El secretario regional plantea que algunos productores sí pudieron exportar variedad flame, pero que solo ingresó la de mayor calibre y color.
Como “positivas” define el seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, las cifras que se registraron para el rubro durante el 2018. Esto pues según datos aportados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el número de ocupados en la actividad aumento entre los años 2017 y 2018, en un 3.1%, pasando de 47.955 a 49.446 personas empleadas en el sector. Con ello, se mantiene como la segunda actividad de mayor participación en la zona, después del comercio, con un 13,5%.
En este sentido, la autoridad regional señala que “podemos decir que se han mantenido los cupos a nivel regional en el ámbito agrícola y eso nos mantiene bastante contentos, porque hay un crecimiento en distintos rubros, independiente que hemos tenido una crisis en el sector de la uva de mesa”.
El secretario regional reconoce que la merma que se produjo en las exportaciones de la variedad flame tuvo un impacto a nivel de cifras de envío al exterior y en cuanto a la contratación, pero asegura que esto se vio contrarrestado con la bonanza que tuvieron otros sectores frutícolas. “Tenemos otros rubros que están creciendo como las exportaciones de mandarinas, las cerezas y las nueces, que son factores que son importantes a la hora de absorber mano de obra en el sector frutícola”.
“Hay un crecimiento en distintos rubros, independiente que hemos tenido una crisis en el sector de la uva de mesa”, Rodrigo Órdenes, Seremi de Agricultura
En este sentido, detalla, han obtenido resultados exitosos, por ejemplo, con los cerezos. Al 2015, la superficie de este cultivo en la zona llegaba a 20 hectáreas y al 2018 se incrementó a 70 hectáreas. “Y va en aumento, porque tenemos campos que están con cultivos y todavía no entran en producción”.
Esto va a ir de a poco diversificando la matriz productiva a nivel regional en cuanto a cultivos “y eso también es importante, porque tenemos que tener una mirada de tener varias alternativas o generar varias estrategias para poder abordar los distintos mercados internacionales que tenemos como país”.
Crisis de la uva de mesa
A mediados del año pasado, los agricultores de uva de mesa comenzaron a manifestar su preocupación por las dificultades que ya durante la temporada 2016-2017 había tenido la comercialización en Estados Unidos de la variedad flame, debido al ingreso de nuevas variedades provenientes de sus competidores directos, Perú y California. Éstas mostraban ventajas comparativas evidentes, tienen mayor calibre, calidad y, por sobre todo mayor durabilidad, pudiendo mantenerse hasta por 3 meses en frigoríficos sin problemas. En este escenario, el precio del tradicional producto local se fue al suelo, incluso muchos de los supermercados dejaron de comprarla.
Los productores anunciaron que ya no la exportarían, lo que generaría una perdida cercana de 2 mil empleos en las zonas de Monte Patria y Vicuña. Hay que considerar que, según el Catastro Frutícola realizado por Odepa, en la Región de Coquimbo al 2015 existía una superficie total plantada de vid de mesa de 8.675,9 hectáreas. De éstas, la gran mayoría, 2.384,5 hectáreas, corresponden a este tipo de vid.
A raíz de esto existía el temor del impacto que esto podría provocar en el rubro. Al respecto, Rodrigo Órdenes señala que efectivamente a nivel de exportaciones se produjo una caída “pero este año en términos generales fue muy favorable, principalmente porque el mercado estadounidense liberó una gran cantidad de cajas lo cual entrar con un número importante”.
49.446 personas trabajan en el sector al 2018, que se compran con las 47.955 de 2017.
Señala que de hecho existió un número de productores que se atrevieron a exportar esta variedad y que lograron comercializarla. “Los que pudieron vender uva flame fueron los que hicieron un mejor trabajo, mejoraron calibre, condición y color. Eso en contraposición de aquella uva que no cumplía con los requisitos para ingresar al mercado internacional”.
Pero esta baja, indica, se vio compensada por el envío de nuevas variedades que ya se está produciendo en la zona “con el recambio de a poco se va a ir recuperando terreno”.
Agrega que efectivamente, los mercados internacionales están eligiendo nuevas variedades con color, calibre, crocancia “ya están entrando muy fuerte y son lo que están exigiendo los mercados internacionales, pero estas variedades tradicionales todavía tienen sus nichos de forma puntual, pero ya van en disminución”.
Recambio
Consultado en cuanto a la situación actual del proceso de recambio, el seremi de Agricultura enfatizó que “no somos muy llanos a hablar del tema del recambio, porque hay que avanzar en un trabajo de corto, mediano y largo plazo”.
Lo que se debe hacer ahora, indica, es definir hacia donde se quiere orientar el desarrollo de la agricultura local. “Para eso tenemos que hacer un trabajo de definir cuáles son los cultivos que se van a adaptar a todo este tema del cambio climático que nos está provocando algunas dificultades y de esa manera diseñar un plan de intervención a nivel regional”.
“Tenemos que definir cuál va a ser el horizonte de desarrollo del sector agrícola de la región, cuáles son los cultivos que debemos utilizar considerando que tenemos una situación compleja en tema de escasez hídrica y de cambio climático”, Rodrigo Órdenes, Seremi de Agricultura
Para ello, asegura, se va a tener que realizar un trabajo mancomunado entre el sector público y privado “para definir cuál va a ser el horizonte de desarrollo del sector agrícola de la región de Coquimbo cuáles son los cultivos que debemos utilizar en la zona, considerando que tenemos una situación compleja en tema de escasez hídrica, no podemos llegar y colocar un cultivo en que la cantidad de agua sea insuficiente. Hay que ordenar el territorio y generar líneas estratégicas y tener una visión de más largo plazo”, recalca.
La autoridad manifiesta que tienen altas expectativas de que el sector va a lograr un repunte importante. “Porque la Región de Coquimbo se caracteriza por el tema de la agricultura y se está realizando un trabajo en conjunto con el INIA, con investigaciones, en relación a las variedades que podemos colocar”.
Asimismo, plantea que se va a hacer un trabajo con el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) para que los apoyen en poder determinar las zonas productivas que pueden existir en la región. “Con ciertas características climáticas y de suelo, lo cual nos va a permitir tomar decisiones al momento de invertir”, puntualizó. 3701i
Prioridad para el 2019: la eficiencia hídrica
En tanto, Rodrigo Órdenes, señala que los esfuerzos del ministerio para este año en la zona estarán centrados en la eficiencia hídrica. “Para nosotros es un tema estratégico, producimos gracias a la disponibilidad de agua, generamos una importante cantidad de alimentos por lo tanto los lineamientos van a estar orientados a fortalecer el trabajo con instituciones como la Comisión Nacional de Riego e Indap”.
El trabajo estará dirigido principalmente a la conducción, almacenamiento y riego tecnificado, incorporando nuevas tecnologías en el riego intrapredial, donde aún existen algunas dificultades. “En términos promedio nosotros para poder regar algún cultivo ocupamos cerca de 12 mil metros cúbicos de agua al año. La idea de nosotros es poder seguir disminuyendo esa cantidad en un 30% y eso nos va a permitir también una mejor seguridad de riego”, puntualiza.
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