• Hace más de dos años la empresa cerró las puertas donde funcionó en Avenida Islón de La Serena.
    Hace más de dos años la empresa cerró las puertas donde funcionó en Avenida Islón de La Serena.
  • Así se ve la misma fachada en la actualidad, convertido el lugar en un verdadero basural.
    Así se ve la misma fachada en la actualidad, convertido el lugar en un verdadero basural.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Dicen haber quedado en la completa indefensión, que no se les pagó sueldos ni indemnizaciones, tampoco las cotizaciones y que en la actualidad los bancos que recibieron los bienes en garantía no tienen interés en rematar sobrevalorándolos y son los exfuncionarios de la empresa Taquicura los que han pagado las consecuencias.

Un grupo de extrabajadores de la Empresa Constructora Taquicura,  que tenía sus instalaciones en la Avenida Islón en La Serena, luego de una serie de diligencias infructuosas buscan que la quebrada empresa cumpla con los compromisos mínimos de pagar las deudas con quienes fueron responsables funcionarios por años en dicha compañía.

Sin embargo, en este proceso han debido sufrir un verdadero calvario, puesto que desde el quiebre de la constructora no han recibido ni un solo peso de lo que les correspondía por indemnizaciones ni por sueldos impagos.

Iniciaron una cruzada judicial que no ha podido conseguir que se haga algo de justicia con ellos y ya han pasado más de dos años desde que la compañía se declaró en quiebra.

Además, han denunciado, que algunos acuerdos que alcanzaron con algunos despedidos de cancelar una mínima indemnización tampoco se cumplió, como es el caso de uno de ellos que trabajó 28 años y se llegó al acuerdo del pago de solo cinco millones de pesos como indemnización, se dieron la mano como caballeros en la Inspección del trabajo, pero finalmente jamás cancelaron los cinco millones acordados por 28 años de trabajo.

Representante

El representante y apoderado de los trabajadores,  Sergio Bonilla, quien es licenciado en ciencias jurídicas, sostuvo que cuando la constructora dejó cotizaciones impagas, también sueldos, especialmente en su último año de funcionamiento, lo que significó un grave daño para estas personas y sus grupos familiares.

“La empresa iba en decadencia, tenía muchas deudas, no pagaba las cotizaciones de los trabajadores, no pagaba los sueldos y los fue despidiendo en forma paulatina, algunos demandaron otros no. Tenemos el caso de  Ruperto Durán, a quien lo despidieron y no le pagaron indemnización, ni siquiera su último sueldo. Él y su señora trabajador más de 20 años en la empresa y los abogados de la empresa deudora acordaron una indemnización de 5 millones de pesos, incluso se dieron la mano en la Inspección del Trabajo y no le cumplieron, no le pagaron nada”, señala el profesional.

“La empresa iba en decadencia, tenía muchas deudas, no pagaba las cotizaciones de los trabajadores, no pagaba los sueldos y los fue despidiendo en forma paulatina”. Sergio Bonilla, representante de los extrabajadores de Taquicura.

Pero este no sería el único caso de compromisos incumplidos por parte de la empresa Taquicura, ya que existirían otros trabajadores en similares condiciones.

Denuncian que detrás de esto hubo un engaño premeditado, puesto que los citaron a la inspección del Trabajo para que firmaran sus finiquitos, les cancelaban los compromisos en cheques, pero estos estaban sin fondos, narra Daniel López, quien agrega que “a quienes trabajaban en la parte administrativa sí les pagaron, a algunos les entregaron vehículos, camionetas como forma de pago, pero al resto de los trabajadores nos dejaron al margen, entre ellos se arreglaron, pero a los demás nos dejaron esperando”.

Acción legal

Debido a todos los problemas que estaban enfrentando decidieron iniciar acciones legales y como los acreedores eran muchos, ya que había deudas con bancos, créditos hipotecarios, con empresas de garantía recíproca, los trabajadores, proveedores, se solicitó la liquidación forzosa de la Empresa Taquicura.

“Se presentó a mediados del 2017, pero hasta acá ha pasado de todo. Los acreedores se pusieron de acuerdo en el valor para sacar a remate, pero apareció uno solicitando la suspensión de la subasta y la jueza del Tercer Juzgado de Letras de La Serena suspendió el remate. Se tuvo que sacar a remate la propiedad nuevamente y ahí apareció un acreedor que es una empresa que es acreedor hipotecario y  participó con cargo a su crédito, o sea, se quedaba con los lotes y pagaba las indemnizaciones. Estábamos todos contentos, porque iban a pagar, pero resulta que esa empresa estaba en proceso de liquidación, estaba igual o peor que la empresa que estábamos demandando. El remate quedó nulo y volvimos a fojas cero”, afirma Sergio Bonilla.

Las propiedades han salido a remate en dos oportunidades, en 1.700 millones de pesos y en 1.300 millones, la última vez el remate fue en enero del presente año.

Los bancos

El representante de trabajadores precisa que el gran problema a estas alturas son los bancos, ya que le pretaron bastante dinero ma la Empresa Taquicura y pretenden recuperar sus dineros, pero las propiedades nadie las compra, porque  el valor que le ponen para rematar es demasiado alto.

Los trabajadores que reclaman sus pagos, entre ellos Daniel López, Juan Pablo Trigo, Daniela Araya, Ruperto Durán y Marcelo Álvarez, coinciden en que los bancos le han puesto un valor muy alto a las propiedades y nadie las quiere comprar a esos precios.

Esto ha entrabado la venta de las pocas propiedades que se pueden rematar y no se les pueda cancelar a los trabajadores y la situación se encuentra entrampada.

Si bien, fue la empresa Taquicura la que dejó en esta condición a los trabajadores que tuvo contratados por años, éstos señalan que en la actualidad los bancos son los responsables, porque “El Banco Itaud el BCI y la empresa de garantía recíproca  Soucond, al no ponerse de acuerdo, al no bajar sus pretensiones , porque fueron ellos los que garantizaron, le prestaron plata a una empresa que no les cumplió, que les entregó en garantía bienes que no valen lo que se decía que valían y ahora están perjudicando a los trabajadores poniéndoles valores demasiado altos para rematarlos”, afirma Bonilla.

Los afectados

Entre los afectados están los extrabajadores de la constructora taquicura, sus familias y según señalan algunos  han enfermado e incluso otros han fallecido durante el desarrollo de este proceso, como es el caso de Osciel Pacheco.

Daniel López precisa que él fue uno de los últimos en permanecer prestando funciones en la empresa y le tocó ver bastantes sucesos poco serios o normales, como es el caso “del representante de un liquidador que tomó maquinarias que había en las dependencias y se las llevó a otro lugar donde las tenía trabajando y haciendo fondos para él. Tenemos pruebas, hicimos videos de donde estaban trabajando las máquinas, las  tenían en arriendo y esas máquinas en algún momento tenían que ser parte del remate para poder pagarnos”, afirma.

Daniela Araya, Juan Pablo Trigo, Daniel López, Ruperto Durán y Marcelo Álvarez, señalan que en la actualidad las dependencias de la empresa en Avenida Islón  4557 han sido desmanteladas, se llevaron todo lo que había de valor e incluso incendiaron algunas dependencias y el lugar no es más que un basural. Creen que si los bancos les ponen un valor real para la venta de los terrenos, éstos podrían rematarse, pero no tienen interés.

 

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