• Ánima cuenta con tres estilos de cerveza como base, que están pensados para acompañar la oferta gastronómica de la zona: Golden Ale, Pale Ale y Stout.
  • Quizá una de las marcas más llamativas de la oferta regional es Atrapaniebla, una cerveza hecha sobre la base del agua que se rescata de la neblina con una suerte de malla. En la foto, Marco y Miguel Carcuro, socios fundadores de la marca y hermanos.
  • Guayacán hoy cuenta con 8 tipos de cervezas diferentes. La fábrica se ubica en el pueblo de Diaguitas, en el Valle de Elqui, donde también tienen un local de venta. (En la foto).
  • Lagerhaus en el bar que llegó a La Serena a consolidar y potenciar la venta de cervezas artesanales de la región. Ahí se pueden encontrar 18 cervezas de barril pinchadas en la barra, de las cuales 10 son locales 5 nacionales y 3 internacionales.
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Lautaro Carmona / Cedida / Bastián Salfate
En 10 años, la región de Coquimbo pasó de no tener ningún tipo de oferta de cerveza local, a tener más de una decena. ¿La razón? La fuerte relación que existe entre la bebida y la identidad con el turismo y por supuesto, el clima desértico y mediterráneo cálido que caracteriza a la zona, sobre todo en verano. Marcas como Atrapaniebla, Guayacán, Ánima o Independentzia se han hecho camino al andar, probando nuevas recetas y aprovechando al máximo la magia de la región, elemento que juega a favor en la promoción de un producto local.

Refrescante, popular y hace ya varios años, bebida de moda, la cerveza tiene un origen que pocos conocen. Su producción se remonta al inicio de nuestra civilización, cuando los egipcios la elaboraban a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua. Sin embargo, la bebida, como la conocemos hoy, aparece en Europa en el siglo XIII, en la medida en que su concepto incluye el amargor propio del lúpulo.

EN CHILE, CONSUMO CRECE SIN DESCANSO

Así, durante el siglo XX comenzó la producción en masa de cerveza, donde a veces la cantidad privilegiaba a la calidad, algo que en hoy se ha comenzado a revertir de la mano del nacimiento de los productos artesanales. Hoy, los principales países productores son Estados Unidos, Alemania, Rusia, Reino Unido, Brasil y China. Y si bien Chile queda más bien en la base de la lista de países con mayor producción, su consumo aumenta a tasas aceleradas en nuestro país.

Según cifras de Euromonitor, su venta se ha elevado 26% en los últimos cinco años, con tasas anuales en torno al 5% de crecimiento, pasando de producir 669 millones de litros en 2011, a 843 millones de litros en 2016, con ventas anuales por US$ 2.821 millones este último año. Además, se proyecta que en los próximos años siga al alza, proyectando una tasa de crecimiento anual en la producción de 6,1% a 2021.

Y este, es sólo el promedio de las cervezas industriales, ya que el mercado de las artesanales crece a pasos agigantados.

PRODUCCIÓN DE CERVEZA ARTESANAL LOCAL CRECE EN PROMEDIO 35% AL AÑO

Siguiendo la tendencia, en 10 años la región de Coquimbo pasó de no tener ningún tipo de oferta de cerveza local, a tener más de una decena. La fuerte relación que existe entre la bebida y la identidad con el turismo y por supuesto, el clima desértico y mediterráneo cálido que caracteriza a la zona, sobre todo en verano, han impulsado la aparición de nuevas marcas locales. Y también su producción, que según los mismos fabricantes, aumenta a tasas del 35% en promedio año a año. Etiquetas como Atrapaniebla, Guayacán, Ánima o Independentzia se han hecho camino al andar, probando nuevas recetas y aprovechando al máximo la magia de la región, elemento que juega a favor en la promoción de un producto local.

