Crédito fotografía: 
Instagram Príncipe del Crochet
Tanta ha sido su fama que incluso una revista nacional -especializada en el tejido- se contactó con él para conocer de su trabajo. Las muestras de eso quedaron en evidencia en su perfil de Instagram.

Marcelo Javier Cortés Toro es un joven de 21 años, oriundo de Ovalle, en la región de Coquimbo, y que ha alcanzado una gran fama a través de las redes sociales gracias a un peculiar pasatiempo; crear muñecos de lana con la técnica del crochet.

La confección de estos ‘peluches’, que reciben el nombre de amigurumis, han hecho que este estudiante de Lenguaje sea todo un influencer del tejido a través de plataformas de redes sociales. Solo en su cuenta de Instagram llamada el Príncipe del Crochet, suma más de 27 mil seguidores.

La situación es similar en YouTube, donde enseña sus trucos y técnicas para que miles de personas aprendan de este trabajo, del cual este estudiante pretende ganarse la vida según contó al portal Ovalle Hoy.

“Mi sueño es vivir de esto. Son 100% obras propias; creo los personajes con lana 100% natural, confecciono los patrones, los dibujo y escribo historias en base a estos muñecos. Todo eso va en conjunto con las personas que compran las obras“, aseguró.

Tanta ha sido su fama que incluso una revista nacional -especializada en el tejido- se contactó con él para conocer de su trabajo. Las muestras de eso quedaron en evidencia en su perfil de Instagram.

“Soy feliz, sólo eso puedo decir. Cuando comencé a tejer -hace unos dos años- no sabía, ni tenía siquiera una remota idea de lo que iba a pasar en un tiempo más. Jamás pensé que el príncipe del crochet se iba a volver algo tan importante en mi vida y que me iba a dar tanta, pero tanta satisfacción y felicidad“, celebró cuando Materiaprima publicó un artículo sobre su proyecto. En ella mostró a el primer diseño de Rigoleto, una de sus más preciadas obras.

Su emprendimiento comenzó luego que una tía le enseñara la técnica para usar el palillo y tejer a crochet, pero su mayor impulso fue Lalylala, una instagramer alemana que también se dedica al arte del amigurumi. El plus de Marcelo es que él se inspira en narrativas de su composición para crear sus peluches.

“A mí siempre me ha gustado escribir cuentos y poesías, entonces todos esos personajes que yo creo en la narrativa, pensé en materializarlos (…) Esto me ayudó a seguir perfeccionándome y llegué a la técnica del amigurumis“, explicó.

Tanta ha sido la fama de sus patrones que incluso ya ha traducido algunos a otros idiomas en los que figuran el inglés, alemán, ruso y chino. También comparte varios de ellos de forma gratuita a través de sus videos en YouTube. “Los monitos están siendo tejidos en todo el mundo y eso me parece genial“, aseguró.

Marcelo ya tiene una plataforma en la que oferta sus creaciones. Si quieres verla, puedes hace clic en este enlace.

 

 

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