El 72% de los juguetes ofrecidos a las niñas son de belleza y cuidado del hogar

En el marco del mes del niño, Fundación Niñas Valientes lanzó una campaña a través de su Instagram llamada “Cambiemos las Reglas del Juego” donde se develan datos de estudios internacionales con el fin de concientizar sobre el impacto de los juguetes en el desarrollo social, emocional y cognitivo de los pequeños. Entre las cifras destacadas se encuentra que el 72% de los juguetes ofrecidos a las niñas son de cuidado del hogar o belleza.

“Tal como revelamos en nuestro video para nosotras no es un juego que se estén limitando las libertades e intereses de nuestras niñas y que desde pequeñas esté previamente definido cuáles son sus oportunidades y espacios de participación. Cambiar esa realidad para nosotras es algo primordial. Nuestro proyecto apunta a modificar conductas de la sociedad, identificando y cuestionando la forma en que los menores se están relacionando para dar paso a nuevas maneras de jugar que fortalezcan y potencien el crecimiento libre de las niñas,” manifestó Emilia Vergara, directora ejecutiva de fundación.

“El juego y los juguetes son una de las primeras fuentes de socialización en la infancia. Es una forma directa de educación emocional, cognitiva y aprendizaje social”, Nerea de Ugarte, terapeuta

“El juego y los juguetes son una de las primeras fuentes de socialización en la infancia. Es una forma directa de educación emocional, cognitiva y aprendizaje social. A través del juego entramos a entender el mundo; los roles, las diferencias, la tolerancia, el respeto, la empatía, la imaginación, entre muchas otras cosas. Creer que no tienen impacto o relevancia en la formación integral de una niña o un niño, es negar que aprenden por imitación; reproduciendo de esta manera estereotipos y roles de género”, manifiesta Nerea de Ugarte, una de las fundadoras de la organización y terapeuta en psicología de la mujer.

Por eso, para Fundación Niñas Valientes se hace necesario visibilizar y concientizar sobre lo que le estamos entregando a nuestros hijos, pero en especial a las niñas, “estamos determinando posibilidades, capacidades, intereses y habilidades cuando encasillamos a las niñas con juguetes como maquillaje, escobas, muñecas, cocinas o tazas.

“No estamos diciendo que esté mal que las niñas jueguen con lo que quieran, pero deben tener más opciones que solo esas para que se le permita desarrollar integralmente su identidad y no solo lo que nuestra sociedad define como femenino”, explica de Ugarte.