Emilio Pizarro ha trabajado duro por su subsistencia. Con casi 61 años ha sobrevivido a distintas crisis económicas, laborales y personales. Proviene de una familia minera que no ha dado tregua. Sin embargo, su vida se ha puesto en entredicho producto de una enfermedad muy habitual entre los trabajadores mineros y de la construcción, lo que le mantiene alerta y con constantes cuidados de su propia salud.
Hablar de silicosis para él es sin duda algo común, algo habitual, que le acompaña todos los días. Fue diagnosticado con esta enfermedad hace algunos años, lo que para él no es algo nuevo, ya que su padre falleció producto de esta afección cuando sólo tenía 53 años. “A mí me lo detectaron en Ralco, en la octava región, trabajando en una represa. Tuve un golpe en la espalda, me dañé la columna y debido a esos exámenes, me diagnosticaron la silicosis en el 2003. Ahí caí en manos de la Asociación Chilena de Seguridad, para luego ser indemnizado. Me dieron un 50,23% de incapacidad, por mis problemas a la columna y además la silicosis”, subrayó.
Sus primeros pasos fueron como pirquinero en Andacollo, junto a su padre. Luego se incorporó a las faenas. “Este es un cáncer a plazo para uno, y la familia lo sufre mucho. Yo lo digo a la gente joven que se preocupen de los temas de seguridad, porque si bien yo cumplí con todo aquello, ya era tarde para mí. Voy a cumplir 61 años, y mi padre murió a los 53. Creo que lo principal es prevenir, porque da pena ver partir a un ser querido siendo tan joven”.
A la silicosis están expuestos gran cantidad de trabajadores en nuestro país y en la Región de Coquimbo, donde más del 10% trabajan en el rubro minero, lo que por cierto preocupa.
En ese contexto, de gran importancia resultó la realización, durante esta semana, del seminario “Chile reafirma su compromiso con erradicar la silicosis”, instancia liderada por los ministerios de Trabajo y de Salud, y que se desarrolló conjuntamente en las quince regiones del país. En nuestra zona, se desarrolló en La Serena.
En la oportunidad, se dieron a conocer ponencias de diversos actores claves en cuanto a erradicar esta enfermedad, que es una de las misiones que ha buscado establecer el Plan Nacional de Erradicación de la Silicosis (Planesi) que tiene como objetivo acabar con esta afección catalogada como una de las más graves de origen laboral y que interfiere no sólo la calidad de vida de quien la padece, sino que también involucra un alto costo familiar y económico. Eso bien lo saben sus afectados.
Héctor Villanueva es otro de los hombres que han sufrido con las consecuencias de una enfermedad tremenda, y quien entregó su testimonio en el seminario que se desarrolló ante una masiva asistencia en dependencias del MOP. “Quise mostrar lo que nos esperaba si no tomábamos medidas frente a esta enfermedad. Yo quise mostrar la diferencia entre un pulmón enfermo y un pulmón sano, además de la experiencia que significó ver a mi padre casi secarse producto de esta enfermedad. Es un proceso lento y complicado. El pulmón se endurece, se expande poco, viene la falta de apetito y la persona inevitablemente muere. Él era un pirquinero que trabajó mucho en distintas partes, y por esto se explica lo de su enfermedad, ya que se da sobre todo en quienes trabajan con los implementos mínimos”, señaló.
IMPORTANCIA DE
LOS DIFERENTES
ACTORES
Es evidente que son varios los responsables de que se comience a enfrentar de una mejor manera esta enfermedad crítica, que tiene cifras regionales que no se pueden dejar pasar.
En nuestra región, la presencia de sílice en los lugares de trabajo es preponderante, principalmente porque somos una región minera y un porcentaje importante de la fuerza laboral ocupada en la región trabaja en este rubro. También hay que considerar que en nuestra zona existe un alto porcentaje de desarrollo inmobiliario, obras donde la polución también toma parte.
