• Los embates de la sequía y los bajos precios (históricos) que ha tenido la variedad flame en las últimas dos temporadas están generando importantes pérdidas económicas en este sector agrícola de la región.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
La propuesta está siendo elaborada de forma multisectorial e incluye la destinación de la producción a uva de pasa y consumo interno mientras se realiza el recambio de variedades, además de medidas de mitigación para liberarlos de los apremios con los bancos, entre otras acciones. Será presentada en los próximos días a la intendenta y al Ministerio de Agricultura.

Hace un par de semanas un reportaje publicado por El Día revelaba la difícil situación que están enfrentando los productores de uva de mesa de Limarí, quienes sufrieron la pérdida de cientos de hectáreas de plantaciones durante la extensa sequía y que ahora no podrán exportar la variedad flame (mayoritaria en hectáreas en la zona) pues el producto ya no está siendo recibido en el mercado de Estados Unidos, tras el ingreso de nuevas variedades de mayor calibre y durabilidad. 

Tras estas dificultades, los agricultores han denunciado no sólo que se encuentran endeudados con la banca, Tesorería e Indap, sino que además este año definitivamente ya no comercializarán este producto en el exterior, con el consiguiente impacto que esto tiene además en el empleo, porque no se realizarán los tradicionales packings, que absorbían gran cantidad de mano de obra durante la temporada de cosecha. Según han indicado, estiman que las pérdidas económicas ya bordean los US$ 50 millones.

La situación lógicamente despertó al preocupación de las autoridades, por el impacto social y económico que esto generaría en los valles interiores. De hecho, el gobierno anunció que se está realizando un trabajo multisectorial encabezado por la seremía de Agricultura, de Economía y de Energía, además de Corfo, para buscar soluciones en esta línea, propuesta que será presentada a la intendenta y al Ministerio de Agricultura en las próximas semanas y que incluirían medidas de corto, mediano y largo plazo.

“Es algo que nos preocupa bastante, es prioritario para nosotros poder ver y buscar soluciones para resolver este tema que no es fácil, es muy complejo y está afectando a una gran cantidad de productores de uva de mesa, principalmente flame”, manifestó el seremi de Agricultura, Rodrigo Ordenes, quien agregó que “en este momento estamos trabajando en algunas alternativas, en propuestas que tenemos que presentar al Ministerio y a la intendenta para ver cuáles serían las medidas a poder llevar a cabo”.

Así lo manifestó también el seremi de Economía, Luis Arjona, quien detalló que lo primero que están haciendo es elaborar un catastro para identificar cuántos son los productores que están viviendo esta problemática. “Ya estamos haciendo los levantamientos, tenemos identificados a aquellos agricultores que hoy en general no tendrían cobertura directa, es decir, que no son usuarios de Indap, que van desde las 2 hasta las 20 o 30 hectáreas, porque los más grandes ya han hecho los procesos de reconversión”, especificó la autoridad.

La intendenta Lucía Pinto ha sido la que ha mandatado esta mesa de trabajo, consciente, según indicó, de los efectos que se podrían generar en la economía local. El pasado jueves la jefa regional se reunió con agricultores de Monte Patria y Vicuña, a quienes les adelantó parte de la estrategia. 

“Nuestra agricultura llegó a un punto en que los productores de uva de mesa flame necesitan un recambio para lograr un mejor desarrollo económico”, sostuvo y agregó que “hoy estamos trabajando para presentar un plan de intervención, ya que necesitamos tomar medidas de corto, mediano y largo plazo para lograr una plena reconversión, mientras trabajamos en mejorar y solucionar algunos problemas, ya que la situación de los pequeños agricultores de uva de mesa ha sido muy delicada en el último tiempo”.

ACCIONES EN EL CORTO PLAZO

La problemática requiere de algunas medidas más urgentes. En una declaración pública que dieron a conocer este jueves los agricultores de Monte Patria y Vicuña (se estima que serían cerca de 300 los afectados entre ambos territorios) sostienen que, como primera medida, requieren que se ponga a disposición capital de trabajo para la  reactivación de los campos y poder concretar la producción de pasas. Esto toda vez que la mayoría arrastra deudas que les impiden en este momento invertir para el trabajo en las parras.

