Varias falencias se evidenciaron el fin de semana largo en la comuna de Coquimbo

Varias son las falencias que pudieron denotar algunas autoridades locales y profesionales de distintas áreas, especialmente de la salud, y que pueden jugar en contra de la propia comunidad que no respeta las normas.

Algunas de éstas son, por ejemplo, que en fines de semana largos, como en semana Santa y el primero de mayo, aumentó exponencialmente la presencia de personas en las calles y en espacios públicos, sin que hubiese un control más estricto de lo normal.

También se pudo apreciar que las ferias libres y supermercados, en los días que abrieron, las aglomeraciones fueron evidentes, donde se notó que muchas de esas personas no eran residentes de la zona y no hubo fiscalización.

Referente a los cordones sanitarios, residentes de sectores como Tongoy y Totoralillo, estiman que fueron burlados por algunos visitantes, algunos de los cuales incluso abandonaron sus vehículos a distancia de su punto de origen y el resto del camino lo hicieron a pie.

Muchas personas sin mascarilla en la calle, a pesar de que hay una prohibición municipal, pero desde el municipio tampoco hubo fiscalización al respecto.

Comerciantes ambulantes que portaban mascarilla, pero algunos puesta en la pera o bajo la nariz, que sería lo mismo que si no la portaran.

Aumento en contagios

Según la epidemióloga Muriel Ramírez, los efectos de lo ocurrido el fin de semana no se verán en seguida, sino que en unos 15 días más con un aumento de contagios y cita como ejemplo que precisamente el aumento sustancial de infectados en los últimos días en el país son consecuencia del relajo de Semana Santa.

Consultada qué comportamiento era más peligroso para contagiarse, el no usar mascarilla, ponérsela bajo la nariz, concurrir a lugares donde se producen aglomeraciones y otros como se vio en Coquimbo el último fin de semana, la profesional fue tajante y dijo que “todos en su conjunto”.

Recordó que “la forma de contagio es de persona a persona, hay que mantener distancia, evitar la aglomeración, usar mascarilla bien usada, porque no siempre la gente la usa de manera adecuada y el lavado de manos permanentemente. Es todo en su conjunto lo que después se traduce en aumento de contagio, que  se van a ver diagnosticados en dos semanas  más”.

Muriel Ramírez añade que “está todo el mundo asombrado por el aumento de casos en los últimos cinco días en Chile, en general en la Región Metropolitana y eso es el efecto de la Semana Santa, el relajo de las medidas, se produjeron contagios que los estamos viendo diagnosticándose ahora en estos últimos días”.

Por eso dice que los mismos efectos se producirán   con el fin de semana que pasó, “sobre todo que ya tenemos transmisión comunitaria acá en la región, tanto en La Serena en el sector de Las Compañías, en Ovalle. Entonces, lo más probable es que esto no se vea inmediatamente, no vamos a tener el aumento de casos mañana, lo vamos a tener  en siete o diez días más”, afirmó.

Referente a algunas personas que utilizan la mascarilla bajo la nariz o simplemente en la pera, Ramírez afirma que eso no sirve para nada. “La mascarilla hay que usarla cuando se está en lugares con otras personas y tiene que cubrir la nariz y la boca. No sirve de nada una mascarilla humedecida. Si una persona va sola en un vehículo, no tiene para qué usar la mascarilla, tiene que ponérsela en el momento que se baja y va a tener contacto con otras personas”

Uso de guantes

Sobre el uso de guantes indica que estos no protegen y que provocan una falsa sensación de protección- “Los guantes no protegen, al contrario, hay una sensación de falsa protección, porque las personas igualmente van a tocar a otro, van a tocar superficies que están contaminadas y luego se van a llevar la mano a la cara, a los ojos, se van a correr el pelo para atrás, ese tipo de acciones que son inconscientes van a hacer que entre el virus por las mucosas de los ojos, de la boca o de la nariz”, dijo.

La porfía

Uno de los temas más latentes es que gran parte de la comunidad ha hecho caso omiso de las recomendaciones, pero quienes toman las medidas pertinentes cuando salen, precisan que además los controles no son estrictos.

El ingeniero, Bernardo Celedón precisa que toma todas las medidas pertinentes cuando debe salir por necesidad. “Cada 20 días he salido a comprar cosas de necesidades básicas y en esas oportunidades he visto que la comunidad actúa como si no estuviéramos en una pandemia. Hace algunos días fui a la caleta a comprar algo de pescado para balancear la dieta, pero al final no compré, porque los que faenaban (fileteaban) ni siquiera tenían mascarilla, eso no puede ser”.

Añade que en otra ocasión fue a adquirir un medicamente a una farmacia en el sector de Sindempart y ninguno de los tres dependientes estaban con mascarilla. “El problema, yo creo, es que nadie está fiscalizando. En la feria, donde más gente llega, nadie anda controlando por ejemplo. Veo que en los supermercados es donde hay más orden”, dijo.

Las nuevas medidas

En su cuenta la intendenta regional, Lucía Pinto, dio cuenta de las fiscalizaciones que se hicieron en los controles sanitarios durante el fin de semana, en Pichidangui, Tongoy y Guanaqueros, donde se cursaron una serie de infracciones derivadas a la Fiscalía, controlándose en la zona a 15.069 personas. Además hubo más de 300 personas violando el toque de queda, de más de dos mil que fueron controladas.

Pero una de las medidas que anunció la máxima autoridad regional y que va más directo a evitar el incumplimiento de normas en el día es que se inicia una nueva forma de realizar testeos y que está destinada a los supermercados. A través de los dispositivos móviles de la atención primaria de salud se va a llegar a estos lugares y para hacer los testeos y pesquisar a quienes están contagiados y son asintomáticos.

Sin embargo, de mayores fiscalizaciones en calles, ferias o espacios públicos, que es donde más se vulneran las recomendaciones, no anticipó nada.