico de Coquimbo donde sus restos mortales descansarán en paz.