“En este momento la agricultura está descapitalizada, tenemos deudas con las exportadoras, bancarias, previsionales y tributarias, estamos en una difícil situación”, sostuvo Mariano Rodríguez, agricultor del valle de Elqui, quien destacó que están levantando las voces de alerta porque aún se está a tiempo de encontrar una salida que permita mantener la actividad.

Al verse imposibilitados de exportar, estiman que la producción de deshidratados les permitiría generar flujos económicos para comenzar a levantar cabeza. Asimismo, piden que el gobierno les pueda prestar asesoría técnica y especializada en el manejo que debe realizarse a los parronales, así como también que se les pueda ayudar con los canales de comercialización, ya sea vía exportación o en el mercado interno.

Esto les permitiría, indican, poder proyectar en el mediano y largo plazo un proceso de reconversión escalonada (en 5 años plazo) que permita no perder la solvencia económica del rubro. 

PLANTA DE SECADO DE PASAS

La declaratoria ha tenido buena acogida en las autoridades y el seremi de Economía, Luis Arjona, declara que ven con muy buenos ojos la alternativa de comenzar a colaborarles para que la uva que se va a producir se redestine a pasas.

“Este producto tiene un buen mercado internacional y vamos a hacer unas pruebas con unas plantas que están hoy en operación, funcionan con energía solar, es un producto que va a estar asociado con el uso de energías renovables y hay un mejor manejo de cómo en la actualidad se están manejando este tipo de productos, queremos darle un valor agregado”, especifica. 

Manifiesta que incluso hay una planta que hoy está dedicada al secado de algas “con mucha eficiencia, con sistemas inocuos de producción y ese podría ser un proyecto de mediano plazo”.

La autoridad reconoce, eso sí, que destinar toda la producción local para estos fines podría provocar que se sature el mercado. Por ello, indica, la opción que están manejando es que una parte se pueda destinar a la exportación, la otra a darle valor agregado a través de envases de menor tamaño (de pasas), y otra para el consumo del producto fresco. 

“No todo está perdido, aquí frente a la adversidad hay que salir adelante, es ahí donde tenemos que aplicar la innovación, uno de ellos es esta planta secadora. No la vamos a hacer con pura producción de uva, hay que ver cuánto llevamos a pasa, cuánto al consumo fresco”, agregó.

De hecho, una segunda fase será poder incentivar el consumo interno dentro del país para la uva flame “por mientras, porque tenemos que oxigenarlos en los flujos de caja y poder, por ejemplo, colocar la uva de mesa en las raciones alimenticias de la Junaeb, dentro de lo que es la campaña Elige Vivir Sano”.

CAPACITACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN 

A través de Corfo, el seremi de Economía señala además que se les va a ir capacitando en el manejo de este producto. A través de Nodos de la uva, de programas focales, lo que en el fondo significa colocarle una puesta en valor a la agricultura. Se les va a ayudar a través de Proyectos Asociativos de Fomento (PROFO), de los Nodos, para que ellos mismos puedan salir al mercado y evitar la intermediación. 

Lo que van a tener que empezar a concientizar, dice, es a que el manejo de las parras va a tener que hacerse en función de la pasa. “Nosotros lo que requerimos son frutas, colocarlas en la planta, hacer ya pruebas in situ. Pero está la infraestructura disponible, está sensibilizado, yo hablé con la presidenta de la SAN, ellos están muy entusiasmados con el tema pensando en producir snacks para los niños, pensando en envases chicos, donde hay valor agregado y eso es súper importante para la región, porque en el fondo vamos a exportar cajas, envases, un montón de cosas”.

En esta línea, enfatiza que “acá no se trata de hacer bajar al agricultor dos peldaños, sino que suba, porque a lo mejor nos podemos organizar de tal forma de que ellos puedan ser propietarios de la misma planta donde procesan y que le puedan dar utilidad durante todo el año con otros productos, por ejemplo”.

FINANCIAMIENTO Y RECONVERSIÓN 

En paralelo, confirma el secretario regional de Economía, se van a ir buscando algunas líneas de financiamiento para la reconversión. Para ello también será clave el trabajo que pueda realizar ProChile, dice, pues deberá sondear los mercados para ver qué tipo de nuevas variedades de uva sería apropiada para comenzar a replantar pensando en un éxito económico futuro, o bien si es más conveniente apostar por otros productos como los cítricos. 

