• Antonio Walker conversó con diario El Día para repasar las tareas pendientes en la región y trazar la hoja de ruta que debe seguir la industria agrícola.
  • El ministro se reunió con crianceros de la zona, durante su cuarta visita oficial a la región.
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
Los temas que han marcado la administración de la cartera agrícola de Antonio Walker volvieron a reflotar en su cuarta visita a la región: avanzar hacia la asociatividad en la agricultura familiar campesina es esencial para lograr alianzas productivas y comerciales entre los pequeños productores.

Hortalizas, paltos, cítricos, uvas, olivos y nogales es parte de la larga lista de productos en los que la Región de Coquimbo mantiene ventajas comparativas para su cultivo, respecto de otras zonas del país. Así lo puso de manifiesto el ministro de Agricultura, Antonio Walker, en su cuarta visita oficial a la región. 

Esta vez, la razón que lo trajo a la zona fue una invitación por parte de los crianceros de Coquimbo, para mantener una conversación con miras al futuro de la actividad.

En la ocasión, Walker conversó con diario El Día para repasar las tareas pendientes en la región y trazar la hoja de ruta que debe seguir la industria agrícola.

 

Hoy están en la región para reunirse con los crianceros de la zona, ¿cuál es la motivación detrás de esta visita?

“La vez anterior que vine, los crianceros de la región me comentaron que nunca habían recibido a un ministro de Agricultura. Por lo tanto hoy es su turno.

Cada región tiene sus características y hoy nos encontramos con estos crianceros que nos invitan a ver sus veranadas. Vamos a ver el estado de sus animales, de la producción de sus quesos y leche.  

Me entusiasma mucho esta visita, ya que el 57,34% de la masa caprina se encuentra en este lugar, además concentra a más del 30% de los productores, que significan más de 5.300 crianceros que pertenecen a la provincia del Limarí.

Hay que destacar que junto con el GORE, hay importantes fondos del FNDR que se han destinado a esta actividad, puntualmente más de $317 millones. Todo esto se enmarca en la política de desarrollo rural que tenemos para Chile”.

 

“El 57,34% de la masa caprina se encuentra en esta región, además concentra a más del 30% de los productores, que significan más de 5.300 crianceros”, Antonio Walker, ministro de Agricultura.

 

¿Este apoyo también se traduce en alianzas comerciales para los crianceros, campesinos y agricultores?

“Por supuesto, la idea es ver cómo colaboramos con la comercialización. Muchos actores de la agricultura familiar campesina nos han comentado que ya saben producir, pero no tienen donde vender. Por lo mismo, estamos con un programa muy bonito en Indap que busca acortar la cadena de intermediación. Puntualmente, el programa busca acercar la producción de los agricultores a los supermercados y a Junaeb. Esta última institución compra en Chile $550 mil millones. Ellos, por ley, tienen que comprar un porcentaje de producción local, lo que se traduce en $28 mil millones, sin embargo, Indap solo le vende $500 millones a Junaeb. Por lo mismo, queremos potenciar este canal. Si se logra, será un círculo absolutamente virtuoso”.

 

¿Qué importancia tiene la asociatividad hacia el avance de estas alianzas comerciales?

“Es trascendental. Yo diría que lo que nos ha caracterizado en esta administración es el llamado transversal a asociarse. Los campesinos agricultores deben formar cooperativas modernas tipo Capel, que es un gran ejemplo. Hay que romper el individualismo en la agricultura chilena. Hay 300 mil agricultores en Chile, y 285 mil son pequeños, es decir el 93%, y la única forma de ganar el partido es en equipo, asociándose. Es por eso que el Ministerio de Agricultura creó el Programa Nacional de Asociatividad. Estamos desplegando información para que tal como Capel se asoció, muchos otros lo puedan hacer en las hortalizas, en la fruta, en los frutos secos, etc.”.

 

¿Con qué ojos ve el recambio varietal que se ha propuesto en la zona, tras la crisis de la uva flame?

