• Mauricio Araya, presidente del Comité de Vivienda de CChC La Serena señaló en entrevista con diario El Día que esto no sólo es una realidad a nivel regional, sino que también se replica en todo el país.
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Andrea Cantillanes
A raíz de las cifras rojo en del rubro de la construcción durante los primeros dos meses del año, el miembro de la Cámara Chilena de la Construcción habló sobre las razones de la caída en la actividad y las expectativas de su pronta recuperación, donde destacó la importancia de contar con planos reguladores actualizados en Coquimbo y La Serena. Asimismo, recalcó que incluso después de la puesta en marcha de la reforma que incluye el pago de IVA en la compra de propiedades, sigue siendo una buena decisión invertir en el rubro, ya que es muy difícil que un bien de estas características se devalúe en el tiempo.

Dos meses en rojo suma la región de Coquimbo en cuanto a la Actividad de la Construcción Regional (INACOR) en lo que va del año, tras conocer la caída de 7,5% del mes de febrero, que se suma al -10% de enero.

El gremio de la industria se ha mostrado preocupado y ha asegurado que durante el año redoblarán las energías para no perder oportunidades de comercialización.

En este sentido, Mauricio Araya, presidente del Comité de Vivienda de CChC La Serena señaló en entrevista con diario El Día que esto no sólo es una realidad a nivel regional, sino que también se replica en todo el país.

¿Hacia dónde van los esfuerzos en torno a mejorar el desempeño del rubro de la construcción en la región?

“Son cifras que muestran una realidad regional, pero también nacional. El índice de la construcción a nivel país también lleva seis meses números rojos. A estas alturas no es un misterio que la actividad de la construcción en este y otros países, es un reflejo de la actividad económica del país. Cuando los países tienen un buen desempeño financiero, por lo general es la construcción la primera que se activa. Pero cuando la economía está débil, las primeras muestras se empiezan a ver en este rubro. Y aquí hay varios factores involucrados: se paralizan empleos por mano de obra, hay merma en productores de materiales, etc. El golpe no deja de ser importante.  Ahora, esta caída también se ha dado debido a la reforma tributaria, ya que al imponer un impuesto a la compra de propiedades, las personas que estaban en condiciones de hacer una adquisición, decidieron adelantar su compra. Esto generó a nivel país, un aumento de las inversiones en un cierto período de tiempo”.

Según lo estipula la ley, al 31 de marzo se acabó el plazo para comprar propiedades sin IVA, ¿qué balance hacen en la Cámara en torno a la nueva normativa?

“Todos los proyectos que solicitaron recepción al 31 de marzo, quedaban exentos de IVA. Por eso aún hay edificios que pueden encontrarse para compra sin el impuesto incluido, pero no son el fuerte de la oferta. El fuerte de las ventas sin IVA fue en 2015 y parte de 2016, esto dinamizó las compras. Pero como ya no existe el estímulo de comprar sin IVA, la actividad se ha visto mermada y por esto no se inician nuevos proyectos. Por eso también va disminuyendo la actividad en general, con índices de desempleo también más altos”.

¿Sigue siendo rentable invertir en una propiedad, después de la aplicación de la reforma?

“Siempre una vivienda será una buena fuente de inversión para las personas. Las viviendas no bajan su valor, por lo general se mantiene y más aún, ganan plusvalía. Y esta plusvalía, al ser comparada con otro instrumento financiero, no es menor. Tiene un desempeño interesante, siempre y cuando el país mantenga el desarrollo. De hecho, y según un artículo publicado por este mismo diario, en los últimos tres años los valores de venta de propiedades en Coquimbo y La Serena han aumentado en un 20% en promedio en los últimos tres años. Es un aumento importante. Se trata de hecho, de un aumento mayor que el de un instrumento de renta fija.

Por otro lado, es importante destacar que el aumento no se da sólo en Coquimbo, sino que es una tendencia país. Si se comparara el costo promedio de las propiedades en Chile, esta zona es la más baja entre Santiago e Iquique. Aquí (La Serena-Coquimbo) el costo del metro cuadrado promedio es de 38 UF, mientras que en Santiago por ejemplo, ese promedio es de 64 UF, y en la conurbación Viña Valparaíso, de 48 UF. Por lo tanto, invertir en propiedades es más económico que en otras ciudades y además, se tiene buena perspectiva de plusvalía”.

¿El rubro de la construcción se ve afectado también por la caída también de la actividad minera en la zona?

“Sí, está relacionado, aunque no tanto como en regiones particularmente mineras. En Antofagasta por ejemplo se observa un fenómeno preocupante que son los llamados “edificios fantasma”, propiedades que están vacías debido a que están pensadas para la población ligada a la minería y por la merma en este sector, no han sido ocupados. La región de Coquimbo en tanto tiene la ventaja de ser una zona bien requerida para vivir. Si bien estamos cerca zonas mineras, estamos también cerca de Santiago con buena conectividad terrestre y aérea. Es conveniente, hay buen clima, hay playa, valle, servicios, hay amplia oferta educacional, universidades… Por lo tanto hay una mezcla de población, personas que trabajan en la zona minera y también otros que emigran desde Santiago buscando mejor calidad de vida”.

Por la caída también en la adquisición de viviendas, ¿se puede hablar de un sobrestock de propiedades libres en la región?

“Yo creo que no, el mercado mismo se ha regulado. Por eso se está construyendo menos y por eso las cifras caen al rojo. Y no sólo en la actividad inmobiliaria. Recordemos que el índice mide toda la actividad de la construcción. Por otro lado está toda la infraestructura pública, donde también se ha detectado que no hay grandes licitaciones ni grandes contratos que se estén adjudicando en la zona”.

¿Cuáles son las reglas en torno a la edificación en el borde costero, después del terremoto de 2010, 2015 en el norte y ahora con los nuevos movimientos sísmicos que se han dado en el litoral central?

“El plan regulador de Coquimbo es de 1984 y no se condice con la dinámica de la misma ciudad. Ahora, el plano de La Serena es de 2004, es más nuevo, pero aun así está en proceso de actualización. Lo ideal para nosotros es tener las reglas claras y tener ambos reguladores vigentes y nuevos. Desde la Cámara creemos que al ser ciudades costeras, no podemos restarnos de proyectos en el borde. Pero para esto, es absolutamente necesario tener las regulaciones claras en torno a materiales de construcción, sistemas antisísmicos o que el primer piso no sea habitable, entre otros. Así podremos tener edificios que pueden estar perfectamente en el borde costero y que son seguros. La idea es contar con estructuras diseñadas para resistir tsunamis y se tenga evacuación vertical, por ejemplo. Por eso, esperamos que este año tengamos noticias acerca de los nuevos planes reguladores. Hacemos como siempre, un llamado a las autoridades para tener los planes reguladores actualizados. Esto es lo único que dictará las reglas del juego claras y permitirá un desarrollo más armónico”.

¿Cuáles son las claves para reactivar el rubro hoy?

“Si bien la inversión pública ayuda en parte, está demostrado que ésta no representa más de un 17% de la actividad de la construcción, entonces forzosamente el repunte pasa por la actividad privada. Y tener reguladores actualizados puede ayudar bastante en el impulso de la actividad. Esto ayuda a tener claridad a las empresas que han pospuesto la decisión de inversión en la región”.62-03

 

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