Era un día soleado y caluroso, como es habitual en el místico Valle del Elqui, nos dirigimos a Vicuña a los funerales de las víctimas del accidente carretero del viernes en el puente Fiscal, en donde fallecieron 3 jóvenes, hecho que generó una gran consternación en los habitantes de esta apacible ciudad.
Los habitantes de Vicuña y Calingansta sabían al despertar que no sería un día fácil ni mucho menos normal: debían sepultar a sus seres queridos que repentinamente el destino los alejó de su lado.
Alrededor de las 15:00 horas del domingo, en una repleta iglesia de la Inmaculada Concepción eran despedidos los restos de Joshua Olivares Cortés, quien falleció dos horas después del accidente mientras era atendido en el hospital, debido a las graves lesiones sufridas en su cerebro.
La emoción se sentía en el ambiente. Según relataban vecinos Olivares era un joven cercano y alegre y la repentina muerte dejó consternado a todo un pueblo. Fanático del Colo-Colo, al igual que sus amigos, perdió la vida a sus cortos 24 años de edad cuando se dirigía de vuelta de su lugar de trabajo. Era conocido en el radio urbano de Vicuña, en especial en la población Gabriela Mistral.
Dentro de la iglesia, la congoja era evidente. Personas de todas las edades llorando por el último adiós del joven, en donde el sacerdote daba palabras de aliento a los familiares y amigos, que solo miraban al cielo buscando en alguna parte consuelo para el terrible desenlace del joven.
Llegaba el momento de la verdad, terminaba la liturgia y correspondía sacar el ataúd del recinto religioso y la pena aumentaba al saber que ya no verían a Joshua recorrer las calles de Vicuña con su alegría y juventud.
Con la carroza estacionada afuera de la iglesia, cada paso que daban familiares y amigos con el féretro se hacía eterno, tal vez al no querer dejar ir a su ser querido, que se despedían con un ensordecedor aplauso de despedida.
Con una iglesia repleta de familiares y amigos, fueron despedidos los restos mortales de Joshua Olivares, quienes al abandonar la iglesia se dirigieron al cementerio de Vicuña para despedirlo. Jornada que no será fácil de olvidar para los más cercanos, quienes con resignación daban el último adiós al joven.
Pocos kilómetros al oriente de Vicuña, en el pueblo de Calingasta, eran despedidos los restos de Rogelio Herrera Araya, quien iba conduciendo el vehículo al momento del fatal accidente.
Mientras esperábamos en la iglesia de Calingasta, comenzaban a llegar los vecinos del pueblo para despedir a Rogelio Herrera, quien al momento de perder la vida tenía 29 años de edad.
Bajo un cielo despejado, un sol abrasador y la clásica postal del valle del fondo, aparecía la carroza fúnebre con una escolta de perros galgos y decenas de habitantes de Caligansta entre familiares y amigos quienes venían a despedir a Herrera.
Según comentaba una vecina del joven era un chiquillo alegre y amante de los animales en especial de los perros Galgos, en donde preparaba a su mascota para correr en las próximas fiestas patrias en la Pampilla de San Isidro.
La iglesia de Calingasta fue adornada en sus patios y en el interior para despedir a su coterráneo. En el momento en que llegó el cuerpo del joven, rápidamente se llenó el recinto religioso, quedando gran cantidad de personas en las afueras.
La cantidad de gente era tal que incluso muchos quedaron en la calle viendo desde afuera el último adiós de Rogelio.
Una vez terminada la misa fúnebre, un estruendoso aplauso copaba el lugar y las emociones afloraban por doquier. Calingasta despedía a Herrera, uno de ellos, quien se crió en las calles del lugar y era conocido por todos los vecinos.
Si bien era bastante conocido en Calingasta, también era muy popular en Vicuña, en donde su pareja trabajaba en el Supermercado Rivera.
La antigua iglesia del poblado elquino, muda testigo del desarrollo de la liturgia, no dio abasto para tamaña cantidad de vecinos que fueron a despedir a su amigo o familiar, en donde las emociones brotaron y personas de todas las edades se emocionaron en pleno funeral.
Sin lugar a dudas, uno de los momento más tristes de los funerales es cuando la misa llega al final y deben llevarse el féretro al cementerio.
Entre aplausos, llantos desconsolados y cánticos religiosos sacaban el cuerpo del joven. Toda una comunidad despedía a un joven que creció en sus calles. Un amigo de todos.
Después de la liturgia se dirigieron a escasos metros al cementerio de Calingasta para sepultar los restos de Rogelio.
EL ACCIDENTE. El lamentable accidente se registró cerca de las 19:00 horas del viernes pasado en la ruta D-41, a medio kilómetro del ingreso al puente fiscal de Vicuña.
Según la información entregada por testigos del accidente y que posteriormente deberá aclarar personal de la Siat de Carabineros, el vehículo que se dirigía con sus tres ocupantes en el interior, desde poniente a oriente por la ruta D-41, realizó una maniobra de adelantamiento a cerca de 500 metros del ingreso a la ciudad de Vicuña, tras ello el vehículo habría presentado algunas fallas mecánicas, lo que habría generado el fatal descenlace.
Debido al fuerte impacto, fallecieron los tres ocupantes del automóvil. El primero de ellos, identificado como Rubén Cristian Palma Bruna, murió de manera instantánea en el lugar del accidente. Con el paso de las horas y debido a la gravedad de las lesiones fallecieron los otros ocupantes del vehículo menor, Rogelio Herrera y Joshua Olivares Cortés.
En el accidente también resultaron con lesiones, aunque de menor gravedad, seis personas que viajaban en el bus interprovincial, las que fueron trasladadas por personal del Samu hacia La Serena.
FUNERALES HOY EN VICUÑA. Según información recabada por los asistentes, el funeral de Rubén Palma Bruna se realizará en la Iglesia Inmaculada Concepción el lunes 12 de septiembre de 2016 a las 12:00 horas. En donde familiares y amigos darán el último adiós a la tercera de las víctimas del fatal accidente, que el pasado viernes enlutara a toda una comunidad.
Rubén era un joven bastante conocido de la comuna de Vicuña.
Al momento del accidente, el joven iba en el asiento del copiloto y perdió la vida de manera instantánea.
El lamentable hecho rápidamente causó conmoción en la comuna de Vicuña. El alcalde de la comuna elquina Rafael Vera llegó hasta el lugar del accidente, dónde conversó con familiares de las víctimas y lamentó la tragedia vivida la tarde de este viernes en la puerta del Valle del Elqui.
Al ser consultado sobre los posibles riesgos que pudiesen existir en la ruta, Vera fue claro y recalcó que lo sucedido fue un accidente, lamentablemente motivado por una imprudencia de uno de los conductores.