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Lautaro Carmona
En 2020 a esta fecha, la ocupación en la zona era de un 26% y hoy llega al 52%, pudiendo superar el 80% en primeros meses de 2022. A los destinos del Valle de Elqui y Los Vilos se suman algunos puntos fuertes en el Limarí, mientras que el borde costero sigue siendo un atractivo importante.

Un panorama auspicioso es el que se proyecta para el turismo durante los primeros meses de 2022, los que vendrán antecedidos por el que está siendo un buen cierre de año, que permite a los trabajadores del sector entusiasmarse con la esperada reactivación.

Un menor nivel de contagios de Covid-19 -estabilizados en menos de 300 casos activos- el avance de todas las comunas de la Región de Coquimbo a la fase 4 (Apertura Inicial) del Plan Paso a Paso, y la pronta apertura de Agua Negra, que comenzará a permitir el tránsito de visitantes trasandinos desde el 4 de enero, configuran un escenario positivo.

“Las expectativas son bastante buenas”, comenta la directora regional de Sernatur, Angélica Funes. Los últimos sondeos del servicio arrojan una ocupación del 52% para fin de año, que prácticamente doblan las que se registraban a la misma fecha en 2020, cuando llegaron a un 26%.

Cifras en las que coincide Marcos Carrasco, presidente de Hotelga IV Región, gremio que agrupa a los empresarios y emprendedores del rubro hotelero en la zona. “De partida, tenemos un inicio de verano más esperanzador”, comenta, estimando por su parte que para los primeros meses del próximo año, las reservas podrían superar el 80%.

“Yo creo que son cifras bastante interesantes. Yo diría que nos va a ayudar muchísimo la posible llegada de argentinos. Entendemos que hay una serie de restricciones, pero sabemos que existe la posibilidad de venir a la zona y eso es muy bueno”, sostiene.

El empresario estima que tras dos años que fueron “muy difíciles”, este verano “va a ser muy positivo”. En este sentido, se muestra esperanzado en que este panorama, “permita, de alguna manera, seguir con esta recuperación económica que tanto necesitamos”.

Los principales destinos



Sernatur y Hotelga coinciden en que Choapa y el Valle de Elqui siguen atrayendo a la mayor parte de visitantes a la zona.

Según cifras del Servicio Nacional de Turismo, el destino Los Vilos- Pichidangui ya tiene un 85% de reservas, mientras que en Vicuña-Paihuano, estas llegan al 62%.

Angélica Funes menciona también La Higuera, donde las reservas llegan al 56%, y destaca también la conurbación La Serena-Coquimbo, con un 42%. “Hay un flujo importante ahí, por tradición a la gente le gusta el borde costero”, afirma.

Asimismo, un destino que se ha fortalecido particularmente desde el inicio de la crisis sanitaria es Limarí. “El turista cambió sus gustos en pandemia y uno de los factores para poder tomar una decisión de compra es que sean lugares no tan visitados, donde no haya tanto flujo de personas y, sobre todo, ligados también a la naturaleza. Si bien Ovalle es bastante urbanizado, hay sectores en que trasladándose no tan lejos, se puede encontrar lugares casi vírgenes”, describe Funes.

En dicha provincia, los guarismos también resultan interesantes: Combarbalá registra un 52% de ocupación a la fecha y Ovalle un 36%.



Los eventos



Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo, Laura Cerda, afirma que desde septiembre se ha visto “un movimiento bastante significativo en todos los servicios de alojamiento, restauración, agencias de viaje y establecimientos de eventos”. Estos últimos, recordemos, hasta hace poco sufrían estrictas restricciones por la pandemia.

“Estamos muy contentos, tenemos muy buenas proyecciones”, dice Cerda, aportando que en cuanto a sus asociados, la reserva efectiva regional sobrepasa el 80%. “Nosotros creemos que vamos a tener una buena cantidad de noches de ocupación y movimiento durante la temporada estival, del 100%”, agrega.

Los desafíos: control sanitario y respuesta la demanda



De todas formas, en la región se encuentran alerta ante la presencia de la variante Ómicron del coronavirus, lo que mantiene al rubro hotelero en reuniones constantes con las autoridades para evitar contratiempos. “Las fiscalizaciones van a seguir, porque claramente lo que se busca de nosotros es que cumplamos con todos los requisitos y en ese sentido es un gran desafío que, sobre todo aquellos que se suman a nuestro sector, se involucren en los protocolos”, sostiene Marcos Carrasco de Hotelga.

Otro desafío importante, agrega, es reforzar los equipos ante la mayor presencia de turistas. “Llevamos un buen rato trabajando y buscando personal para dar sustento a la demanda”, concluye.

 

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