Se acerca la Semana Santa y con ello el tradicional regalo de los huevos de chocolate para los niños el día domingo, conocido por todos como Domingo de Pascua. Por lo mismo, acá le contamos una pequeña reseña de esta historia que tiene cientos de años.
Es que regalar huevos de chocolate en Domingo de Pascua no es sólo una tradición consumista como algunos piensan. Su origen tiene una larga tradición que se ha vivido durante la Cuaresma a lo largo de generaciones desde hace muchísimos siglos. Si en su casa existe la tradición de regalar huevos de Pascua, sería interesante que conociera algo más sobre esta bonita historia.
La tradición de los huevos, muy arraigada en Estados Unidos, el centro de Europa e Inglaterra, empezó debido a que los cristianos católicos que seguían la abstinencia de la Cuaresma no podían comer, entre otras cosas, huevos ni productos lácteos.
Los seguidores de esta tradición guardaban los huevos y para mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa de cera líquida. Una vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de la iglesia de su ciudad y los regalaban. Con el tiempo, la iglesia católica fue cambiando las tradiciones y hoy solamente recomienda la abstinencia de carne los viernes de la Semana Santa.
Sin embargo, la tradición de regalar huevos el domingo de Pascua siguió y de hecho continúa en muchos países del mundo.
La única diferencia es que antes se pintaban y decoraban huevos de gallina y de pavo para regalar en pequeñas cestas.
En cambio, hoy aunque se siguen regalando huevos de gallina en muchos países, desde principios del siglo XIX se regalan también los huevos de chocolate, los preferidos por los niños, claro.
¿Y el conejo?
El conejo es una fantasía inventada por los padres para entregarle una pizca de ilusión al domingo de Pascua, ya que los niños creen que es el conejo el que trae los huevos.
Sin embargo, también existen varias historias. Acá dos:
Dicen que se utilizaba en celebraciones hace miles de años como símbolo terrenal de la diosa Eastre (de la palabra inglesa Easter o Pascua), diosa de la primavera, considerada como la diosa de la Tierra, de la resurrección de la naturaleza.
Otros cuentan una leyenda popular y dice que había un conejo en la tumba de Jesús cuando resucitó. Al verlo, el animal salió corriendo a dar la noticia y como no podía hablar, llevó consigo un huevo pintado como símbolo de vida y resurrección.