ATRAPANIEBLA: CERVEZA CON AGUA DE CAMANCHACA

Quizá una de las marcas más llamativas de la oferta regional es Atrapaniebla, una cerveza hecha sobre la base del agua que se rescata de la neblina con una suerte de malla. Miguel Carcuro, socio fundador de la firma, explica a diario El Día que llegaron a esa opción después de entender que la dureza de las aguas en el norte es un problema para elaborar este tipo de bebidas. “Muchos cerveceros optan por adquirir un sistema de osmosis inversa para intervenir las aguas. Sin embargo se nos ocurrió utilizar los también llamados “atrapanieblas” para captar agua más pura, un sistema que conocimos por primera vez en la caleta de pescadores de Chungungo”, recuerda Carcuro.

Se trata de redes con pequeñas aberturas de cerca de 1 milímetros para capturar las pequeñas gotas de agua de la neblina que se forma en la costa y luego se mueve hacia el interior en forma de bancos de nubes, mejor conocida como camanchaca. El agua se acumula en la malla y forman partículas más grandes que eventualmente se caen de la red hacia un canal que está debajo. Desde allí, se canalizan a través de un caño hacia contenedores que están en la base de las montañas, donde el agua queda lista para usar.

“Luego de analizar el recurso hídrico comprobamos que eran más blandas y se podían incorporar directamente a la maceración de la cerveza sin la necesidad de intervenir”, detalla el dueño de Atrapaniebla. Esta diferencia genera una cerveza con un sabor diferente que escapa un poco de la estandarización que existe entre los insumos más comunes como la cebada malteada, el lúpulo y la levadura.

En la actualidad, Atrapaniebla produce 7.000 litros de cerveza al mes y su principal mercado es el nacional con presencia en las zonas centro y norte del país a través del canal HORECA. En términos de comercialización, el año 2015 cerraron con $50 millones, 2016 con $100 millones y 2017, con $140 millones. “La exportación aún no se ha podido concretar porque el volumen de venta espontánea ha superado el volumen de producción todos los años a pesar de los esfuerzos por crecer”, comenta Carcuro.

Hoy cuentan con dos tipos de cervezas: Scottish Ale y Brown Ale. En palabras más sencillas un cerveza roja con bastante malta caramelo y una morena con más granos tostados.

A futuro buscan innovar y extender un brazo productivo en el rubro de las levaduras, para lo que cuentan con un laboratorio que les permite separar, identificar y trabajar con levaduras del ambiente. Además planean ampliar las cervecerías dejando a cada una con una producción diaria de 1.000 litros.

“Creemos que es fundamental la cooperación y fusión del turismo con la producción de vinos, piscos y cervezas. Y es muy importante para los productores  lograr una representatividad territorial de los bebestibles y que involucre directamente a los habitantes, que finalmente cooperaran con difundir y promocionar el producto”, resalta el socio fundador de Atrapaniebla.

ÁNIMA: POTENCIANDO LA CULTURA ANCESTRAL DEL VALLE

Como suelen nacer este tipo de empresas, Ánima tiene su origen en una producción casera. “El socio que me invitó a participar de esta idea de negocios hacía cerveza para la casa y los amigos”, sostiene Claudia Cobo, socia fundadora de la marca y enóloga. Así, después de probar varias recetas exitosas, en 2012 comenzaron con ventas formales. La idea era que Claudia aportara con sus conocimientos de enología en la elaboración de la bebida, una industria que si bien es muy distinta, la experiencia en un rubro compartido es útil.

El nombre, cuenta Cobo, se lo dieron por el Complejo Cultural Ánima, que es uno de los pueblos prehispánicos que habitaron la zona del Valle de Elqui. “Con él quisimos dar a conocer esta cultural y mostrarla a través de la cerveza”, revela.

Ánima cuenta con tres estilos de cerveza como base, que están pensados para acompañar la oferta gastronómica de la zona: Golden Ale, Pale Ale y Stout.

A eso se suman producciones esporádicas durante algunos meses del año, como la cerveza de zapallo (Pumpkin), y una de durazno, que estará lista para la venta por el mes de abril. “Nos hemos sorprendido con este tipo de oferta, porque a la gente le encanta”, dice.