“No quiero que la reconversión se tome como una orden transaversal. En qué sentido: siempre vamos a apoyar a las producciones tradicionales. No es llegar y recambiar, por lo mismo seguiremos apoyando a los agricultores que han hecho lo mismo por muchos años. Por otro lado, con una crisis a la vista, lo que hemos hecho es sugerir una reconversión hacia las especies, porta injerto y variedades que tienen mayores ventajas comparativas según cada zona. Con el tiempo se debiera tender a ello, y las desventajas tienen que ver con el clima. Por lo mismo, debemos producir lo que mejor se adapte a las condiciones climatológicas de la zona. Hoy vemos que ha llegado gran variedad de nuevas uvas con más características competitivas y que han ido desplazando a la flame. La idea es ayudar a través de Inia, Indap o Fia, a los agricultores que quieren avanzar hacia ese recambio. En esa línea, hemos sacado nuevas variedades como la Meilén, que en mapudungún significa “mujer fuerte” y queremos ofrecerla a nuestros agricultores para que tengan una alternativa. Meilén está siendo muy aceptada en los mercados internacionales.

Asimismo, la reconversión puede ser hacia otras variedades de uva de mesa, o bien hacia cítricos, por ejemplo. Esta es una opción que vemos con muy buenos ojos, ya que hay mercado. También los paltos es una especie que tiene mucho futuro. En esa línea, queremos ayudar a los agricultores a transitar hacia cultivos que tengan mejor perspectiva en los mercados internacionales”.

 

¿Cuál es importancia de avanzar también hacia producciones con valor agregado, como los frutos secos o el aceite de oliva?

“Tenemos mucho que hacer ahí. La gracia del fruto seco es que la producción es muy mecanizable, por lo que los costos pueden ser muy bajos. Estos frutos son una alternativa muy atractiva, y en general vemos que esta zona tiene bastantes ventajas comparativas para hacerlo. Esta región tiene 1.620 hectáreas de nogales. Es un cultivo al que estamos ayudando a abrir mercados. Chile ya tiene cerca de 35 mil hectáreas plantadas de nogales y esta zona no se puede quedar ajena a esta producción, que está teniendo tanta aceptación en los mercados de afuera.

No quiero dejar pasar el tema de las hortalizas. Esta zona tiene una importante producción en este rubro y queremos avanzar hacia alianzas comerciales que les ayuden a abrir sus mercados. Con la asesoría de Indap y el concepto de cooperativismo moderno, alianzas productivas con supermercados y Junaeb, podemos cerrar un círculo virtuoso”.

 

¿Cómo ve la discusión en torno a la defensa de la Denominación de Origen del Pisco?

“El estilo de Chile siempre ha sido buscar el complemento y no la competencia. En este caso no solo con Perú, sino que también con Nueva Zelandia, con Australia, Sudáfrica. Chile siempre ha sido un país que busca acuerdos, porque creemos que somos muy pocos los que producimos ciertos productos en el hemisferio sur, y si nos complementamos podemos abastecer al hemisferio norte con alternativas frescas de la contraestación.

Ahora, si hay países que no quieren sumarse a los complementos, bien por ellos. Pero nosotros tenemos la conciencia muy tranquila, ya que con Perú siempre hemos buscado acuerdos.

Respecto al compromiso del gobierno de aportar con el 50% de los gastos de la defensa del pisco en Tailandia e India, creo que se trata de un gran aporte. Como ministerio de Agricultura logramos unir a los pisqueros en torno a una asociación gremial que es Pisco Chile.

Respecto del futuro, hemos estado en conversaciones con la Direcon para ver cómo se abordará la defensa de Chile de su DO en otros países. Lo esencial es que los pisqueros no están solos. La actividad pisquera es emblemática para el país y siempre habrá respaldo para defender su comercialización en el exterior”.62-01i

El apoyo subsidiario de Agricultura para reactivar el sector agropecuario

En el marco de la visita del titular de la cartera agrícola a la zona, hay que destacar que el ministerio ha entregado importantes ayudas subsidiarias a pequeños productores de la región, con miras a reactivar el sector.

Así, en febrero se dieron a conocer más de $2 mil millones destinados por el Gobierno Regional para enfrentar el proceso de reactivación agropecuaria, de los que $168 millones quedan en Combarbalá, para apoyar la producción de 559 productores caprinos, 15 apicultores, 20 productores bovinos, 9 productores de uva Flame, junto con otros 71 agricultores y 67 ganaderos, beneficiados con la entrega de capital de trabajo.

 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X