La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) pronosticó un escenario crítico para el sector en 2020 ante la pandemia del coronavirus, con una pérdida de inversiones por más de 2.399 millones de dólares y la destrucción de unos 75.000 empleos.
El escenario "podría ser más severo que la crisis subprime de 2009 y la crisis asiática de 1999", expresó el presidente de la CChC, Patricio Donoso.
Los datos se encuentran en el último "Informe de Macroeconomía y Construcción" de esa entidad, que estipula una pérdida de 72 millones de Unidades de Fomento, correspondiente a los mencionados 2.399 millones de dólares, lo que equivale a una caída del 10,5 %.
Desagregada, la baja en la inversión sería de 13,2 % en el subsector de viviendas y de 9 % para obras de infraestructura.
Respecto a la cantidad de obras paralizadas, la CChC estimó que para la tercera semana de este mes de abril, producto de la expansión de ciudades y comunas declaradas en cuarentena a causa del coronavirus, estarán sin operar entre el 64 % y el 78 % de las construcciones a nivel país.
El informe proyecta que para fines de 2020 el desempleo en el sector llegaría al 12 %, destruyendo 75.000 empleos.
Donoso calificó de "difíciles momentos" lo que está ocurriendo actualmente en el sector a causa de la pandemia del COVID-19.
"Sin nuevos proyectos y con obras detenidas, no hay ingresos y, sin ingresos, la pérdida de puestos de trabajo y la quiebra de empresas se vuelven riesgos posibles", señaló Donoso mediante un comunicado.
El gremio, que agrupa a 360 empresas, también realizó proyecciones a nivel país, entregando estimaciones más pesimistas que las hechas por el propio Banco Central de Chile.
A nivel nacional, el ente rector había pronosticado una baja de la inversión a nivel país del 8,2 %, mientras que el estudio elaborado por la CChC estimó una baja del 14,5 %.
Asimismo, la proyección para el PIB chileno en 2020 del Banco Central sería una contracción de entre 1,5 % a 2,5 %, el informe del gremio eleva el rango del desplome un cuarto de punto base y sitúa la baja entre 1,75 % y 2,75 %.
Antes del estallido social del 18 de octubre de 2019, el sector de la construcción gozaba de gran atractivo y era una apuesta segura a la hora de invertir, con precios de viviendas siempre al alza, con gran demanda y una oferta acotada.
La conveniencia era tal que muchos inversionistas institucionales entraron al negocio, llegando a comprar edificios enteros para luego arrendar todos sus departamentos.
El mercado inmobiliario chileno era tan caro que en agosto del año pasado fue la misma Cámara Chilena de la Construcción la que denunció que comprar una vivienda era prácticamente imposible.
Chile es el segundo país de Latinoamérica con mayor cantidad de contagios de COVID-19, lo que llevó al gobierno a declarar cuarentena total a 7 comunas de la capital el pasado 26 de marzo. Esto oscureció el panorama para el gremio constructor en Santiago, el cual tuvo hasta el lunes 13, el 48% de los proyectos en estado de obra y el 47% de los proyectos sin iniciar paralizados.