Reflexiones sobre la situación de pobreza y desigualdad basadas en estudios sobre la realidad social y económica de la población chilena, fueron compartidas durante una conferencia dictada por Mauricio Gallardo, académico de la Escuela de Ciencias Empresariales (ECIEM) de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo, instancia que permitió alimentar el debate entre estudiantes, docentes y otros profesionales sobre dos temas tan relevantes en medio de la coyuntura actual.
“La alta desigualdad en Chile no solo se refleja en los resultados del bienestar sino en las oportunidades y está claramente marcada por cómo nacemos. También hay evidencia robusta de que circunstancias como el género, la etnia o el origen social de las personas determinan los logros en la vida y esto significa que hay una deuda pendiente con los derechos humanos, económicos y sociales en el país”, explicó el especialista.
Una problemática en la que también influye el acceso a salud y educación, ámbitos en los que Gallardo considera “se debe igualar la cancha, porque cuando un país invierte en su capital humano, eso le va a generar después mayor potencial de crecimiento”.
Realidad económica y social
En su exposición, el académico ofreció detalles sobre la realidad chilena, tomando como base datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN). Además fue enfático en señalar que las diferencias entre ciudadanos también están marcadas por su nivel de escolaridad, nutrición, redes de cohesión social, tipo de trabajo, así como la vivienda que habitan y su entorno.
“(…) Una persona es pobre cuando no tiene trato igualitario, cuando la discriminan y no tiene seguridad. Por ejemplo, el 29% de los hogares entrevistados para la encuesta Casen expresaron que es muy frecuente que en su localidad se presenten tiroteos o peleas, un asunto preocupante, porque después nos preguntamos de dónde proviene la violencia o delincuencia”, razonó Gallardo.
Para explicar esto, el profesor hizo alusión al Coeficiente de Gini, instrumento que mide la igualdad o desigualdad en términos de resultados del bienestar (del 0 al 1), siendo Chile el país más desigual entre aquellos que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“(…) El Gini de riqueza en Chile es de 0,72, lo cual explica cómo está distribuida esa riqueza. Según datos del Banco Central y de la Encuesta Financiera de Hogares, el 50% de la población tienen apenas el 2,1 de la riqueza, el 10% más rico tiene un tercio, el 5% más rico tiene la mitad y el 1% más rico tiene más de la cuarta parte de la riqueza neta”, acotó.
Estas brechas también están relacionadas con la educación, pues si se comparan los salarios de las personas de acuerdo al colegio en el que estudiaron, se encuentran muchas diferencias.
“El colegio significa relaciones sociales, nivel socioeconómico y en Chile está probado que los pobres estudian con los pobres y los ricos con los ricos”, agregó.
Una realidad que se expone a través de una investigación realizada por el profesor Víctor Iturra, director del Departamento de Economía de la UCN con la coautoría de Gallardo, cuyos resultados serán presentados en enero próximo ante la Sociedad Chilena de Políticas Públicas.
“Los que estudiaron en colegio privado estadísticamente tienen una suerte decidida a su favor en salarios en la edad adulta y los que estudiaron en colegio municipal están peor. El principal hallazgo de nuestro trabajo es que los que estudiaron en escuelas subvencionadas tienen en promedio 30% más sueldo que los que estudiaron en colegio municipal y los que estudiaron en colegio privado tienen 45% más de salario”, precisó.
Por último, Gallardo afirmó que si bien el superar la desigualdad tiene un costo en términos de impuestos y de crecimiento, a largo plazo los beneficios que se consiguen son muy importantes, y en Chile se debe trabajar en ello.