Por último, hace poco sacaron una versión de la IPA (Indian Pale Ale), y una “anti IPA”, una variedad que está muy de moda, pero que muchas veces molesta por su amargor. “Esta hace un equilibrio con el sabor áspero típico de la IPA, y ha tenido un éxito sorprendente”, revela Cobo.

Hay que destacar que Ánima está produciendo actualmente 5 mil litros mensuales de cerveza, cifra que crece 40% anual, y que no ha parado de ir al alza desde que se iniciaron en el negocio.

Cobo apunta a la idea de generar una ruta de la cerveza en la zona. “Tenemos un nuevo producto que ofrecer como cerveceros regionales, un nuevo atractivo turístico para mostrarnos como región. Si bien Coquimbo es generosa en muchos aspectos, con esto podemos mostrar un producto más dentro de la oferta”, comenta

Además, hace poco conformaron una asociación de cerveceros artesanales en la región de Coquimbo, y a través de ella quieren dar a conocer la oferta en los distintos puntos de información (turísticos, peajes, hoteles), donde estén establecidas las rutas, los horarios de atención y cuáles son los servicios de cada uno de los lugares.

GUAYACÁN: EL EMBLEMA DEL PUEBLO DE DIAGUITAS

Mientras aún estaban en la universidad, los tres socios fundadores de la cerveza Guayacán (quizá la más comercial y conocida dentro de la oferta local a nivel nacional), articularon la idea de hacer cerveza artesanal con el valor agregado que ella ostenta. Desde el principio tenían claro que el origen de la cerveza y la sustentabilidad en la elaboración le agregarían aún más importe al producto. Y con ese cometido en mente, eligieron el Valle de Elqui para instalar la fábrica.

“Nos pareció que esta locación iba en línea con lo que queríamos ofrecer (tiene toda una mística que le da valor agregado al producto), encontramos buena calidad de agua (esencial en la receta), y además acá podíamos apalancar el negocio al turismo”, reconoce Andrés Toro, socio de Guayacán.

Hace poco menos de una década, comenzaron a conquistar el mercado con sus productos, que hoy suman ocho variedades de cerveza y de las que en promedio producen 50 mil litros al mes. “Hemos tenido un crecimiento de entre 35% a 45% anual, una tasa que se ha mantenido en los últimos años y esperamos continuar con ella este año”, dice Toro, quien agrega que la elaboración es 100% sustentable, pues el 50% de la energía que utilizan en la planta es solar, y además son la primera firma en Latinoamérica certificada como “Empresa B”. Esto implica tener un compromiso social y medioambiental a la hora de tomar las decisiones de negocios. “Todo tiene que tener un impacto positivo al ambiente donde estamos presentes”, señala el socio.

Guayacán es una de las pocas bebidas de la región que está presente en la cadena retail, además del canal Horeca (hotel, restaurantes y catering), donde la mayoría apuesta sus cartas. “Por el momento estamos vendiendo solo en Chile, todavía nos queda mucho que abarcar en el país”, dice.

Además, cuentan con dos locales propios, uno en Vicuña y otro en la misma fábrica, en Diaguitas, donde maridan las cervezas con pizzas. El plan de este año, es abrir un tercer local en La Serena, y luego evaluar uno en Santiago.

“La producción cervecera a nivel artesanal es un aporte en muchos sentidos. Es una industria muy inocua que no genera demasiados deshechos. Además, le suma positivamente al turismo de la región. Que haya una oferta cervecera local es un plus para la zona”, estima Toro.

INDEPENDENTZIA: PREMIADA POR SU AUTENTICIDAD

Hace siete años nace esta cerveza local, pero con tintes españoles, en la región de Coquimbo. Sergio Arratia, socio fundador de Independentzia, cuenta que la idea comenzó por hacer cerveza para consumo propio después de haber vivido algunos años en España y conocer cervezas que no encontraban en Chile. “Al poco tiempo fuimos dándonos cuenta que había una oportunidad de negocio en lo que estábamos haciendo”, aclara.

