Al cierre de 2018, la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento dio a conocer las cifras globales y regionales de los procedimientos que acogió durante el año. Así, en la Región de Coquimbo, 69 personas buscaron la renegociación de sus deudas, mientras que 177 individuos, la liquidación o quiebra de su negocio.
En tanto, seis empresas acudieron por la reorganización y 57, por su liquidación. En total, fueron 309 procedimientos realizados en la zona durante el pasado ejercicio.
La situación a nivel nacional
En tanto, en el periodo enero - diciembre del año pasado, se ingresaron un total de 6.143 procedimientos, un 47,5 % corresponden a la Región Metropolitana (2.918) y un 52,5% a las otras regiones del país (3.225).
En este sentido, al observar la Renegociación de la persona deudora, se declararon 1.221 procedimientos admisibles, un 34,2% corresponde a la Región Metropolitana y 65,8% al resto de las regiones. Con respecto, a la liquidación de bienes de la persona deudora, estos alcanzaron 3.536 concentrándose en la Región Metropolitana con un 50,2% y en el resto de las regiones un 49,8%.
Por otro lado, tratándose de las empresas deudoras, se registraron 45 reorganizaciones, y 1.341 liquidaciones, los cuales se distribuyen con un 52% en la Región Metropolitana y un 48,0% al resto de las regiones del país.
“El alto nivel de endeudamiento del país tiene que ver con la responsabilidad de las instituciones financieras y sus políticas crediticias, especialmente en el retail, donde se concentran la mayor cantidad de deudores”, Ricardo Ibáñez, abogado y socio defensadeudores.cl.
La normativa como instrumento para reemprender
Frente a las cifras, Ricardo Ibáñez, abogado y socio defensadeudores.cl, comentó que la nueva regulación ha sido un instrumento válido para que las personas resuelvan sus problemas de alto endeudamiento.
“Los números hablan por sí solos. En 2018, sólo 177 personas de la Región de Coquimbo se declararon insolventes, siendo que existen 193.740 personas que mantienen a lo menos una deuda mayor a 90 días y con una mora promedio de $ 1.643.648, muy por encima de las Regiones de Valparaíso y del Biobío”, detalló Ibáñez.
La situación a nivel país no es distinta. Desde que entró en vigencia la ley, solo 7.048 personas se han declarado insolventes, siendo que en Chile hay 4.529.480 individuos morosos. De ellos, unos 500 mil cumplen con los requisitos para renegociar las deudas o someterse a procesos de liquidación que indica la normativa.
“Entonces, cabe preguntarse si el problema de endeudamiento es sólo responsabilidad de las personas. Lo que vemos es que algunas veces hay malas decisiones por falta de educación financiera, pero en otros casos se ven forzadas a tomar créditos más allá de sus capacidades de pago porque no tienen suficientes ingresos”, señaló el experto.
Ibáñez además aseguró que, más allá de eso, también hay una responsabilidad de las instituciones financieras y sus políticas crediticias, especialmente en el retail, donde se concentran la mayor cantidad de deudores. “Aquí es común ver la entrega de múltiples tarjetas de créditos a personas que tienen un alto perfil de riesgo. Y el gran aporte de la ley es que da la opción a los deudores de poder sanear su situación en forma ordenada, partir de cero y reemprender, al tiempo que invita a acreedores a ser más cautelosos en la entrega de créditos”, concluyó. 62-02i
Los servicios que ofrece la ley
La ley 20.720, o de Insolvencia y Reemprendimiento, ofrece cuatro opciones ante la situación de deuda. En el caso de la “Renegociación de Personas”, la Superir ayuda y orienta a renegociar las deudas para pagar en nuevas condiciones. En este caso, dirige un procedimiento administrativo, gratuito y voluntario, sin necesidad de un abogado
Por su parte, la “Liquidación de Bienes de Personas”, es un procedimiento judicial para vender rápida y ordenamente los bienes del deudor para pagar sus deudas.
En tanto, la “Reorganización de Empresas” es un procedimiento judicial a través del cual la empresa deudora propone a sus acreedores un acuerdo, que establece una nueva forma de pago de sus deudas y le permite seguir funcionando.
Por último, la “Liquidación de Empresas” permite el cierre formal mediante la venta de los bienes de la empresa para el pago de la deuda a sus acreedores.