Santiago canta a la multiculturalidad de la mano de la 5º edición del Womad

Santiago celebra desde este viernes su anual encuentro con la música, el baile y las tradiciones de artistas llegados de todos los continentes en una nueva edición del Festival del Mundo, Womad, que regresal con una apuesta cargada de actividades y talleres.

Por quinto año consecutivo, y a pesar de la polémica suscitada en las últimas semanas por la drástica reducción de los fondos aportados por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el evento celebrado en la comuna de Recoleta espera atraer a unos 50.000 visitantes a lo largo de todo el fin de semana.

Para ello cuentan con la participación de destacados grupos a nivel internacional en una gran variedad de estilos, pasando de la salsa cubana de Los Van Van, ganadora de un Grammy, al jazz fusion con tintes afrofeministas de la dominicana Xiomara Fortuna.

Un eclecticismo que ya es seña de identidad del festival, cuya idea principal es "el descubrimiento de sonidos y culturas del mundo", así como "artistas fuera del "mainstream", de gran influencia en diversos circuitos globales de música, arte y danza", según indicó el director del mismo en Chile, Giorgio Varas.

A lo que hay que añadir este año la incorporación de una gran variedad de talleres gratuitos para pequeños y mayores.

Entre ellos destacaron el taller de Dj para niños y niñas, huertos verticales, yoga abierto o danzas polinésicas, que concentraron la atención durante la tarde, hasta que con la bajada del sol comenzó a tomar protagonismo la música.

El grupo encargado de dar inicio a los tres días de celebración fue The Manganiars of Rajasthan, naturales de la India, quienes utilizaron su fuerte presencia en escena para hipnotizar a los presentes con un espectáculo lleno de color en el que sobresalieron los violines y sitares, instrumento de cuerda tradicional del país asiático.

Un despliegue que fue replicado inmediatamente por los nacionales Guachupé. El grupo congregó a cientos de seguidores ataviados de negro y amarillo, seña de identidad de la formación, a los que pusieron a cantar y saltar por partes iguales.

Tras ellos, el ambiente se calmó y encontró reposo en la musicalidad experimental de Lluvia Ácida, dos Dj chilenos con una fuerte implicación socio-política que destacaron el valor de la defensa del pueblo mapuche, así como de la labor que desarrollan los científicos en la Antártida.

La caboverdiana Lura fue la siguiente en acaparar todas las miradas, con una actuación en la que puso a bailar al público con un estilo que entremezcla los sonidos de las canciones campesinas de su isla con ritmos modernos, cercanos a la electrónica.

Ya con las energías a flor de piel, los asistentes continuaron bailando junto a Dj Matisse, de Francia, y Tressor, de Madagascar, hasta que llegó la hora de los italianos Canzoniere Grecanico.

A golpe de música tradicional de Salento, los europeos tomaron las riendas de la velada y cerraron por todo lo alto la primera de las tres citas que tendrán lugar a lo largo de los próximos días, en la que los organizadores esperan poder igualar las cifras de los años anteriores a pesar de poco apoyo mostrado por el Gobierno.