El fenómeno de El Niño se presentó el año pasado con muy buenas noticias para la región de Coquimbo. Tras una década de sequía (considerada la más cruda de los últimos 100 años por los especialistas) a la zona volvieron las precipitaciones que permitieron recuperar los sistemas hídricos y asegurar el riego a lo menos para las próximas 3 temporadas, dando un respiro a la, hasta entonces, alicaída actividad agrícola y, de paso, resguardando en recursos para el consumo humano.
De hecho, según el informe de la Dirección General de Aguas (DGA), al 31 de enero de este año en total los 8 embalses de la región suman 875, 40 millones de metros cúbicos, lo que corresponde a un 67% de disponibilidad. Cuatro de ellos, La Laguna, Puclaro, Corrales y El Bato, completamente llenos y La Paloma, el más grande de todos, con un 48% (358,18 millones de metros cúbicos).
Pero tras este “Niño Godzilla”, como fue bautizado (por la intensidad con la que llegó) los expertos de todo el mundo avizoraban que, tal como ha ocurrido en los últimos años, le siguiera, con la misma fuerza, esta vez el fenómeno de La Niña, que trae asociado para la región de Coquimbo periodos de escasez de precipitaciones y por ende, sequía. Sin embargo, para sorpresa de los analistas, ésta última emprendió con su repentina retirada dando paso a una fase denominada “neutra” que se mantendría a lo menos hasta la primavera de 2017.
Así lo informó el pasado jueves 9 de febrero la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU (NOAA), que confirmó que “las condiciones de La Niña ya no están presentes, con valores un poco por debajo del promedio en las temperaturas de la superficie del océano” y que “la mayoría de los modelos predicen una continuación de un ENSO-neutral”.
Asimismo, el informe agrega que “debido a que hay alta incertidumbre en los pronósticos hechos en esta época del año para la primavera y verano entrante, y la persistencia de los patrones de convección tropicales consistentes con La Niña, el consenso de los pronosticadores favorece a un ENSO-neutral durante la primavera con un 60% de probabilidad. Hay probabilidades de El Niño para la segunda mitad del 2017 (50% de probabilidad en Septiembre-Noviembre). En resumen, condiciones ENSO-neutrales han regresado y son favorecidas a que continúen hasta por lo menos la primavera del 2017”.
Los datos entregados por esta entidad son claves para los pronósticos que puedan hacer los especialistas, por eso la información ha causado revuelo entre los mismos.
El meteorólogo regional, Cristóbal Juliá, explica que de hecho se sabía que producto de lo que se denominó el “Niño Godzila” era altamente probable que con posterioridad ingresara una Niña de iguales magnitudes “es decir, que fuera fuerte y que trajera una sequía, que es lo que se ha visto siempre. Estadísticamente siempre es altamente probable que después de un Niño fuerte viene una Niña fuerte, pero no se dio esa situación”, planteó.
El profesional indicó que en la región de Coquimbo La Niña tuvo un leve desarrollo y alcanzó su peak durante el mes de diciembre “y ahora está en plena retirada, incluso se avizoran probabilidades de que se desarrolle un fenómeno de El Niño hacia la segunda mitad de este año, pero obviamente con una fuerza que no va a ser comparable con la del “Niño Godzila”, sería súper leve”, advirtió.
El escenario para la zona
Con estos cambios y bajo este nuevo panorama en que La Niña estaría en retirada ¿Qué es lo que se podría esperar para la región en los próximos meses?
De acuerdo a lo expresado por Cristóbal Juliá “todo apunta en este momento a que este sería un año de condiciones normales”, aunque advierte que “es súper relativo”, por lo cual habrá que esperar para ver cuál será el comportamiento.
“Lo que pasa es que al estar en condición neutra, podría ser o muy lluvioso o muy seco, pero en promedio tiende a comportarse dentro de los parámetros históricos”, añade.
Lo que sí está claro, recalca el meteorólogo, es que “lo que ocurra, si es lluvioso o es seco, no va a estar relacionado al fenómeno de El Niño, porque se va a encontrar en una señal neutra”.
