Un grave accidente de tránsito, que por fortuna no tuvo consecuencias fatales, protagonizó un microbús de la empresa Lisanco en la Parte Alta de Coquimbo tras estrellarse contra una barrera de contención y el muro perimetral del jardín infantil Las Ardillitas. Sin embargo, la comunidad exige enfrentar a la brevedad la problemática de inseguridad vial, que, aseguran, se expande a todo este sector porteño.
Así, lo ocurrido con el transporte mayor puso en alerta a los vecinos, quienes concurrieron a ver lo sucedido a eso de las 14:30 horas de ayer en la calle Bellamar, cuando el microbús quedó incrustado en el muro de un patio del establecimiento educacional y ocasionó daños en parte de la infraestructura educativa.
A este hecho en particular se refirió la directora regional de JUNJI, María Angélica Romero, quien consignó que “estamos tranquilos porque no hay daños ni en los niños (as) ni en nuestros funcionarios. Nos contactamos con los padres y apoderados explicándoles que está todo bien, y estamos haciendo todo lo posible para reponer los espacios dañados, de manera de no afectar la atención normal de las actividades en el jardín infantil”, señaló.
POBLADORES. En el lugar también se pudo conocer la impresión de los apoderados del citado jardín infantil y pobladores del sector, quienes afirman que los accidentes de tránsito son constantes en la Parte Alta de Coquimbo, siendo propiciados por la irresponsabilidad de los conductores y la carencia de señaléticas de tránsito y semáforos que entreguen una mayor seguridad para la comunidad en zonas consideradas conflictivas en materia vial.
“En la Parte Alta se vive bajo el riesgo latente de accidentes vehiculares, ya que los conductores manejan a exceso de velocidad en zonas que por la geografía de los cerros no es la indicada; siendo esto propiciado también por la falta de fiscalización. En el caso del microbús que quedó incrustado en el jardín infantil, damos gracias a Dios que los niños no estaban en el patio a esa hora, si no estaríamos lamentando una tragedia”, afirmó María Jopia, vecina del sector Parte Alta y apoderada del jardín infantil Las Ardillitas
La misma pobladora también realizó un llamado a las autoridades comunales, y agregó que “exigimos a las autoridades que se hagan cargo de la inseguridad y que se construyan muros de contención en las zonas donde se requieran, ya que en cualquier momento tendremos víctimas que lamentar”, finalizó.
En el mismo tenor, Benedicta Rojas, vecina del sector Parte Alta, solicita directamente al municipio de Coquimbo ejecutar un estudio de las zonas riesgosas en materia vial. “Es muy necesario que en toda la Parte Alta de Coquimbo se haga un estudio vial serio y que se tomen medidas en las zonas con mayor peligro, ya que los accidentes son constantes. En el caso de la calle Bellamar, por donde ingresó el microbús al jardín, nosotros pedimos encarecidamente que se cierre con barreras ante el riesgo para los menores. Es de esperar que las autoridades escuchen y hagan algo”, manifestó.
DESDE EL MUNICIPIO. Si bien la administración comunal porteña durante el año 2015 y tras accidentes de tránsito adoptó medidas de seguridad en el sector Parte Alta, el concejal Alejandro Campusano, en su calidad de presidente de la Comisión Territorial del colegiado porteño, está de acuerdo con la solicitud de un estudio vial realizada por la comunidad.
“En Coquimbo se tiene que realizar un estudio y diagnóstico de la situación vial de varios sectores, y en especial en la Parte Alta. Aquí existen muchas problemáticas ligadas a esto y se debe hacer lo posible por adoptar medidas de seguridad, por sobre todo, en sectores donde hay recintos educativos”, señaló el concejal Campusano.
Para tal fin, el colegiado aseguró que la demanda vecinal se llevará al concejo municipal, “ya que la situación claramente es compleja y se trabajará para tener avances. Más aún considerando que existe la posibilidad de gestionar recursos para ello”, concluyó.
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