El objetivo que se está planteando es que se pueda otorgar recursos a los productores por lo menos para darles el empuje inicial. “La idea es partir con una o dos hectáreas por cada usuario, de manera que después por vía propia vaya haciendo la reconversión en el tiempo. Esto no lo podemos hacer de manera inmediata, porque de qué vive este agricultor”, indica.

El apoyo se va a concentrar principalmente en aquellos agricultores que hoy se encuentran “en tierra de nadie” y que van desde las 2 hasta las 20 hectáreas, que por su condición no tienen acceso a ningún tipo de aporte estatal a la fecha. La condición, eso sí, será que ellos en el futuro vayan solventándose por sí mismos.

“Los vamos a apoyar en una primera instancia, pero aquí tenemos que tener una disciplina desde el punto de vista productivo, de hacer conciencia de que con los excedentes que vayan generando cada año van a ir adicionando nuevas hectáreas con las nuevas variedades o los nuevos cultivos que quieran incorporar”, recalca.  

En este sentido, enfatiza que “no podemos arrancar de un día para otro los parronales, estamos hablando de 2.500 hectáreas, qué hace ese agricultor si no tiene flujo y lo requiere ahora con mayor urgencia”.

El otro escollo a superar será la búsqueda de las plantas, en el caso que se opte por las nuevas variedades de uva. Todas ellas son producidas sólo por algunos viveros que cuentan con las licencias, tienen un precio alto y además traen consigo el pago de un royalty. “Igual nosotros como gobierno regional vamos a sostener una reunión con las exportadoras para sensibilizarlas, cosa que si han sido socios tantos años, no los dejemos abandonados”, precisó Arjona.

Por su parte, el seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes sostiene que “también estamos realizando un trabajo con INIA Intihuasi, desde donde se van a levantar propuestas también para ver cuáles serían las mejores alternativas y ver la rentabilidad de los productos, principalmente para ver qué sería lo más conveniente poder tener acá”.

Al respecto, la autoridad indica que es importante manejar información de cuáles serían los productos que se estarían requiriendo a nivel mundial y evaluar cuáles serían las mejores alternativas y necesidades del mercado “porque esto es muy dinámico, va cambiando muy rápido, hay variedades que funcionan bastante bien, pero en los próximos años se dejan de comprar, también tenemos que ver las condiciones climáticas que tenemos en la zona, para evitar que nuestros agricultores cometan errores lo que significaría dejarlos endeudados nuevamente, siendo que la situación que están viviendo ellos es bastante frágil”, puntualizó el seremi del agro.

ALIVIO DE LAS DEUDAS 

Una de las principales complicaciones que tienen los agricultores es el gran nivel de deudas que tienen a la fecha con la banca. En este sentido, Luis Arjona indicó que como gobierno ya tuvieron un primer acercamiento con BancoEstado “y ellos mostraron toda la disponibilidad para ir analizando los casos y poder contribuir”. La idea, recalca, “es darle un poco más de facilidades, periodos de gracia, pago de capital, pago de intereses”.

Asimismo, manifiesta que van a tener una reunión con el resto de la banca “para ver cuál es su postura y, en el caso que sea necesario, hacer valer las garantías recíprocas que se colocan a través de la Corfo, es decir, para darle mayor espalda  estos productores”.

El seremi de Agricultura, en tanto, manifiesta que “tenemos que ver el tema de las deudas a corto plazo, que es más de contingencia, pero también tenemos que ir avizorando ya soluciones de largo plazo para que no se vean tan fuertemente afectados como lo están en este momento”, precisó.

El pasado jueves  agricultores de Vicuña y Monte Patria se unieron para solicitar al gobierno que tome acciones ante la grave problemática que están viviendo. Foto: Andrea Cantillanes

PÉRDIDA DE PUESTOS DE TRABAJO

Los agricultores han alertado que el no funcionamiento de los packings durante la próxima temporada va a significar que sólo en la comuna de Monte Patria se pierdan poco más de 3 mil puestos de trabajo, lo que obviamente tendría un impacto económico y social importante en los valles interiores.

Al respecto, el seremi de Economía señala que también en esta línea están desarrollando los análisis, pero que por el momento confían en que estas soluciones puedan aminorar esta problemática. 

“Esa misma gente que hoy trabaja en los packings, en la cosecha, perfectamente va a poder trabajar para llevar a las plantas de proceso y para el consumo de uva en fresco, así que no creo que exista tanto impacto. Ahora cambia el mercado no más”, puntualizó. 

 

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