• Desde el rechazo del proyecto minero-portuario en marzo en la Comisión de Evaluación regional el tema venía generando divisiones en la casa de gobierno.
    Desde el rechazo del proyecto minero-portuario en marzo en la Comisión de Evaluación regional el tema venía generando divisiones en la casa de gobierno.
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Lautaro Carmona
La decisión que tomó la Comisión de Evaluación regional de rechazar la RCA del proyecto en marzo, que fue ratificada en el Consejo de Ministros, generó un quiebre en La Moneda que terminó con la salida de dos ministros y un subsecretario

La mañana del 9 de marzo en el salón Prat de la intendencia regional existía inquietud. Ese día se evaluaría la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto minero-portuario Dominga, que pretendía instalarse en la comuna de La Higuera y que, con una inversión de US$ 2.500 millones, proyectaba la creación de 9.800 puestos de trabajo durante su construcción y 1.450 durante la etapa de operación.

Finalmente la decisión fue 6 votos a favor y 6 en contra. El intendente, Claudio Ibáñez, quien presidía la instancia, era el que debía dirimir. Lo hizo en contra del proyecto. Se habló en ese momento de la existencia de presiones políticas, con un protagonismo del senador Guido Girardi, de que la votación se sabía con exactitud el día anterior y que no todos en el gabinete habrían estado de acuerdo, partiendo por el entonces ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier.

5 meses después, ni el propio jefe regional podría haberse imaginado lo que esta determinación que se tomó a nivel regional provocaría al interior del gabinete de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, a 6 meses de culminar el periodo de gobierno. Esto pues ayer se registró la renuncia de parte del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés y del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, además del subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, hecho que ha sido considerado como la peor crisis en el gabinete.

EL “TERREMOTO” DOMINGA. El pasado lunes 21 de agosto el proyecto de la compañía Andes Iron sería analizado en el Consejo de Ministros, compuesto por las carteras de Medio Ambiente (que preside), Agricultura, Salud, Economía, Energía y Minería.

Los tres primeros rechazaron la iniciativa, Minería y Energía aprobaron, pero el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, se retiró de la sesión aduciendo que no contaba con un “análisis profundo de los nuevos antecedentes presentados” para emitir su voto. Con posterioridad reconoció que solicitó extender el plazo por 72 horas, pero que el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien preside el organismo, no habría accedido.

Los medios capitalinos comenzaron a hablar de la disconformidad que existió en el equipo económico de la mandataria respecto de esta determinación. Se confiaba en que se podría haber revertido la decisión tomada en la región de Coquimbo dando así una señal de apoyo a la inversión. No obstante esto no ocurrió.

El primero en reaccionar fue el subsecretario Micco, quien tras la votación lamentó que se hayan tomado “decisiones apresuradas” y planteó que "efectivamente en las últimas decisiones nos ha faltado tomarnos el tiempo necesario para ver el equilibro que necesitamos saber entre la inversión y el mantener la sostenibilidad”.

Inesperadamente, fue el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el que salió a respaldar a Céspedes y Micco, indicando que "yo constato que algunos no tienen el crecimiento dentro de las prioridades más altas y les cuesta a veces tener una compatibilización de eso con otros objetivos, que son importantes también, y eso ciertamente hace más difícil nuestro trabajo”.

Estas declaraciones calaron hondo al interior del gabinete, al punto que se indicaba que el proyecto Dominga era el causante del fraccionamiento que existiría. Fue tanto el impacto que la misma Presidenta Bachelet salió a hablar del tema. No obstante, no lo haría para respaldar a su equipo económico, sino para dar un espaldarazo al titular de Medio Ambiente, Marcelo Mena.

“Chile necesita que crezcamos, sí, necesitamos que la economía crezca, pero necesitamos que el crecimiento vaya de la mano del cuidado del Medio Ambiente. Y, además, Economía Verde y Economía Azul, porque hay gente que cree que, si uno se preocupa del Medio Ambiente, ya la economía no va a poder seguir creciendo. Y sí puede, solo que hay que ponerse otros ‘anteojos’, es decir, miremos esto de otra manera y cómo puede ser una oportunidad”, sentenció la Jefa de Estado, en una respuesta directa a Valdés, haciendo evidente el quiebre del que se venía hablando y que culminó con la salida de los secretarios de Estado.

