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Desde que la enfermedad vive entre nosotros, han surgido diversas teorías sobre el comportamiento del Covid-19, las que se han ido modificando o desechando. Especialistas admiten que los avances tecnológicos y trabajo en conjunto de naciones, ha permitido lograr avances nunca antes visto en el combate de una emergencia, marcando un antes y un después en la comunidad científica.

Ayer jueves se cumplió un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de Covid-19 como pandemia, convirtiéndose en la primera crisis sanitaria mundial causada por el virus.

Según explicó el virólogo de la Universidad Autónoma de Chile, Nicolás Cifuentes, los coronavirus fueron descubiertos en los años 50 y suelen ser resfríos estacionarios que atacan principalmente en los meses de invierno.

Sin embargo, existen excepciones de este tipo de virus que “tienen un potencial pandémico y son aquellos que saltan desde animales a humanos. Eso ocurrió el año 2003 con el Sars-CoV, luego el 2012 con el Mers y ahora nuevamente en el 2019”.

 

Lo que se sabe del virus

De acuerdo al especialista, la tecnología y avances científicos, además de un trabajo conjunto a nivel internacional, permitieron conocer aspectos de la enfermedad que hace unos años atrás no se hubiesen sabido tan rápidamente.

“El virus se descubrió y reportó el 2019 y a principios del 2020 ya se sabía su secuencia genética y se había logrado aislar en un laboratorio, que son grandes pasos para poder comenzar a hacer la investigación”, subrayó.

Un aprendizaje que fueron obteniendo en base a la observación y a teorías que se fueron desechando con el tiempo. Una de ellas, fue la propagación a través de las superficies, la que si bien se barajó en un inicio, más tarde perdió fuerza.

“De hecho no hay ningún caso reportado de una persona que se haya contagiado por tomar alguna superficie contaminada”, aseguró Cifuentes.

En la misma línea, añadió que “al principio se dijo que la mascarilla no era tan efectiva contra el coronavirus y después la OMS rectificó, porque ahora se sabe con total certeza que se trata de un virus respiratorio que se disemina a través de aerosoles”.

 

Las modificaciones

La doctora Aldoaneth Leiva, infectóloga del Hospital San Juan de Dios de La Serena, explicó que el Sars-CoV-2 es un virus RNA, el que se replica en las personas para sobrevivir.

“Cada vez que se replica cambia su estructura y requiere de adaptarse, ya sea, a través de la transmisión a un huésped más rápido o evadiendo el sistema inmune, que son las principales características y las más relevantes de este virus”, precisó la especialista.

De acuerdo a Leiva, existen tres cepas preocupantes, la cepa sudafricana, la británica y la brasilera, donde ha cambiado la estructura del virus. “En particular en la proteína S, que es la que ayuda al virus a anclarse a la célula hospedadora, o a la que vaya a replicarse. Esos cambios han significado que el sistema inmune no los reconozca o que pueda transmitirse de forma más eficiente”.

Dichos cambios han significado un mayor número de contagios y por ende de pacientes agravados, eso sí, no se ha asociado a que sea una enfermedad más grave.

 

A un año de su llegada

La infectóloga indicó que como todo ser vivo, en comparación hace un año atrás, el virus había avanzado en su genética para alcanzar una mejor replicación, ser más eficiente y lograr perpetuar en el tiempo.

“La única manera de evitar esto es disminuyendo la posibilidad de transmisión y esto solo se hace a través de la vacunación, donde mientras menos se pueda replicar el virus, menos va a poder cambiar, mutar y transmitirse”, precisó.

Para la especialista, el virus está más “inteligente y capaz”, pero al mismo tiempo, las personas han ido evolucionando con la enfermedad.

Asimismo, el virólogo Nicolás Cifuentes, lo definió como “astuto”, ya que, no se trata del más infeccioso, ni el más mortal. No obstante, gracias a los avances tecnológicos se pudo desarrollar una vacuna en poco tiempo.

 

Los hitos para el combate del coronavirus

Según explica Leiva, hay una serie de descubrimientos de la enfermedad que han sido significativos para combatirla.

El primero de ellos fue el hecho de haber secuenciado genéticamente las primeras variantes provenientes de Wuhan, con el fin de crear las primeras vacunas.

“El segundo hito es la rapidez con la que se pudo avanzar con la generación de estudios clínicos para probar estas vacunas. El tercero es el estudio recovey, en el cual se demuestra que existe un medicamento eficaz en disminuir la mortalidad por covid, que son los corticoides, y que permitió que a cierto grupo de pacientes se le pudiese administrar”, detalló.

También se refirió a la comercialización y distribución de la vacuna a los diversos países, así como a la evaluación de las mutaciones, lo que es posible a la rápida secuenciación, que va a permitir detectar si las mutaciones están o no evadiendo la inmunidad creada por el antídoto.

“Este reconocimiento y secuenciación rápida también tienen otra ventaja y otro hito que ha permitido hacer un cerco epidemiológico, que es el diagnóstico rápido, el poder hacer una PCR rápida con un resultado en el mismo día permite un diagnóstico rápido y eso permite cortar la cadena de transmisión”, enfatizó.

 

Enfermos crónicos

Las investigaciones han permitido identificar cómo se comporta el virus en las personas con comorbilidades. 

De acuerdo a datos del DEIS, en promedio un paciente con diabetes fallece a los 22 días tras ser diagnosticado. Asimismo, quien tiene patología cardiovascular en 27 días, enfermedades respiratorias crónicas y renales a los 25, y aquellos con cáncer y tumores en 41.

 

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