La temática del agua ha sido el centro de discusión en los últimos años en Chile y el mundo. No solo su escasez para uso humano ha generado proyectos innovadores para maximizar su utilización, sino que también en el área industrial, donde la reutilización del agua de mar salta a la vista como una de las opciones más barajadas.
Y si bien la desalinización es una de las propuestas que mineras como Los Pelambres han incluido en sus planes de negocios (el próximo año comenzarían la construcción de una planta para sus operaciones), no había un proyecto aprobado que proveyera de este recurso a la industria y usuarios en general. Hasta ahora.
US$ 490 millones es la inversión en este proyecto que busca extraer la sal del agua marina para su utilización
Y es que la semana pasada la Comisión de Evaluación Ambiental aprobó la planta desaladora más grande de Latinoamérica, ligada a la empresa Trends Industrial y que contempla una inversión por US$ 490 millones. Según se lee en el proyecto ingresado al SEA, tiene contemplado el inicio de construcción para 2019, “una vez obtenidos los permisos sectoriales pertinentes”, especifican.
LOS DETALLES DE LA DESALADORA
Según se lee en la descripción del proyecto en el sitio web de la empresa, la planta desaladora está proyectada para una producción promedio de 1.000 litros por segundo de agua desalada, es decir, será una planta de gran escala con capacidad de producción flexible, por lo que será de una tecnología innovadora y de punta. En ésta se llevarán a cabo los distintos proceso de tratamiento del agua, para luego impulsar el agua desalinizada hacia el espacio el reservorio del proyecto.
El agua de mar será extraída a 20 metros de profundidad aproximadamente, con el fin de disminuir el impacto al medioambiente. Luego, el agua sería transportada a la planta desaladora donde se realiza un pretratamiento por flotación, decantación y filtrado. A continuación, el agua ingresaría al proceso de Osmosis Inversa (RO por la denominación en inglés Reverse Osmosis) donde se somete a altas presiones con el fin de filtrar la sal, proceso que se optimiza utilizando recuperadores de energía y mejorando la sustentabilidad del proyecto. Luego se haría un post tratamiento de remineralización y control del Ph. De este proceso se obtienen el agua desalinizada y la “salmuera” (agua con mayor concentración salina) equivalente al 60% del volumen captado, la que es devuelta al mar con un sistema de difusores que permite su disolución sin alteraciones en el ecosistema.
INVERSIÓN CONTEMPLA UNA PLANTA SOLAR
Para abastecer de energía a la desaladora, se contempla la construcción de una planta fotovoltaica, que generará un volumen aproximado requerido de 100 MW. Para ello los paneles solares se ubicarán dentro del predio privado, en un espacio aproximado de más de 200 hectáreas ubicado en el límite oeste del terreno, cercano a la Ruta 5.
Hay que destacar que el agua desalinizada será transportada a un reservorio, otra infraestructura contemplada en la inversión, la que tendrá una capacidad de 600.000 metros cúbicos, equivalente a la producción promedio de una semana y que asegurará el abastecimiento de los usuarios, aseguran desde la empresa. “Para un mejor rendimiento, el reservorio contará con una innovadora tecnología de cobertura flotante, la que disminuirá los efectos de la evaporación y dará mayor seguridad a la reserva de agua”, detallan.
MANO DE OBRA LOCAL PARA SU CONSTRUCCIÓN Y OPERACIÓN
Si bien la empresa no ha especificado aún cuántos puestos de trabajo requerirá la construcción de esta obra, sí se comprometen en la descripción del proyecto a una contratación de mano de obra local para las actividades de levantamiento y operación. “La iniciativa privilegiará la contratación de mano de obra local (comuna de Caldera y Copiapó) para las actividades de construcción, operación y cierre. Al inicio se realizarán contactos con las Oficina de Empleo Municipal, con el fin de que se coordine la contratación de personas de las comunas donde la planta se instalará”, se lee en el proyecto del SEA.