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Especialistas derriban mitos explicando cómo es realmente el controvertido tacto rectal, un examen importante a la hora de pesquisar tempranamente esta afección que padece 1 de cada 4 chilenos.

“Si yo no hubiera actuado a tiempo, estaría en un cajón, yo creo que habría muerto”. Ese es el potente mensaje de Luis Guajardo, un sobreviviente que logró doblarle la mano al destino y ganar la lucha contra el cáncer de próstata, una enfermedad que constituye la segunda causa de muerte por cáncer entre la población masculina de nuestro país. De hecho, se estima que más de 2.000 hombres pierden la vida en Chile anualmente producto de esta patología que ha ido en aumento.

A sus 82 años, Luis recuerda con emoción la milagrosa experiencia que vivió desde el año 2017. “Un día voy bajando la escalera y siento un malestar entre las piernas, le conté a mi señora y le dije ‘debe ser la próstata’, lo pensé al tiro e inmediatamente dije ‘voy a ir al doctor’. Fui, me examinó y me dijo que tenía un quiste. Me hizo una biopsia y cuando estaba el resultado me llamó, me siento frente a él, abre el sobre y me dice ‘tienes cáncer’. Muy rápidamente, a los días después, me operé y logré estar bien”, relató. 

Tres años más tarde, el cáncer volvió a tocar su puerta y luego de 38 extenuantes sesiones de radioterapia en la Región de Valparaíso, pudo recuperarse nuevamente. 

Hoy, Luis se encuentra completamente sano, disfrutando sus días junto a su esposa en la localidad limarina de Huana, pero muchos no han corrido su misma suerte. Y es que este no resulta ser un tema fácil entre los hombres, pero sí es fundamental. “Muchos tienen molestias y no van al doctor. Eso es temor, vergüenza y machismo, no permitimos que nos hagan el tacto rectal y por eso, nos vamos quedando”, expresó. 

Este es un tumor silencioso que puede desarrollarse sin ningún síntoma y cuando los presenta, es porque ya se encuentra en etapas avanzadas, de allí la importancia de contar con un diagnóstico oportuno. Pero ¿cómo detectarlo? Muy simple, sólo es necesario dejar los pudores a un lado y controlarse anualmente a partir de los 45 años, realizándose un rápido examen de sangre, denominado antígeno prostático y también haciéndose una evaluación física de la próstata, mediante un sencillo examen de tacto rectal, que consiste en la palpación de esta glándula a través del recto. Ambos son necesarios.

El doctor Sergio Soler explicó que “es importante realizarse el antígeno y también el tacto porque uno puede tener el examen de sangre normal y en el tacto detectar alguna alteración. Así como las mujeres son bastante responsables y empiezan con su Papanicolaou una vez que inician su actividad sexual, los hombres a partir de esa edad, deben controlarse siempre la próstata”.

El autocuidado también debe ser primordial para los hombres, quienes deben realizarse estos chequeos hasta los 85 años. “El primer factor de riesgo más importante en este cáncer es la edad, la incidencia aumenta a partir de los 45-50 años y los antecedentes genéticos también son muy relevantes. El 15% de los hombres que presentan este tumor, lo tuvieron antes su padre, abuelo o hermanos”, destacó Camila Zamorano, enfermera encargada del Policlínico de Urología del hospital serenense.

¿Cómo es el tacto rectal? 



Para derribar cualquier mito respecto al tacto rectal, el doctor Soler lo graficó de manera clara y sencilla. “Es un examen muy corto. Hay diferentes técnicas, pero habitualmente el paciente está acostado, como si estuviera en su cama, con las rodillas dobladas y ahí se efectúa el tacto, habitualmente con gel o vaselina líquida, y se palpa la próstata, eso debe durar menos de un minuto. A algunas personas podría resultarles un poquito incómodo, pero la mayoría de los pacientes lo tolera muy bien”, indicó. 

Además, manifestó que como país, “tenemos que cambiar nuestra cultura machista. Se tiene la concepción de que el hombre está siendo violentado en su intimidad cuando se le está haciendo el tacto rectal, siendo que es un examen como cualquier otro”, agregó el especialista. 

La pandemia no fue un impedimento para que una vez más, el Hospital de La Serena concientizara al género masculino sobre esta patología, que si es detectada en sus etapas iniciales, puede tener grandes posibilidades de sobrevida, pero que si es pesquisada en aquellas más avanzadas, puede tener devastadoras consecuencias, tales como alteraciones en el ánimo, óseas, metabólicas y cardiacas, o incluso, producir fracturas, fallas en los riñones y grandes efectos en la salud sexual. 

 

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