El Molle: Polo turístico de alta gama con hoteles y restaurantes de primer nivel

El Molle tiene un color especial. Una vibra especial y muy propia del Valle del Elqui. Esa que se siente cuando el sol cálido baña los valles elquinos y que se percibe en el silencio y tranquilidad tan característicos del pueblo y del valle entero.

El Molle es catalogado como el primer poblado agro-alfarero prehispánico en el Norte Chico chileno. Quizás por eso, El Molle tiene esa magia única que reúne una carga histórica potente. 

Y es por todo eso justamente que, de un tiempo a esta parte, algunos habitantes empresarios y amantes de la Región decidieron instalarse en este lugar y comenzar a dar a conocer, a través de una oferta turística de primer nivel, este lugar místico y lleno de energía.

A 34 kilómetros de La Serena, hoy El Molle se está desarrollando como un polo turístico de alta gama que ha llamado la atención de chilenos y extranjeros. Karim Daire y la familia Aoun son algunos de los protagonistas de esta cruzada.

CASA MOLLE: UNA VILLA CON TOQUES DE HOTEL 5 ESTRELLAS

Daire y su señora, Marisol Geisse, son los artífices de Casa Molle, una villa inspirada en las europeas -como ellos mismos la describen-, pero con toques de un hotel del mejor nivel, que incluyen elegir las verduras que se comerán en la cena desde una huerta propia, o disfrutar de un asado campestre a la luz de la luna junto con una copa de los mejores vinos del valle del Limarí y Elqui.

Las villas son conocidas en el mundo por ser arrendadas completamente para sus huéspedes. Se trata de toda una propiedad que generalmente incluye el uso del terreno y sus dependencias. Así, por ejemplo, si el terreno incluye una cancha de golf o un spa, estos quedan a completa disposición de los arrendatarios.

El mismo concepto ofrece Casa Molle. La gran diferencia, asegura Daire, es que esta villa funciona además como un hotel 5 estrellas y con todos los servicios incluidos: desde el chef (que cocina según los gustos de los clientes y con productos propios de la zona) hasta las comidas, bebidas, mucama y actividades varias diseñadas a gusto del huésped. Entre ellas, está cocinar junto con el chef o tomar clases de cerámica de la cultura molle.

“Hace 15 años construimos una casa en el terreno para usarlo como parcela de agrado. De a poco fuimos haciendo los jardines, la cancha de golf, etc. Y recién hace dos años comenzamos a urdir el plan de compartir este lugar con el mundo, un lugar que a los conocidos, amigos y familia, encantaba”, relata el empresario, oriundo de La Serena.

Así, comenzaron a ampliar la misma casa que tenían, hacia un concepto de villa. Una casa hotel, pero no un hotel boutique, ya que no les interesa ser uno, sino que diferenciarse de la oferta. Todo esto con el mismo concepto arquitectónico de la casa original, donde el adobe y las totoras son protagonistas. 

“El hotel tiene muchos detalles de la cultura molle, tanto en las paredes como en la decoración. Tenemos una gran vasija, por ejemplo, una réplica de una vasija molle a gran escala y eso quedó como un anfiteatro. Ahí se pueden hacer shows y ceremonias de todo tipo” dice.

LAS ESTADÍAS SON SIEMPRE EN GRUPO

¿Por qué Casa Molle no es un hotel boutique? Primeramente, porque no reciben a personas de forma aislada. “El hotel funciona para grupos. Cuando se hace una reserva, todo el complejo funciona de manera completa y dirigida para los huéspedes”, comenta Daire.

La persona entonces debe cotizar de acuerdo al grupo con el que tiene contemplado asistir al complejo. El mínimo son 8 personas y el máximo 30. ¿Los valores? Van desde los US$ 480 por persona por noche, cuando el grupo es de ocho, y a medida que el grupo crece, baja el valor, pudiendo llegar a un valor por noche por persona de US$ 250.

“Esto incluye todo. Una extensa carta de vinos de la zona, bar a disposición, comidas a todas horas especialmente preparadas, entre otros. Es un sistema bastante particular porque tenemos un chef con estudios en Francia y que además es residente, él vive en la Villa, por lo tanto está a cargo de la huerta, producción de varios comestibles, compra de productos seleccionados, etc.”, explican los socios.

Asimismo, algunas de las actividades que se pueden practicar son golf, ya que tiene una cancha de 9 hoyos con 18 salidas, cabalgatas con sector para salto, trekking, actividades de cultivo en la huerta y en el gallinero (recoger huevos), fogatas en la noche, tiene una piscina y una laguna que permite andar en kayak.

Si bien el hotel estuvo en marcha blanca por cinco meses y recién en este mes de abril comenzaron a operar, ya tienen distintos tipos de programa abiertos al público:

1. Gran familia: Dirigido a familias grandes, donde también se orientan las actividades del día en base a este tipo de grupo.

2. Parejas y amigos: La capacidad ideal es para 24 personas, (el hotel tiene 12 habitaciones dobles). Este programa está orientado a adultos.

3. Negocios y reuniones: Está pensado para personas que vengan de empresas, hay salones de reuniones preparados y equipados. La idea es disfrutar y trabajar.

4. Salud y bienestar: Programa pensado desde el punto de vista de una alimentación sana hasta las actividades para rejuvenecer, donde el spa es el centro de las actividades. 

