Barrios vulnerables en cuarentena, sin control y aferrados a la caridad
Por Juan Carlos Piz... el Jue, 20/08/2020 - 16:23
En la Parte Alta de Coquimbo y en el sector de La Antena, en La Serena, el confinamiento es a gusto del consumidor: el que quiere lo respeta y si no, no pasa nada. Constatamos en terreno la ausencia de fiscalizaciones, y los pobladores dan cuenta de fiestas clandestinas y delitos que no son denunciados. De los permisos temporales ni hablar, sólo se sacan para ir al centro, y el libre tránsito está normalizado. La pobreza se agudiza, a lo que se suma que la mayoría trabaja de manera informal y no puede generar recursos en este momento, por lo que las ollas comunes se han vuelto un alivio al menos dos días por semana. ¿El resto del tiempo? A correr el riesgo y asumir las consecuencias. El hambre da más miedo que el Covid y duele más que las multas.