Chile fue testigo privilegiado de un eclipse total de sol que duró poco más de 2 minutos y 30 segundos en su fase de totalidad. Cerca de un millón de turistas repletaron la Región de Coquimbo para presenciar el espectáculo, copando ofertas hoteleras y llenándose de turistas de todas partes del mundo que debieron luchar contra la nubosidad alta que cubrió la zona.
National Geographic ofreció una experiencia privilegiada con una vista sin obstáculos para apreciar el evento astronómico en todo su esplendor: un viaje en avión para adentrarse en la umbra del eclipse total y tener un registro que pocos podrán repetir.
Más de 70 personas, además de la tripulación, pudieron disfrutar de este fenómeno de una manera única, donde 10 de ellas se embarcaron gracias a un concurso que realizó National Geographic en conjunto con Samsung Galaxy S10.
Dentro del avión, se ubicaron más de 15 cámaras en distintas posiciones para registrar tanto las diferentes fases del eclipse como la reacción de los asistentes, pilotos y tripulación, lo que generó un registro inédito del maravilloso evento astronómico.
“Desde National Geographic estamos muy emocionados de haber ofrecido esta oportunidad al público chileno, brindándoles acceso especial a una experiencia original que ninguno de nosotros olvidaremos. Pudimos compartir la admiración y la pasión por este fenómeno astronómico, apreciándolo desde una perspectiva diferente y un acceso exclusivo de la mano de expertos que nos ayudaron a entender mejor y de manera simple este fenómeno, comentó Santiago De Cárolis, General Manager de National Geographic Latin America.
Indescriptible
“Into the Dark, viaje al eclipse” partió con una interesante experiencia en el Planetario de Santiago, que comenzó con la exhibición de la película “Eclipse, un juego de sombras”, que luego dio pie a una mesa de conversación que contó con Andrea Obaid como moderadora y grandes exponentes de la ciencia como Gabriel León, comunicador científico; Gaspar Galaz, doctor en astrofísica; Eduardo Bendek, ingeniero chileno de la Nasa, y la astrónoma y premio nacional de ciencias, María Teresa Ruiz.
Al finalizar, hubo un show de música con la presentación de “Santiago bajo las estrellas”. Posteriormente, el grupo se trasladó a la base desde donde despegó el esperado vuelo.
“Fue una experiencia sobrecogedora, el ambiente fue increíble. Empezó a oscurecerse de a poco el horizonte, estaba rojo y de repente se hizo de noche. Se veía la corona solar, habían estrellas y fue realmente impresionante: hubo un gran silencio en el avión. Estoy orgulloso de haber vivido esta experiencia con National Geographic”, comentó Gabriel León, comunicador científico.
¿Cómo fue el vuelo?
El vuelo partió a las 15:35 hrs y llegó a sobrevolar Coquimbo a las 16:30. Por casi 3 minutos, a 39 mil pies de altura y con una velocidad de casi 500 kms p/h, los ocupantes del avión observaron cómo el cielo comenzó a oscurecerse y la luna se cruzó por delante del sol, logrando una imagen inédita y viendo uno de los fenómenos de la naturaleza más emocionantes que pueden existir.
En pleno eclipse, el avión bajó la velocidad -que generalmente es entre 800 y 900 kms p/h- para poder disfrutar de todo este fenómeno, obteniendo 10 segundos más de visibilidad de la totalidad del eclipse que lo que se pudo apreciar desde la tierra.
En completo silencio, la emoción por ver el fenómeno se manifestó en todos los participantes, mientras una playlist de música de fondo creada por Gabriel León y Gepe, sonaba haciendo de este un momento especial y espacial.
"Estuve muy emocionada durante esta experiencia, nunca había visto un eclipse total. El sol se veía espectacular y cómo se puso de acuerdo con la luna fue un 'show' que nos emocionó a todos. Había un brillo alrededor del sol y se juntaba con lo negra que estaba la luna, además, el eclipse hizo que en el paisaje se viera un horizonte iluminado con las nubes negras y el cielo lleno de estrellas, fue emocionante", comentó María Teresa Ruiz, astrónoma y premio Nacional de Ciencias.
Entre los afortunados asistentes estaban ejecutivos y fotógrafos de National Geographic, un equipo de más de 10 personas y 15 cámaras para registrar el evento, prensa invitada y los afortunados ganadores de un concurso organizado entre National Geographic y Samsung Galaxy S10.