Hoy finalizan las catas en el Mundial de Bruselas y sommeliers alaban muestras de pisco

El certamen internacional “Spirits Selection by Concours Mondial de Bruxelles”, o Mundial de Bruselas que este año recaló por primera vez en Chile, se encuentra en pleno desarrollo. Un total de 1.158 muestras de licores, venidos desde 48 países, participan en una competencia que es considerada como la más exigente del mundo en la materia.

Una selección de 65 catadores –provenientes de países tan diversos como Argentina, India, Malasia o Bulgaria–, son los encargados de evaluar las muestras en maratónicas jornadas de cata, en las cuales cada uno de ellos debe probar unas 40 bebidas, calificándolas mediante un elaborado sistema de notas, a partir del cual se define a los tres mejores por categoría y subcategoría de productos, calificándolos con Medalla de Plata, Medalla de Oro y Medalla Gran Oro.

Las jornadas de cata se extenderán hasta hoy jueves. En paralelo, los jueces y los integrantes de la organización han disfrutado de recorridos guiados por los valles de Elqui y Limarí, en donde están conociendo los campos y plantas pisqueras.

LA VALORACIÓN DEL PISCO CHILENOS

Cabe destacar que los catadores son elegidos cuidadosamente por el Concurso Mundial de Bruselas (CMB). Entre ellos hay enólogos, cocteleros, periodistas especializados y personeros de la industria de los destilados; profesionales que recorren el mundo en eventos de este tipo.

El italiano Emmanuelle Broccatelli, que ejerce por primera vez como catador en esta competencia, señaló que ha tenido la oportunidad de probar el pisco en toda su diversidad. “Me gusta el pisco porque se parece al destilado nacional de Italia, la grappa, que es un producto de uva. Desde ahí se diferencia completamente, porque es muy aromático, muy redondo, a diferencia de la grappa, que es muy seca. El pisco me encantó. Cuando lo empecé a probar, es totalmente diferente a como lo he tomado en Italia. Me encantó porque hay toda la diferencia de la uva, de la producción, del hombre que está produciéndolo, el alma del productor””, aseguró.

Por su parte, el catador mexicano Carlos Borboa, lleva cuatro años consecutivos como juez del Spirits Selection, y siete años catando en el Mundial de Vinos. Al hablar sobre qué características hacen especial a este certamen, señaló que este es uno de los concursos más rigurosos que ha visto en su vida. “Yo tengo la fortuna de participar en catas y concursos en todo el mundo y diría que este tiene, primero, mucha objetividad: todas las catas se realizan totalmente a ciegas, los jueces no tienen ni idea de qué es lo que están catando, más que la materia prima primordial de cada producto”, dijo el especialista. Asimismo agregó que la transparencia es también destacable, ya que hay un control riguroso en el manejo de los destilados y controles de calidad totales.

EL SEGUIMIENTO ES FUNDAMENTAL EN EL CONCURSO

Es importante señalar que para ser un juez en este concurso, se necesita tener una trayectoria bastante seria. “Te hacen un seguimiento estadístico a todo lo que catas, todo lo que pones en las hojas de evaluación se va a saber por la organización, y esto es fundamental, porque sólo así puedes garantizar que la gente que está viniendo a catar tiene la capacidad para hacerlo”, indicó.

Por último, destacó la importancia del seguimiento  de un producto que gana una medalla en el CMB. “En seis meses se toman estos productos en el mercado aleatoriamente y se evalúan de nuevo, se verifica que es el mismo. Aquí una medalla significa un logro importante para la calidad de tus productos”, finalizó.