• Como parte de las actividades del proyecto, seis enólogos de la región se reunieron para degustar los alcoholes obtenidos de las diferentes combinaciones de variedad y porta injerto.
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A través del trabajo de investigación realizado por el INIA se propone la utilización dos variedades a la producción del pisco; moscatel negra y moscatel amarilla sobre nuevos porta injertos. El trabajo ha buscado ver cómo se comporta la producción en zonas áridas.

Desde el año 2015 el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi, dependiente del Ministerio de Agricultura, está ejecutando un proyecto que busca determinar el potencial productivo y enológico de dos variedades criollas de uva pisquera injertadas, tolerantes además a condiciones limitantes de zonas áridas. Se trata de una iniciativa apoyada por Corfo, el Gobierno Regional y la Asociación de Productores de Pisco A.G. A través del trabajo de investigación se propone la utilización dos  variedades a la producción del pisco; moscatel negra y moscatel amarilla sobre nuevos porta injertos.

VALOR AGREGADO AL PISCO

Frente a la iniciativa, el seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, comentó que la propuesta que presenta INIA respecto a la incorporación de estas nuevas variedades de uva para la producción pisquera, es un tema no menor, ya que se traduce en entregar un valor agregado al producto que se comercializa el día de hoy. “Como Ministerio de Agricultura valoramos positivamente esta investigación, que tiene directa relación con presentar nuevas alternativas que mejoren la economía del sector y una renovación de los procesos productivos agrícolas”, sostuvo.

Hay que destacar que los porta injertos confieren buenas características sobre el vigor y la producción en la variedad injertada. Asimismo, según la autoridad, moscatel negra y especialmente moscatel amarilla, son variedades que lentamente están reincorporándose en la zona pisquera. Por eso, hoy existe mucho interés por parte de la industria por conocer el comportamiento agronómico y enológico que tienen estas variedades sobre porta injertos específicos.

Según Cristian González, coordinador del proyecto, actualmente existe una importante tasa de renovación de la superficie pisquera en la zona. “La información que podamos generar sobre la influencia que ejercen los porta injertos sobre estas variedades, es bastante interesante tanto para los productores como para los profesionales y representantes del rubro” explicó el investigador de INIA.

ENÓLOGOS PROBARON LAS VARIEDADES

Como parte de las actividades del proyecto, seis enólogos de la región se reunieron para degustar los alcoholes obtenidos de las diferentes combinaciones de variedad y porta injerto, instancia que permitió determinar las características y efectos que tienen los porta injertos en los destilados de las variedades en estudio, donde también participó la enóloga de INIA Raihuén, Irina Díaz.

Edgardo Díaz Director Regional de INIA Intihuasi indicó el pisco es patrimonio de Chile y su industria es importante porque involucra el trabajo de más de 2.700 familias en más de 9.000 hectáreas en Atacama y Coquimbo, por lo que mediante esta investigación buscan aportar al desarrollo del sector pisquero, brindando nuevas alternativas para el recambio de variedades y para la elaboración de nuevos piscos varietales diferenciados. “Aplicando la ciencia podemos ampliar las oportunidades y así aportar al mejoramiento de la competitividad de esta importante industria nacional”, dijo.

Por su parte, Patricio Azocar, director del Departamento de Enología de la Cooperativa Pisco Capel señaló que se trata de un proyecto interesante e innovador, ya que se juntan distintos actores de la industria. Acerca del trabajo desarrollado por el INIA en investigación agregó “es bastante bueno, siempre estamos buscando nuevos productos, había mucho mito y leyenda de las variedades y éstas son las de verdad, las que tienen potencial y lo que faltaba era ver el tema de los portainjertos en suelos especiales, salinos y con poca agua”.

Juan Pablo Roset subgerente de producción de Capel agregó que “al futuro cercano tenemos que llegar a los piscos varietales para poder diferenciarnos de la industria y del mundo, y en ese sentido el INIA está avanzando en esto.  Sin duda la investigación que hacen va en una línea muy dirigida a lo que se nos aproxima en el futuro cercano”, concluyó.62-01

LA CIFRA

2.700 familias en más de 9.000 hectáreas en Atacama y Coquimbo trabajan la uva pisquera en Chile.

 

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