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Instagram @soytendencia
La emprendedora Valentina Urzúa hoy orienta a emprendedores a buscar su camino al éxito. Sin competencias y con la felicidad como objetivo, la serenense ha logrado hacerse camino en el mundo de la moda.

Su nombre es Valentina Urzúa y el éxito lo mide con la felicidad de hacer lo que le gusta y también con los resultados, más allá de lo cuantitativo, que ha generado su iniciativa “Soy Tendencia”, que hoy recorre y muestra el mundo de la moda.

La marca incluye una tienda física y una online, además de un blog donde comparte sus historias de viajes y muestra su particular estilo. Poco a poco va ganando cada vez más público, que la ha llevado a romper esquemas.

Pero no todo fue siempre color de rosas para esta serenense de 28 años. Se enfrentó a las críticas y la poca confianza incluso de algunos profesores, cuando pensó en Soy Tendencia como su proyecto de egreso de la carrera de diseño gráfico, que pese a las dificultades, decidió terminar y demostrar el valor de una buena idea.

La misma convicción y pasión la muestra hoy tanto en su trabajo, como en las charlas en las que guía a nuevos emprendedores a encontrar su propio camino al éxito. Prefiere compartir que competir y define su éxito con la satisfacción de un trabajo bien hecho y la búsqueda de la felicidad, por sobre los números verdes del negocio.

“Cuando se empezó a posicionar no sabía que responder, porque yo estaba jugando, la calve para mí fue seguir mi corazón” dijo en una de sus exposiciones Valentía Urzúa, recalcando la importancia de perseverar y seguir los instintos, como modelo de negocio.

De a poco fue encontrando su lugar en redes sociales, que usadas “con responsabilidad” se han convertido en el gran aliado al momento de difundir su trabajo. “Cuando uno tiene un montón de seguidores tiene que publicar contenido responsable”, dice, negándose a definirse como influencer.

Inicios y aprendizaje

Hoy sabe que el esfuerzo da frutos, pero vivió momentos críticos cuando arriesgó perder su carrera por seguir su idea. Su proyecto fue rechazado, pero no lo cambió, decidió lanzarse y una vez con resultados que mostrar, sorprendió a todos.

“Pedí un préstamo de 5 millones, esa fue mi primera inversión. Me fui de viaje, compré una colección de ropa, armé mi página web, mis redes sociales y me empezó a ir bien. Eso fue clave. Hace 6 años y medio, cuando se estaba viviendo un antes y después en el mundo con Instagram”, sostiene.

Estuvo tres años “sin ganar un peso”, porque lo que obtenía lo gastaba en un nuevo viaje, volvía y quedaba sin dinero, “Hasta este año pedía créditos y me daba lo mismo, porque el foco del emprendimiento no tiene que ser la plata, porque así los problemas se multiplica. Cuando te enfocas en lo que te gusta, todo fluye”, comenta la emprendedora.

La caja

Prueba de su éxito es que incluso grandes tiendas han replicado su modelo de “La Caja”, un pack de productos, que le dio un nuevo giro a su negocio y ha permitido fidelizar cada vez más clientes.

Hoy busca que “Soy Tendencia” sea una marca paragua, que se vale de microinfluenciadores, entre sus seguidores que comenzaron a compartir sus productos, llamando así a más personas. Su tienda online incluso ha llegado a las 2 mil transacciones en 5 minutos y ahora las realiza a través de Puntoticket.

 

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