La familia de Marion con una fotografía de ella. Beatriz Ocaranza (madre); Gabriela Michea Verdugo (hija) y Manuel Verdugo (padre), orgullosos de la decisión que tomaron la que, aseguran, les ayuda a mitigar el dolor.
El sonido de los aplausos inundó los pasillos del Hospital San Pablo de Coquimbo para homenajear a María Loreto por su generosidad en vida, pero también después de ella. Siendo la segunda donante de órganos de la Región de Coquimbo en lo que va de este año y que permitirá mejorar la calidad o salvar la vida de tres receptores.