En su propio hogar, en el sector de San Rafael, Arratia fue de a poco plasmando las ideas para lanzar un producto distinto y de calidad. Partió con ollas de cobre y fermentadores pequeños. Luego, tras ir consolidando una sociedad familiar y siempre con la autogestión, llegó a adquirir fermentadores de acero inoxidable, que mantienen en un 100% el sabor y aroma de la cerveza.

Utilizando en idioma vasco la palabra “Independencia”, desde el 2010 ha estado consolidándose con esta microcervecería regional, haciendo repartos a domicilio y despachos a todo Chile. “Nuestras cervezas no son filtradas ni pasteurizadas, no contiene aditivos ni clarificantes, como así tampoco preservantes”, explicó Sergio Arratia, cuyo negocio también significó oportunidades de empleo en Pan de Azúcar.

Gracias a la innovación que insertan en el producto, Independentzia ganó una medalla de bronce en la Copa de Cervezas de América con su cerveza stout. “Es una competencia internacional que reúne a más de 2.000 etiquetas de todo el continente, y fuimos una de las veinte medallas de obtuvo Chile, y la única cervecería que obtuvo medalla en la región”, revela Arratia.

A futuro, este emprendedor busca seguir creciendo y ser reconocidos primero en la región, para luego ir sacando nuevas variedades de la bebida.

“Desde el punto de vista turístico la cerveza artesanal sin duda crea una identidad local, potencia nuestra cultura de una manera diferente y más cercana, lo cual es algo que los turistas agradecen”, concluye.

LAS MARCAS PRESENTES EN LA REGIÓN

Atrapaniebla, Guayacán, Ánima, Independentzia, Cruz del Sur, Gualliguaica, Punitaquina, Cactus, El Molino, Elquimista, Higueral y Copayapu son parte de las cervezas que se elaboran en la región de Coquimbo.

En términos de empleo, estos microemprendimientos suman más contrataciones de gente, contribuyendo a la operación de empleo productivo y de buena calidad en general.

Dentro de las más de 15 cervecerías, se encuentran representadas marcas de la provincia de Elqui, de Limarí y se busca potenciar a futuro una planta en Choapa.

LAGERHAUS: EL BAR QUE POTENCIA LA CERVEZA LOCAL

Junto con el boom de las cervezas artesanales, hace cerca de dos meses abrió un bar único en la región y que hasta hace un tiempo, era un formato de pub posible de ver sólo en el extranjero. Se trata de Lagerhaus, (Balmaceda 824, La Serena), una verdadera “casa de la cerveza” donde su dueño, Benjamín Klein, potencia la venta de cerveza artesanal local y nacional donde además, se ofrece una propuesta gastronómica ideal para maridar las bebidas.

Klein señala a diario El Día que al ver la gran oferta de microcervecerias que justamente buscan con sus recetas y técnicas, ofrecer variedades de sabores a la gente, le parecieron los aliados perfectos para el proyecto. “Es por eso que promovemos principalmente a las cervecerías locales, porque son ellas quienes más contacto tienen con los que serán sus clientes y por lo tanto mejor reflejan ese espíritu de trabajar para ofrecer un producto que guste. Es en esa propuesta, esa búsqueda por satisfacer al paladar donde tenemos la sintonía entre Lagerhaus y los cerveceros”, comenta el dueño del lugar.

Como se trata también de un lugar de expresión cultural, el bar contará a partir de febrero con escenario en el patio trasero y espacio para 150 personas. La idea es realizar espectáculos semanalmente, ya sea de música en vivo, humor, baile u otra expresión artística.

Hay que destacar que Lagerhaus abrió el año 2013 un local en Temuco y este es el segundo. Actualmente cuentan con 18 cervezas de barril pinchadas en la barra, de las cuales 10 son locales 5 nacionales y 3 internacionales. En marcas locales destacan Ánima, Independentzia, Cactus y Guayacán. La idea es sumar otras etiquetas en barril y subir de 18 a 25 variedades, así como contar con un un stock en botella. “Eso ocurrirá cuando se vea una buena recepción de la gente y lleguemos por ejemplo a los 10 mil “me gusta” en Facebook”, revela Klein.

 

 

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