Hay diversos factores que podrían explicar el carácter que tiene esta inoculación, primero, porque está “la dignidad de las personas y el respeto a su voluntad” y porque al realizarse de manera consciente se acepta que hay otras medidas que deben mantenerse en el tiempo como el lavado de manos y uso de mascarilla. “La vacuna es parte de algo mucho más grande”, dice la epidemióloga Paola Salas. Y, un segundo punto –expuesto por el Colmed- es que si bien en Chile hay inmunizaciones obligatorias que tienen “una larga historia”, hoy, gran parte de las acciones preventivas así como tratamientos se rigen por la voluntariedad.