Los avances tecnológicos han mejorado la forma en que cuidamos nuestra salud y hoy nos permite, entre muchas otras cosas, prevenir enfermedades tan comunes como la diabetes. Chile tiene una tasa de 12,3% de su población adulta con esta enfermedad y “eso es muy alto”, admite el doctor Gonzalo Godoy, médico especialista en el área, en conversación con El Día Radio.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, este 14 de noviembre, el profesional destacó que “las cosas han cambiado y hoy existen sistemas modernos de monitoreo de la glicemia” que entregan herramientas importantes a la población, no solo para advertir los niveles del azúcar en la sangre, sino también para ajustar tratamientos y facilitar el cambio a rutinas de vida saludable.
El monitoreo continuo es necesario y en la actualidad existen sistemas que incluso evitan el temido “pinchazo”. Godoy destaca “Flash”, un dispositivo del tamaño de una moneda que se instala en el brazo y que con una aplicación para móviles permite ver los niveles de glicemia, su tendencia y advierte qué cambios se pueden hacer en tratamientos y en prevención.
Es justamente en estos dos factores donde está la clave. “La diabetes tipo 2 es una enfermedad evolutiva, que generalmente empieza con resistencia a la insulina (…) Cuando las glicemias exceden cierto valor tenemos prediabetes, pero estos pueden llegar a ser reversibles con mejoras al estilo de vida, realizando actividad física regular y cambiando los hábitos de alimentación”, señala.
El especialista recalca en la necesidad de “hacerse los exámenes una vez al año”, sobre todo en la población de riesgo, recordando que se trata además de una enfermedad hereditaria. “Cuando hay una base genética, contribuye como un factor muy importante en diabetes de tipo 2, principalmente en familiares de primer grado, como padres y hermanos”, agrega.
Cambiar hábitos
Pero cambiar hábitos no es fácil y bien lo sabe la población chilena, considerando que, según la Encuesta Nacional de Salud, el 87% de los habitantes del territorio son sedentarios, lo que explica las altas tasas de enfermedades como la diabetes.
“En la población adulta es muy difícil cambiar hábitos porque está muy acostumbrada a un estilo de vida distinto, pero no es así en las poblaciones menores, por eso se está tomando tantas acciones en los colegios, de manera que los niños tengan la alimentación y actividad física que favorezca en un futuro los hogares que tengan esas costumbres, una distinta conducta frente a la alimentación y frente a la actividad física y eso evidentemente debería de alguna manera disminuir la prevalencia tan alta de esta patología metabólica”, dice Godoy.
En ese sentido, el médico considera que se debe aprovechar la ventaja de poder cambiar hábitos en los niños, considerando que “generalmente los fenómenos metabólicos comienzan desde la adolescencia. Afortunadamente (la diabetes) todavía no es un problema tan prevalente en pacientes menores de 16 años, pero igual es un problema que debiera ir creciendo si no solucionamos el tema de los cambios en estilos de vida”, indica.
Recurrir a un especialista
No se pude quedar solo en el monitoreo. El doctor Godoy detalla que al momento de revisar la glicemia “lo normal es tener hasta 99 en ayudas”, por lo tanto “si el valor excede ese nivel, se debe recurrir a un especialista para que evalúe la situación y vea si se trata de una prediabetes o una diabetes, y la maneje de forma controlada”.
Pero incluso detectada la enfermedad y bajo tratamiento, se hace necesario seguir revisando constantemente estos niveles. “No todos los pacientes ocupan insulina o esquemas demasiados intensivos en sus tratamientos. Cuando se utilizan medicamentos que son capaces de dar bajas de azúcar, como por ejemplo insulinas, es necesario que se monitoree para prevenir las bajas de azúcar y por otro lado mantener un control glicémico relativamente adecuado. Cambiar conducta terapéutica, por eso es bueno monitorear la glicemia y ver si tenemos que hace un cambio de medicamento”, sostiene.
Godoy detalla que los dispositivos tecnológicos pueden encontrarse en farmacias y algunos permiten incluso compartir información de manera automática con los padres y con médicos, por lo que están las facilidades para tomar “una buena acción” contra la enfermedad.