Pero estas desavenencias generadas por el proyecto minero-portuario no serían recientes y habría iniciado ya desde el momento en que se produce la votación de la Comisión de Evaluación Ambiental en la zona. Cabe recordar que solo 12 días después que esto se concretó en marzo el entonces ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, renunció a esta cartera para formar parte del comando de la candidata presidencial, Carolina Goic.

Sin embargo, esta no habría sido la razón de su alejamiento, pues fuentes al interior de la DC señalaron que había sido gatillado por la molestia que le produjo el rechazo del proyecto en la región. Aseguraban que Badenier respaldaba Dominga y que se sintió pasado a llevar por el equipo político de la Moneda. Esto, indicaban, era compartido por otros miembros del gabinete.

REACCIONES REGIONALES. Tras la salida de los ministros provocada por el caso Dominga las reacciones en la zona no se hicieron esperar. Gran parte de los parlamentarios de la Nueva Mayoría señalan que era previsible, pero reconocen que esto genera complicaciones en la coalición, ad portas además de una elección.

El diputado (PS), Raúl Saldívar, manifestó que la salida de los secretarios de Estado “no fue para nada sorpresiva” y que se veía venir desde el momento que emitieron sus declaraciones. “La situación tenía que desembocar en un momento más o menos crítico como este”, argumenta.

Respecto a los efectos que tendría, indicó que “no es positivo que algún ministro renuncie a meses del término del gobierno, eso hay que admitirlo. Pero tampoco es positivo que los ministros se den el lujo de dar opiniones al margen de lo que ha establecido el programa de la Presidenta, por muchos aplausos que reciba de los gremios empresariales”.

Por su parte, el presidente nacional del Partido Radical y candidato a diputado por la región, Ernesto Velasco, recalcó que los ministros son de confianza de los mandatarios “y cuando alguien no comparte esa línea evidentemente se debe hacer un ajuste”.

Lo que le preocupa, dice, son “las señales que se dan en materia de crecimiento económico y protección del empleo y vaya como en la región de Coquimbo nos damos cuenta lo que se requiere avanzar en esa dirección”.

La senadora (PPD) Adriana Muñoz, manifestó que “no es una buena noticia, son ministras que han hecho un gran desempeño” y recalcó que la discusión por el proyecto Dominga “ha marcado un antes y un después respecto del debate del modelo de desarrollo en Chile, no podemos seguir en una dimensión solamente economicista del desarrollo, está muy bien crecer, pero no a cualquier costo”.

El diputado y presidente nacional de la Democracia Cristiana, Matías Walker, lamentó la renuncia del gabinete económico y lo calificó como “un acto de dignidad” de los ahora ex personeros de gobierno. Sin embargo, indicó que “es un llamado de atención respecto de la necesidad de respetar las reglas del juego bajo las cuales se tiene que desarrollar la inversión y el crecimiento”. En este sentido, agregó que se deben “generar confianzas para volver a crecer, tener un crecimiento inclusivo y de esa manera lograr mayores niveles de equidad y superación de la pobreza”.

Más enfático en sus apreciaciones fue el diputado del partido comunista, Daniel Núñez, quien argumentó que “estas renuncias son un acto de honestidad política, pero que llegan demasiado tarde. Esta dupla de Hacienda siempre relativizó las reformas”. En este sentido, el legislador recalcó que “cuando no hay convicción para acompañar a la Presidenta en su programa, lo correcto es renunciar”.

En el otro lado de la vereda, el diputado UDI, Sergio Gahona, indicó que lo que demuestra este cambio de gabinete es que “el Gobierno fracasó”.

“Lo que hemos visto de conflictos y renuncias del equipo económico de gobierno muestra una irresponsabilidad total y un derrumbe total. No les importa la gente ni sus problemas. Con una economía paralizada sólo buscan causar más daño", dijo.

Asimismo, puntualizó que “si bien Valdés ha defendido públicamente posiciones más moderadas, los resultados objetivos son malos. En todas las reformas se ha impuesto la visión de la Presidenta Bachelet y del alma que predomina en su Gobierno: poco interés en el crecimiento y descuido con los efectos de las reformas en la economía, en la inversión, empleo y en los salarios", precisó el parlamentario. 

 

 

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