“La región de Coquimbo tiene muchas oportunidades productivas, pero falta articulación de los empresarios”

Un cambio en la dinámica de Corfo es lo que está proponiendo el nuevo programa de apoyo al emprendimiento, Acelera. La premisa es que la institución salga a buscar a aquellas ideas de negocios que tienen un gran potencial en las comunas más alejadas y por lo tanto, con menos acceso a las herramientas de financiamiento.

Para el lanzamiento de esta nueva iniciativa, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel, estuvo en la región de Coquimbo, instancia en la que aprovechó de explicar el vuelco que ha dado la institución de fomento. En ese sentido recordó que hace unas semanas la Corfo simplificó sus procesos y estrenó nuevos programas de apoyo, todo para acercar aun más las herramientas del Estado a las personas que busquen emprender.

Asimismo, en conversación con diario El Día, Sichel puso de relieve las características que tiene la zona para convertirse en un polo de innovación y nuevos negocios. “No hay mejor política social, que la enfocada en el crecimiento, y esto se logra incluyendo a los territorios. Muchas veces creemos que los innovadores están en las grandes ciudades y eso no es así”, dijo en su paso por la región.

“Hay que hacer un llamado a la banca local para que se atreva a invertir en emprendimientos de la región, de manera que no salgan de Coquimbo a buscar inversionistas a otras zonas”. Sebastián Sichel, vicepresidente de Corfo.

¿Por qué eligieron la Región de Coquimbo para lanzar el programa Acelera?

“Lo primero que hay que destacar es que esta región está llena de oportunidades productivas, así como muchas otras, oportunidades que han pasado desapercibido para el sector público. Hemos sido lentos en ir a descubrirlas, acelerarlas y trabajar con ellas. De hecho hasta ahora éramos una institución que estaba esperando a que llegaran ellos a demandar nuestros servicios, sin embargo tomamos una decisión como Corfo de lanzar este proyecto que se llama Acelera e ir a buscar emprendimiento de alto impacto, es decir que pueden crecer rápido, que pueden explotar productivamente y estén en territorios que tengan una oportunidad de crecer rápido.

Parte de la estrategia que contempla Acelera, es agregar valor a los sistemas productivos, lo que se traduce en innovación, agregar actores, es decir más emprendedores pero sobre todo, agregar territorios. Chile no va a llegar al desarrollo si depende solamente de los lugares que ya están desarrollados y siguen creciendo orgánicamente.

Así, vemos una oportunidad en el Valle de Río Hurtado y las 7 comunas que elegimos para lanzar este programa. Tienen vocación productiva definida, tienen agroindustria y zonas turísticas, por lo tanto hay oferta. Lo que falta es que el Estado la articule”.

$6 millones hasta $20 millones son los montos que se van a entregar a través de Acelera en la región. La meta es encontrar 25 empresas que tengan potencial de crecimiento en este territorio.

¿De qué se trata el programa Acelera?

“El programa tiene tres ejes: acompañamiento y mentorías con ejecutivos especialmente destinados a estos emprendimientos. Lo segundo son fondos específicamente destinados a estos territorios, con mejores condiciones de financiamiento que otros subsidios Corfo. Lo tercero es que nuestros instrumentos financieros apalanquen a la banca y buscamos que siga en aumento. La idea es que con nuestro subsidio, las personas puedan ingresar al sistema financiero con mejores condiciones crediticias.

Los fondos para estos territorios irán desde $6 millones hasta $20 millones, lo que se va a definir de acuerdo al tipo y tamaño del negocio. La meta es encontrar 25 empresas que tengan potencial de crecimiento en este territorio”.

Hace poco Corfo simplificó los procesos y lanzó nuevos programas, de qué se trató la modernización de la institución?

“Disminuir las barreras de entrada para acceder al financiamiento público fue el objetivo del cambio. La Corfo tenía 144 instrumentos de financiamiento, complejo, con un lenguaje que nadie entendía, con bases difíciles para postular y que lo único que había logrado era que el tubo de entrada fuera muy angosto y por lo tanto solo entraban aquellos que ya conocían el tejemaneje de la institución. Estábamos perdiendo potencial productivo. Por lo tanto, simplificamos todo y sin disminuir el financiamiento, incluso multiplicando muchas herramientas.

Además, buscamos trabajar en escalada y que los sistemas se conviertan en herramientas de aprendizaje”.

¿Qué oportunidades de emprender e innovar ve en la Región de Coquimbo?

“Lo primero que hay que evaluar para saber si un territorio tiene potencial emprendedor es si es que tiene masa crítica y vocaciones productivas. Y a esta región le sobran las dos cosas: hay una masa crítica madura, hay coworks y emprendimientos líderes y rubros como el turismo con oportunidades a la vista. No hay que ser adivino para saber que esta región tiene vocación turística nacional e internacional, vocación acuícola, alto desarrollo de pequeña minería y agroindustria. Hay condiciones óptimas y la pregunta es por qué no explota más. La respuesta es que hay que aumentar la inversión pública, porque hay un espacio de incertidumbre en los emprendimientos que requiere que el Estado intervenga. Pero sobre todo, se necesita aumentar capitales de riesgo locales que se atrevan a invertir en nuevos negocios. Además, quisiera destacar que para 2019, Corfo se ha comprometido con fondos por $4 mil millones de inversión para la Región de Coquimbo, y además tenemos fondos nacionales que están abiertos para postulantes de la región”.

¿Qué condiciones tiene la capital regional para convertirse en una incubadora de ideas, en un ecosistema emprendedor?

“Si uno pudiera hacer un test de madurez de ecosistemas de emprendimiento, hay dos que están llevando la delantera en Chile, y son Puerto Varas y Antofagasta, por ciertas condiciones que han explotado bien. La más importante es el trabajo en red. Yo diría que esa es la condición. Se dieron cuenta que los emprendedores tenían que tomar un liderazgo colectivo y ellos organizarse para empezar a generar actividades, encuentros que van madurando el proceso. Yo creo que esta región tiene todo el potencial, ya que se están dando condiciones básicas como masa crítica y vocación productiva, la pregunta es cómo articulamos la red. Además, acá hay un sistema universitario maduro y potente, que es una condición de atracción para el desarrollo de nuevos negocios. Pero falta un sector de empresarios más activos, que la autoridad arme redes de empresarios que no solo tengan gremios para defender intereses colectivos, sino que además sean mentores y funcionen en red. La fundación Piensa en Valparaíso, Crea en O’higgins, son activistas privados que se han organizado para apoyar al emprendimiento. Esto no solo depende del Estado sino que también en gran parte de todos y que haya empresas nodrizas de los nuevos emprendedores que les permita desarrollarse.

Además, hay que desarrollar el mercado financiero local, hay que hacer un llamado a la banca para que se atreva a invertir en emprendimientos, de manera que no salgan de esta región y no vayan a buscar inversionistas a otras zonas”.62-03