5. Eventos y matrimonios: Incluye además de la organización del evento y comidas, las instalaciones del hotel. 

6. Abierto: Es un programa que aún se está definiendo, que consiste en que se abrirán sólo una serie de determinadas fechas en el año para que parejas solas (no necesariamente en grupo) puedan hacer uso del hotel. 

CONCEPTO DIRIGIDO A CHILENOS Y EXTRANJEROS

Uno de los objetivos de Karim Daire es posicionar Casa Molle como un destino atractivo en el extranjero. Por eso, el empresario levantó también una agencia de viajes en Santiago: CasaMolle, The Travel Concierge. “Está orientada a organizar viajes especiales para chilenos y extranjeros, y no solamente a El Molle. La organización se hace con harta dedicación, la idea es acompañar al pasajero cuando viaja”, dice.

En cuanto a las inversiones en carpeta, Daire señala que más adelante, la idea es complementar este hotel con otro en el pueblo. La propiedad ya está comprada en la calle principal de El Molle. “Eso sería un hotel con valores por noche, por ejemplo, a diferencia de cómo funciona Casa Molle ahora. También tendría un salón de conferencias, siempre apuntando a grupos de empresas”.

REFUGIO EL MOLLE Y LOS HORNITOS, EL PROYECTO FAMILIAR DE LOS AOUN

Un proyecto hecho con amor. Así describe Juan Carlos Aoun, parte del clan familiar del mismo apellido, la propuesta turística que han levantado en El Molle, con una inversión que actualmente ronda los US$ 4 millones.

Su historia, a diferencia de Casa Molle, se remonta a 1995, cuando la matriarca del clan, Julie Gómez, conformado por Julie, Patricio, Marcelo y Juan Carlos, inauguró El Cedro, un restaurante de comida árabe e internacional, ubicado en la Calle Prat, en pleno centro de La Serena.

“Somos una familia que toda la vida ha disfrutado y compartido en torno a la buena mesa. El cocinar para algunas personas es un acto trascendente, es un acto de amor, y como familia nos pareció importante compartir nuestro amor con otras personas, que hoy se han convertido en clientes y donde algunos ya son parte de la casa”, relata Juan Carlos Aoun. 

Así, en el 1 de enero del año 2000, inauguraron el restaurante “Los Hornitos” en el pueblo de El Molle. Este con el tiempo se fue ampliando a centro de eventos, alojamiento y servicios de relajación y sanación, por lo que en el 2011 decidieron desarrollar la marca “Refugio El Molle”, que identifica de mejor manera lo que hoy es el lugar... un refugio.

Si bien en ese tiempo, una de las sucursales del restaurante (en La Serena) se quemó hace unos años, Juan Carlos asegura que esto influyó “para que como familia nos uniéramos sólo en función de la aspiración en el Molle”, dice.

LAS AMENIDADES DE “EL REFUGIO”

Hoy, Refugio El Molle consta de un centro de eventos, cabañas y spa, hotel boutique y spa, un observatorio, tours y traslado de pasajeros. 

Las instalaciones están emplazadas en una superficie de 60.000 metros cuadrados que incluye jardines sensoriales, huertos orgánicos y una lagunita de vertientes con aves y peces.

Según explica Aoun, en 25.000 m2 está emplazado el Hotel Boutique, para mayores de 14 años, el cual cuenta con sólo 13 habitaciones, un sector de spa (piscina temperada, baño turno, sauna seco, sala de masaje),  una piscina natural, un restaurante, jardines sensoriales y huertas. Este espacio del Refugio es ideal para desconectarse y vivenciar un relajo total. 

Luego, en otros 25.000 m2 están emplazadas 11 cabañas, de 65, 80 y 120 metros cuadrados, todas full equipadas y certificadas bajo norma chilena y de categoría 4 estrellas. El sector de cabañas cuenta con dos sectores exclusivos de piscinas para adultos y niños, 11 tinas de aguas calientes (Hot Tubs) de madera y de cuarzo, juegos para niños,  sala de masajes, sauna seco y sala de yoga.  El espacio de las cabañas es ideal para descansar y disfrutar en compañía de familia y amigos. 

Por otro lado, el restaurante (Los Hornitos de El Molle), ofrece una carta con comida típica chilena, cocina de autor,  vinos, cervezas y piscos de la región. Tiene capacidad para atender a 250 personas de lunes a viernes, con un variado menú, mientras que los feriados y fines de semana se atiende a la carta. 

Por otro lado, el centro de eventos cuenta con tres salones full equipados para reuniones, capacitaciones y eventos. 

En tanto, el observatorio cuenta con telescopio de 11 pulgadas.

“Por último nuestra empresa de Turismo,  Astro Sur,  realiza traslado de nuestros pasajeros y coordina trekking, cabalgatas, kayak en el Puclaro y diversos tours por los principales atractivos turisticos de Vicuña, Coquimbo y La Serena”, cuenta Aoun.

¿Los proyectos en carpeta? Juan Carlos explica que, al menos este año, trabajarán en potenciar los servicios de relajación y sanación, diseñar nuevos programas y rutas turísticas, y disminuir el consumo energético a través del uso de las Energías Renovables No Convencionales, ERNC.