Lo más esperable entonces, indica, es que en la zona tengamos precipitaciones correspondientes a un año normal. De acuerdo a esto, por ejemplo, en la conurbación La Serena-Coquimbo, en un año el promedio de precipitaciones anuales se ubica alrededor de los 60 milímetros “lo que sería esperable en este caso”, puntualizó Juliá.
Así también lo indicó Catalina Cortés, meteoróloga de la oficina del servicio climatológico de la Dirección Meteorológica de Chile, quien señala que, según los parámetros que maneja el NOAA, que corresponde a las anomalías positivas y negativas para determinar un evento de la Niña o del Niño, lo más esperable sería que existieran condiciones climáticas normales.
“Ellos acaban de decir que la Niña ya se fue y que estuvo presente durante 5 trimestres, pero que ahora estarían influyendo las condiciones de neutralidad, lo que a nosotros nos proporcionaría tener condiciones dentro de la normalidad, porque bajo un escenario de un evento neutro, la proyección es más difícil y eso hace que también se esperen condiciones de normalidad en las variables, que es lo más cercano”, puntualiza.
No obstante, la meteoróloga advierte que pueden haber otros factores que influyan en esta condición “por ejemplo la temperatura del mar, que en las costas de la zona norte del país se espera que estén más cálidas, por sobre los valores normales y eso podría influir también en las temperaturas”. Sin embargo, reitera que “bajo un evento de fase neutra de un evento del Niño se espera que las variables se comporten dentro de la normalidad”.
“Vamos a estar por lo menos hasta la primavera, hasta agosto, bajo condiciones neutras, lo que nos hace nos ser tan certeros en la proyección, sino que vamos a apegarnos más a lo que es la normalidad de los valores climatológicos”, precisa Cortés. 3701i
Temperaturas más altas en los próximos tres meses
Cabe destacar que los pronósticos meteorológicos efectuados por los expertos se hacen (para lograr un mayor grado de certeza) en un rango futuro de 3 meses.
Bajo esta lógica, Catalina Cortés, meteoróloga de la oficina del servicio climatológico de la Dirección Meteorológica de Chile manifiesta que, en el caso de la región de Coquimbo, lo que sería esperable durante los meses de febrero, marzo y abril, es la nula presencia de precipitaciones y temperaturas un poco más altas de lo normal.
“Respecto de la precipitación, en el trimestre febrero, marzo, abril, se espera que la región de Coquimbo se encuentre todavía dentro de la estación seca y no se esperan precipitaciones”, sostiene.
En cuanto a las temperaturas máximas, dice que “podemos esperar que éstas estén también dentro de lo normal pero, en cambio, las temperaturas mínimas se espera que estén ligeramente por sobre los valores normales, es decir, un poco más altas de lo que es un rango normal”.
En este sentido, explica que lo que se tiene como promedio para el trimestre en cuanto a las temperaturas para La Serena varía entre 19,7° g y 20,4° grados y se esperarían dentro de este rango. “En cambio las mínimas, que corresponden al rango de 12,4° y 12,8°, se espera que sean un poco más altas”, precisa.
LO QUE HAY QUE SABER:
-¿Qué es el NOAA?
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA) es una agencia científica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos cuyas actividades se centran en las condiciones de los océanos y la atmósfera. Por medio del Sistema de Sistemas para la Observación Global de la Tierra (Global Earth Observation System of Systems o GEOSS) se dedica, junto con sus colaboradores federales, más de 70 países y la Comisión Europea, a desarrollar una red mundial de observación que esté tan integrada como el planeta que observa y protege, y sobre el cual hace pronósticos.
-¿Qué es la corriente de El Niño?
El fenómeno de El Niño - Oscilación Sur (ENOS) es un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical. En períodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical, se calientan o enfrían entre 1 ° C y 3 ° C, en comparación a la normal. Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento, es conocido como el ciclo ENOS (o ENSO por sus siglas en Ingles), afectando directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en los otras partes del mundo.
-¿Qué es la corriente de La Niña?
El fenómeno de la Niña suele provocar el descenso brusco de las temperaturas y fuertes periodos de sequía en las zonas cercanas al Pacífico. Suele durar unos cuantos meses y el más intenso se produjo durante el año 1988/1989.