Tampoco hay que olvidar que, según datos de la Compin, entre el 2009 y 2015, en la región se han diagnosticado 143 trabajadores con silicosis. El año pasado, se consideró dentro del Decreto Supremo 594 a la sílice como cancerígena, lo cual antes no estaba establecido en la normativa.
La seremi del Trabajo y Previsión Social, Tarcila Piña, se refirió a la importancia del plan de erradicar la silicosis de cara al 2030, sobre todo pensando que se trata de una estrategia descentralizada y nacional. “El Gobierno ha ratificado su compromiso en esta materia. Es la enfermedad profesional que más muertes causa en el país, que se transforma en una fibrosis pulmonar y degenera en un cáncer. Por esto, queremos capacitar a los trabajadores, para generar una cultura de prevención y no tener que lamentar nuevos afectados. En la región estamos muy expuestos, pues sabemos que la minería y la construcción son los rubros más importantes en materia productiva en la zona. Tenemos una mesa regional tripartita que está trabajando en esta materia, donde nos juntamos con la Seremi de Salud y el Instituto de Seguridad Laboral, que generó un curso para monitores”, subrayó.
Bajo esa misma premisa, el seremi de Salud, Rosendo Yáñez, recalcó que este plan “está enmarcado en los planes de la OIT y la Organización Mundial de la Salud. Somos una región minera, pero también tenemos casos puntuales como en Combarbalá, donde se desarrolla la artesanía en la piedra combarbalita. Para evitarlo, sólo podemos trabajar de manera intersectorial, con las empresas, los trabajadores, las mutualidades y todo el gabinete del Trabajo, porque tienen una misión fiscalizadora. Si bien nuestras mutualidades hacen una labor muy importante en asistencia en materia curativa, estamos muy al debe en nuestro país en la capacitación, pero es fundamental la aplicación de exámenes preventivos”, sostuvo.
Clave también es el trabajo con la empresa privada, según el seremi. “Las grandes empresas tratan de cumplir con la normativa y la mutualidad también se ha centrado en ellos. El asunto es que hay mucha pequeña minería y también en materia artesanal. En eso estamos al debe, porque ellos corren mayor riesgo ya que los implementos de prevención personal casi no se utilizan. La misión es que todas las empresas, sin importar el tamaño, cumplan con las normativas”, señaló.
Marcelo Tapia, de la División de Asesorías Legislativas de la Subsecretaría de Previsión Social, quien también participó de este seminario, indicó que “si bien muchos focos están puestos, actualmente, en medidas de seguridad, no existe una cultura de prevención. En esa línea va el Planesi y la política nacional. Tenemos el problema de la subnotificación en el ámbito de las enfermedades profesionales, por eso hay una gran cantidad de complicaciones adheridas. Esto significa un trabajo de educación, de prevención y de información. En Chile, tenemos una buena relación entre el sector público y privado, por eso podemos enfrentar esta problemática de una manera integral”.
ARISTA
FUNDAMENTAL
Otro de los aspectos que no puede pasar de largo es la participación de la empresa privada a la hora de enfrentar este problema. Por esto, algunas de las mineras más importantes de la Región de Coquimbo también se dieron cita en esta instancia, comprometiendo esfuerzos por trabajar esta problemática.
Luis Astorga, gerente interino de Salud Ocupacional de Minera Teck Carmen de Andacollo, señaló la forma en que enfrentan de manera preventiva esta seria enfermedad. “Hemos hecho partícipes a varios actores de trascendencia. Internamente nos hemos relacionado con nuestros comités paritarios,nuestro sindicato y los trabajadores en sí”, señaló el profesional.
Respecto a las medidas propiamente tal que han implementado, indica que “los hemos capacitado no sólo frente a la problemática de la silicosis, también con los protocolos de higiene y salud ocupacional que tiene el Gobierno. La prevención de esta afección la hemos abordado con un plan, demostrando que con voluntad se pueden hacer cosas. Es cierto, a veces las mineras podemos tener una mayor cantidad de recursos que una empresa más pequeña, pero hay acciones que con iniciativa y compromiso pueden llegar a conseguir lo que se nos está requiriendo”, concluyó.