• Jabones hechos sobre la base de queso de cabra es el negocio de Teresa Cordero, a través de su marca Beyssa.
  • Ana Herrera creó la marca Velé, de chocolates caseros hechos localmente.
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Más de 4.680 emprendedores crecen al alero de la fundación en la región de Coquimbo, y la meta a 2019 es llegar a los 6.000 emprendedores. La iniciativa entrega financiamiento a negocios locales, con montos que van desde los $100 mil hasta el millón de pesos.

El 1 de septiembre de 2006, comenzaba un ambicioso proyecto social inspirado en la filosofía de Muhammad Yunus y el Banco de los Pobres, que buscaba entregar microcréditos y capacitación a emprendedores de escasos recursos como método para promover la movilidad social.

Con ese objetivo, nace Fundación Banigualdad en Chile, iniciativa que hoy ya reúne a 45 mil socios, apoyando a 40.000 pequeños emprendedores con créditos que van desde los $100 mil hasta un millón de pesos y un equipo de 250 profesionales trabajando a lo largo de Chile.

La fundación sin fines de lucro mantiene desde 2010 operaciones en la región, y el balance en la zona es positivo.

LAS PERSPECTIVAS DEL APOYO AL EMPRENDIMIENTO EN COQUIMBO

En entrevista con diario El Día, Astrid Prieto, supervisora de Banigualdad en la Región de Coquimbo, comentó que actualmente apoyan a 4.680 emprendedores en la región, cifra que incluye a microempresarios que pertenecen a las ciudades de La Serena, Coquimbo y Ovalle. “Dentro de los desafíos 2018 y 2019 queremos llegar a los 5.000 y 6.000 emprendedores, respectivamente”, adelantó, es decir, cerca de un 20% más para el próximo año.

Asimismo, es una cifra que ha ido constantemente al alza, pues en 2010 iniciaban operaciones solo con 162 beneficiarios, número que creció explosivamente al año siguiente (alcanzando 2.079 personas).

La misma situación se observa al analizar el monto de los créditos entregados: si en 2016 la fundación sumaba $2.506.910.000 en financiamiento entregado en la región de Coquimbo, esa cifra aumentó a $2.862.980.000 en 2018, es decir un 14% más en dos años.

En tanto, hay que destacar que el monto promedio de crédito entregado en la zona es de $325.264.

CÓMO FUNCIONA EL FINANCIAMIENTO

Como ya se señalaba anteriormente, el programa de financiamiento y capacitación para emprendedores entrega –en una primera instancia- entre $100.000 y $250.000 con una duración de 20 semanas (5 meses cada periodo de crédito). Luego, si la persona está cómoda y funciona bien en el grupo; y necesita seguir invirtiendo en su negocio o emprendimiento puede seguir renovando con nosotros hasta llegar al millón de pesos, manteniéndose en ese monto.

“No tenemos grandes requisitos, buscamos a personas mayores de 18 años, rubros independientes, con emprendimiento formal o informal funcionando o con una idea de negocio factible de concretar; con un año de antigüedad en la comuna, dispuestas a participar de las reuniones de los grupos todas las semanas; que sean responsables, se conozcan entre si y se conformen por lazos de afinidad”, explicó Prieto.

Asimismo, señaló que trabajan con una metodología 100% en terreno, con un grupo de trabajadoras sociales que recorren ferias, juntas de vecinos, agrupaciones, sindicatos y negocios, contando de nuestro trabajo y el apoyo a los emprendedores.

“Una vez que la gente se interesa, se realizan reuniones informativas donde les contamos cómo funcionamos, nuestros requisitos y ahí van quedando los emprendedores realmente interesados y que les acomoda nuestro sistema”, dijo. Una vez seleccionadas las personas, realizan reuniones formativas donde el grupo se organiza, estipula normas internas y en máximo una semana recibe sus préstamos con el material de capacitación.

Se trata, aseguran, de un proceso bastante rápido y se replica en las 170 comunas en las que operan actualmente, desde Iquique hasta Puerto Montt.

LOS CASOS MÁS EMBLEMÁTICOS DE EMPRENDIMIENTO EN LA REGIÓN

Más de 4 mil casos de emprendimientos exitosos ostenta la fundación, varios que destacan por su innovación y creatividad. Uno emblemático de la zona, por ejemplo, es el negocio de Ana Herrera, chilena que vivió en Venezuela mucho tiempo y que se devolvió a nuestro país por la situación económica que estaba viviendo. Gracias a su experiencia en Venezuela -donde el cacao se da como la uva para nosotros- trajo la idea de hacer chocolates reales, elaborados a partir de pasta de cacao. Ella creó su propia marca “Chocolates Velé”. Hoy tiene de distintas variedades como maqui, chía, leche, frutilla y plátano. Además fabrica chocolates con stevia.

También el caso de Teresa Cordero es especial, quien hace jabones con leche de cabra a partir del descubrimiento de una enfermedad a la piel de su hijo. Hoy también cuenta con distintas variedades de sus jabones, aplica rosa mosqueta, manzanilla y aceites, son productos certificados y 100% naturales. Además hace shampoo sólido, tónicos y aceites para cara y cuerpo. Su marca es Beyssa.

¿QUÉ ES FUNDACIÓN BANIGUALDAD?

La iniciativa, que nace en Chile hace 12 años, entrega microcréditos y capacitación a emprendedores de escasos recursos como método para promover la movilidad social.

El proyecto busca apoyar a aquellos emprendedores que no logran acceder a los bancos tradicionales por no tener respaldo económico, liquidaciones de sueldo o porque están en DICOM. “Capacitamos a nuestros emprendedores, potenciamos sus redes y la confianza en sí mismos, esperando que de esta forma puedan sacar adelante a sus familias y negocios”, dicen desde la fundación.

Hoy reúne a 45 mil socios, apoyando a 40.000 pequeños emprendedores con micro créditos.

 

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